UNO

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Hace cinco años.

Un edificio que antiguamente funcionaba como departamentos fue comprado por una prestigiosa familia, ahí comenzó la construcción de una plaza moderna con la finalidad de ayudar a las nuevas generaciones que quisieran emprender un negocio. Unos jóvenes provenientes de Italia eran los dueños de una tienda de antigüedades, siempre que los clientes pasaban por ahí encontraban alguna u otra cosa que les llamara la atención terminando en el interior de la tienda observando todo con curiosidad también corría el rumor de que aquellos chicos no eran lo que aparentaban, algunas personas aseguraban que el lugar solo era un negocio fantasma y en realidad se encargaban de vender drogas pero solo eran rumores nadie podía comprobar que eso fuera verdad.

Aquella mañana un rubio de ojos azules se encontraba recargado en el mostrador al ser mitad de semana casi no pasaba gente por la plaza, en sus manos jugaba con un collar que le había regalado su pareja hace algunos días por cumplir un año de noviazgo, en este se podía apreciar el dije de una catarina con incrustaciones de diamantes, su mente había viajado recordando cuando se le fue entregado el regalo, por su parte le compro una pequeña caja de música en forma de piano al abrir la tapa sonaba una suave melodía, sin darse cuenta una sonrisa apareció en su rostro pero una voz llamándole lo saco de su fugaz recuerdo.

-.Disculpa, pregunte el precio del collar...-Dijo ante él una chica de cabellos color rosa, regalando una suave sonrisa señalando el collar que el rubio sostenía en las manos.

-.Oh no, lo siento pero no está a la venta.- Respondió con una leve sonrisa, aquello era tan preciado para él como para venderlo, tal vez porque estaba perdido en sus pensamientos pero no recordaba en que momento la chica había entrado a la tienda.

-.Que lastima, estaba buscando algo exactamente como eso ¿Estás seguro de que no lo vendes?-Volvió a insistir en la compra pero esta vez recibió respuesta de otro chico quien estaba parado justo detrás de ella.

-.Con un demonio te acaba de decir que no está a la venta ¿Qué estúpida palabra no entiendes? Ahora si no vas a comprar nada de lo que si se vende en la tienda lárgate o llamare al guardia del lugar.-Hablo molesto aquel chico de cabello rubio quien desprendía un dulce aroma a fresa aunque su vocabulario no fuera tan dulce, el hecho de que insistieran en algo a lo que ya habían dicho "no" le irritaba.

-.Vaya, estaba aquí para comprobar que los rumores no fueran ciertos pero tal parece que sí, ahora pagaran por esto, es una lástima ya que tú fuiste muy amable-Su vista se fijó en el rubio que aún tenía en las manos el collar, segundos después ambos rubios se miraron extrañados no tenían la más mínima idea de lo que ocurría, la chica de profesión hechicería que tenía como misión pasar por todos los negocios que tuvieran fama dependiendo del trato que le dieran decidía si ayudaba a los dueños o los hundía en el fracaso gracias a la respuesta que recibió, Fugo acababa de condenar a su amigo.

El collar que Giorno tenía en las manos comenzó a irradiar una luz dorada cubriendo al chico quien no le dio tiempo de reaccionar lo último que pudo ver fue a Fugo correr hacia el gritando su nombre después de eso lo invadió la oscuridad.

-.¿Que le hiciste a Giorno? ¿Quién rayos eres tú? Regresa a mi amigo o las vas a pagar...-Grito Fugo lleno de ira tomando el collar a punto de lanzar lo contra la chica de cabello rosa pero no contaba con que este se desvaneciera de sus manos.

-.Mi nombre es Trish ahora escucha atentamente que no pienso volver a repetir, el alma de tu amigo se encuentra dentro del collar que acabo de esconder en un artículo de esta tienda tienes tres días para encontrarlo si lo encuentras antes de que el sol se oculte en el tercer día recuperaras a tu amigo si no, será mejor que te vayas olvidando de este lugar.-Explico con una sonrisa retadora aquella fue la chispa para que explotara en ira el rubio.

-.¡Pero que estupidez acabas de decir!.-Grito furioso tomando un jarrón que se encontraba cerca lanzando al suelo haciendo que se rompiera en mil pedazos, cuando levanto la vista de nuevo a la chica esta ya no se encontraba, intentaba controlarse pero todo era inútil, una sensación de odio, rencor y sobre todo impotencia lo invadieron ¿Qué le iba a decir a Mista? "tu novio está dentro de un collar mágico escondido en la tienda por culpa de una bruja con el cabello de chicle a quien le grite que se largara de aquí" ya podía escuchar a su amigo diciéndole que dejara de consumir la droga que vendían, termino rompiendo otros tres jarrones para poder calmarse ahora que lo pensaba no tenía otra opción más que buscar el collar, se acercó a la puerta colocando el letrero de "cerrado" de esta forma ningún otro cliente entraría así no se llevarían los productos y podría buscar el collar en un lapso corto de tiempo.

Las horas fueron pasando el reloj marcaba las 20:00 horas justo el horario de salida, un chico alto con vestimenta roja con azul y un curioso gorro llego a la tienda extrañado por el letrero de "cerrado" nunca eran tan puntuales a la hora de cerrar pero puso una cara de asombro al ver el interior del lugar, algunos estantes se encontraban vacíos, en el piso se encontraban cosas tiradas, algunas cajas boca abajo como si un tornado hubiese entrado a la tienda.

-.¿Que paso aquí? ¿Dónde está Giorno? ¿Qué estás haciendo?.-Pregunto de inmediato asustando a Fugo quien estaba al borde de un colapso por todo lo ocurrido, se encontraba en el suelo buscando entre algunas cajas el collar, no sabía cómo responder las preguntas de su amigo, levanto la vista al techo esperando una señal divina o algo parecido pero lo único que encontró fue la cámara de seguridad, ahí estaba su respuesta a tantas preguntas del contrario.

-.Mista...ocurrió algo sumamente extraño tal vez no me creas lo que te voy a decir pero tengo evidencia de ello.-Se levantó caminado a la computadora donde se guardaban las grabaciones dela cámara de seguridad, Mista se le quedo viendo extrañado no comprendía nada ¿De qué cosa estaba hablando? ¿Acaso les habían robado? Se limitó a seguir a su amigo tratando de entender toda la situación. 

Después de una larga explicación por parte de Pannacotta mas las grabaciones de la cinta de seguridad Mista comprendió que era lo que había sucedido aunque todo parecía sacado de un cuento de ficción, al ver el estado en el que se encontraba su rubio amigo decidió que lo mejor era ir a descansar no podía seguir buscando en ese estado, todo saldría mejor si lo hacían de manera calmada aún les quedaba tiempo. 

The Only hope for me is you (AU)Where stories live. Discover now