Kill me, heal me (Lee Taeyong & Tú) *Terminada*

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Estaba sentada en mi escritorio terminando de editar la última pagina del libro, me dolían los ojos de tanto trabajar pero necesita terminar eso esta misma tarde, me había retrasado un poco por asuntos personales por lo tanto era mi responsabilidad, termine de enviarle el archivo a mi jefe para que lo revisara una ultima vez, cerré la pantalla de la portátil y me acomode en mi silla giratoria para descansar un poco mis ojos, no se cuando tiempo paso cuando recibí un mensaje, tome mi teléfono aun en la misma posición, abrí el mensaje para leerlo

"Paso por ti cuando termines, me avisas", era Taeyong, me senté bien en mi silla viendo el mensaje, me vi en la pantalla de mi teléfono encontrándome con un yo hecha un desastre, me levante y fui directo al baño, mi amiga me observaba desde su puesto.

al llegar al baño me lave la cara mientras trataba de eliminar mis marcas de cansancio, trate de arreglarme un poco para evitar verme tan mal, escuche abrirse la puerta pero no preste atención.

-toma, lo necesitas- dijo mi amiga dándome su estuche de maquillaje.

-claro que no lo necesito estoy bien- dije apenada- mentira, si lo necesito, puedes ayudarme?- ella me ayudo a arreglarme, algo simple para no verme tan mal.

-ya son novios?- me pregunto mientras hacia su magia- no respondí nada- sus salidas son mas frecuentes- ella lo entendía todo, tan solo con una mirada mía lo entendía.

 Era cierto que Taeyong y yo salíamos con mas frecuencia pero sin compromiso, los dos tratábamos de no hablar sobre cosas que nos pusieran incómodos, preferíamos pasar un rato juntos sin incomodidades.

-ya estas, hermosa- me vi en el espejo y era cierto, me veía linda, imaginar la cara de taeyong viéndome me hizo sonreír, había pensado al respecto, había aclarado mi mente, sabia que tenia sentimientos por Taeyong pero a la vez tenia miedo, no sabia exactamente de que pero tenia miedo, por eso aveces prefería estar así con el a que todo se acabe- quieres hacer un cambio de ropa?- vi mi ropa y negué, así estaba bien, con unos pantalones simples negro y una camisa manga larga de cuadros, me gusta como me veo y estoy segura que a Taeyong también- bien, entonces disfruta, si necesitas algo mas sabes en donde encontrarme- agradecí a mi amiga por siempre estar conmigo.

cuando estaba lista le avise a Taeyong que había terminada, en realidad tenia que comenzar con otro libro pero necesitaba descansar y era hora de mi almuerzo así que lo aprovecharía, Taeyong no tardo mucho en responderme.

esta vez fuimos a un restaurante no muy lejos a comer y luego a dar un paseo por el parque que esta cerca, hablábamos sobre nuestros días en el trabajo, Taeyong me dijo que Jhonny ya no lo molestaba como antes, las cosas iban bien entre ellos y también en el trabajo, iban a comenzar un nuevo proyecto que era un poco diferente a los que había hecho hasta el momento por eso se sentía un poco nervioso pero estaba segura que lo iban a hacer bien.

-quieres ir a algún lugar en especial?, cuando comencemos con el proyecto voy a estar mas ocupado y no podremos salir con mas frecuencia, quiero aprovechar el momento.

-hmmm, creo que no hay un lugar especifico al que quiera ir, donde sea que vaya contigo ese lugar se hace especial.

-hay un lugar al que quiero ir contigo, algún día.

-donde?- pregunte curiosa.

-Namsan.

-dicen que la vista de noche es la mejor, esta noche estoy libre- dije viendo hacia los arboles.

-entonces, quieres ir en la noche?- nos detuvimos frente a un lago.

asentí con la cabeza- claro- Taeyong sonrió, esas sonrisas que roban mil suspiros, haría lo que fuera para detener el tiempo.

-¿qué piensas?- pregunto aun sonriendo.

-en lo hermoso que es la naturaleza- desvié mi mirada, sentía mis mejillas arder, me daba pena imaginar lo roja que me ponía, tal como mi amiga me dijo una vez, dijo que parecía un tomate.

al terminar en el trabajo volví a casa, Taeyong aun no había llegado así que fue a mi cuarto y ver que me ponía esa noche,pero antes prepare la cena para que estuviera lista cuando el llegue, cuando escuche la puerta baje y me encontré con Taeyong quien me regalo una sonrisa cuando me vio.

-ya comiste?, iré a preparar algo- dijo dejando sus cosas sobre la mesa para entrar a la cocina.

-llegue temprano así que pensé en hacer la cena- cenamos y luego fuimos a arreglarnos para salir.

era la primera vez que estaba en la torre N de Seúl, el panorama era hermoso, hacia un poco de frió por la brisa pero me encantaba, caminamos por el lugar viendo todo lo que estaba frente a nuestros ojos.

-mira la cantidad de candados que hay- dije maravillada.

-supongo que sabes de que se tratan cierto?

-claro, lo he visto en dramas y mas, este lugar es famoso por los candados que dejan los enamorados.

estábamos disfrutando del lugar en silencio, Taeyong se veía algo nervioso pero trate de no prestarle atención o de lo contrario yo también me pondría nerviosa, un grupo de jóvenes subieron al lugar, venían haciendo broma entre ellos, me recordó cuando yo iba al colegio y bromeaba con mis amigos, estaba sometida en mis pensamientos y no me di cuenta que los chicos estaba cerca de mi, uno de ellos hizo un comentario por el cual sus compañeros lo empujaron mientras bromeaban, el chico perdió el equilibro chocando conmigo haciendo que yo perdiera mi equilibrio, pensé que caería al suelo pero como era de esperarse caí sobre Taeyong, nuestros rostros habían quedado muy cerca, podía apreciar cada centímetro de su hermoso rostro desde aquí, nuestras miradas se encontraron, me había perdido en la profundidad de esos ojos oscuros.

-lo siento mucho- escuchamos decir al joven, rápidamente nos levantamos.

-no te preocupes- dije- enserio lo siento mucho- volvió a decir el chico para luego retirarse, pude ver como los chicos nos veían con unas sonrisas traviesas mientras se iban, el color rojo estaba apoderando mi rostro.

-¿estas bien?- escuche a Taeyong detrás de mi.

-si- dije nerviosa- tu.. tu estas bien?- pregunte, el asintió, pensé en decir algo para romper el silencio cuando sonó mi teléfono, quien estaría llamándome, vi la pantalla de mi teléfono, era mi madre, fue entonces cuando recordé que llevaba varios días sin poder llamarla.