La mesa estaba llena de postres Giorno tomo una rebanada de pastel de fresa decorado con chocolate y gajos de naranja acercándola a su acompañante, cuando este la vio sintió tristeza sin saber el porque, se olvido todo el problema que pasaba ¿Cuál era el motivo? ver a la persona que más amaba a su lado.
-. Te ves tan lindo...-Mista trato de acercarse, estiro su mano a le mejilla del rubio solo necesitaba un beso seguido de palabras dulces, pero eso no sucedió.
-. Escucha Mista, no tengo mucho tiempo si ella descubre que te estoy ayudando cosas horribles pueden pasar. -La expresión del rubio cambio por una seria, Mista no comprendía que hablaba ¿Ella? ¿La bruja? Miles de pensamientos llegaron a su mente creando un remolino, recordó lo sucedido en la tienda, la pelea con Fugo, quería estar ahí con su pareja, abrazarlo y decirle cuanto lo necesitaba en esos momentos.
-. De acuerdo... dime lo que sucede. -Hablo una vez ordenado sus pensamientos.
-.Primero discúlpate con Fugo y Naranccia, ellos no tuvieron la culpa de nada la chica de alguna u otra forma iba a provocar las cosas, lo más importante es...-Giorno no pudo terminar de hablar, de su boca salieron alfileres los cuales escupió en la mesa llenos de sangre, la comida ahora estaba llena de moho, el té de las tazas se transformó en lodo, no se encontraban en un jardín soleado lleno de flores, el cielo oscureció acompañado de un aroma a podrido.
-. Giorno ¿Qué ocurre? -Mista se levantó de su asiento atrapando en sus brazos a su pareja, no era el rubio hermoso de siempre, estaba lleno de arrugas como si de un envejecimiento instantáneo se tratara.
-.No hay tiempo, tienes que irte, busca el collar en aquel recuerdo más preciado para ti ¡Corre! No te preocupes por mí, tu eres mi única esperanza. -Esas fueron las últimas palabras del rubio antes de que se volviera polvo.
Mista aun procesaba lo sucedido, quería salir corriendo del lugar mas no contaba que del suelo una especie de hielo se aferraba a su bota subiendo por la pierna impidiendo movimiento alguno, a lo lejos una neblina de color negro se acercaba todo lo que tocaba se volvía ceniza, el lugar era un paraíso hasta volverse esa pesadilla, fue entonces que lo comprendió, estaba soñando.
-. Solo es un sueño ¡Tengo que despertar! ¡Vamos! ¡Despierta! -Gritaba desesperado, el hielo le cubría cada vez más, recordó las palabras de su pareja <<cosas horribles pasaran>> no le quedaba otra alternativa, saco su pistola disparando seis veces en su pierna derecha.
Despertó dando un brinco, no estaba en ese feo lugar si no en la bodega de la tienda tocó su pierna buscando los disparos notando que no tenía nada, sus manos temblaban a causa de la pesadilla, el reloj de la pared anunciaba las 4:00 am.
-. Solo fue un sueño... ¿Por qué a esta hora? ¿Por qué no fue a las tres o a las cinco? -Se quejo levantándose de su lugar, tal vez no era la mejor hora para él, pero tenía asuntos pendientes que resolver, salió de la tienda caminando por la plaza en completa oscuridad totalmente vacía, inconscientemente pensó en las películas de terror, tal vez por eso una brisa fría le corrió la espalda no observo detrás suyo se limitó a caminar rápido, sin duda su mente le estaba jugando una broma ¿Que no era suficiente con el sueño?.
-. Solo espero que me acepten de nuevo...-Murmuro antes de perderse entre las calles de la ciudad.
Después de la pelea en la tienda Fugo se fue a su casa junto con Naranccia, durante todo el camino no cruzaron ninguna palabra, el pelinegro esperaba que se le bajara el coraje a Fugo cosa que tardaría horas en pasar si no es que antes lo golpearía por una estupidez que dijera o hiciera, Naranccia aún se sentía culpable por lo sucedido buscaba una forma de arreglar las cosas pero ¿y si salía todo mal? Le dolía la cabeza estaba pensando demasiado, no había pensado así desde aquel ejercicio de matemáticas sumamente difícil que Fugo le puso, se resigno dejando que las cosas fluyeran por si solas.
El tiempo seguía corriendo aquel reloj marcaba las 4:40 am, ambos jóvenes dormían tranquilamente en el sillón, enfrente suyo la televisión encendida transmitía un maratón de caricaturas que Naranccia pidió ver, era una noche tranquila hasta que alguien toco el timbre ¿Quién en su sano juicio se encontraba despierto a esa hora? Los ojos del rubio se fueron abriendo pesadamente normalmente despertaba de mal humor esta no era la excepción, volvió a escuchar el timbre seguido de seis golpes en la puerta, gruño levantándose del sillón.
-. ¿Quién es? -Pregunto Naranccia semidormido, se levantó tallando sus ojos posteriormente apago el televisor.
-. No lo sé, pero si es una broma de mal gusto me las van a pagar. -Gruño el rubio observando por la mirilla haciendo una mueca, no estaba muy contento con la persona que estaba afuera.
Mista esperaba impaciente dudando en volver a tocar la puerta cuando esta se abrió de golpe encontrando a Fugo en pijama con una expresión de pocos amigos.
-. ¿Qué es lo que quieres? -Hablo de forma fría el chico sintiendo la presencia de Naranccia atrás suyo.
-. Necesitamos hablar, tengo algo que decirles. -
-. ¡Por un demonio! Mista ¿Ya viste la hora? -
-No pronuncies ese número ¿SÍ? Ya sé que hora es, no me hagas esto más difícil solo quiero pedirles perdón por la discusión de la tienda-Bajo la mirada recordando el incidente seguido del sueño con Giorno.
Fugo suspiro dejando pasar a Mista, aún seguía molesto por él, pero si el chico no estuviera arrepentido no hubiera ido a esa hora para pedir disculpas, los tres tomaron asiento en la sala nuevamente el silencio reinaba solo había miradas entre ellos esperando que alguien hablara siendo Mista el que tomo la palabra.
-. Fugo no fue tu culpa, si yo hubiera estado en tu lugar haría lo mismo y Naranccia no quería gritarte de esa manera ¿Saben? hace unas horas tuve un sueño donde vi a Giorno me dijo que debía buscar el collar en el recuerdo más preciado para mí, hay tantas cosas en la tienda que son especiales para ambos no puedo hacerlo solo, necesito su ayuda ustedes también son importantes para mí, somos una familia ¿Recuerdan?-No pudo contenerse, las lagrimas resbalaban por sus mejillas se sentía frágil y desprotegido, vaya delincuente que era.
-. Mista...-Naranccia se levantó abrazando a su amigo podía sentir su dolor.
-. Te perdono. -Fugo se acerco quitando el gorro a su amigo despeinando su cabello rebelde.
-. Sera mejor que descanses, estas todo mugroso y hueles feo. -Naranccia hizo una mueca soltando a su amigo quien solo sonrió apenado.
-. Tiene razón apestas, toma un baño, descansa y en unas horas volvemos a la tienda para buscar el collar esto no se puede quedar así.-
Después de esto aquellos lazos que se rompieron se volvían a unir, lo que dijo Mista era verdad los necesitaba, eran su familia solamente estando juntos podrían recuperar al rubio o al menos eso pensaba.
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The Only hope for me is you (AU)
FanficDos almas atrapadas en un lugar abandonado, tan cerca pero a la vez tan lejos si tan solo hubiesen detenido el tiempo el ultimo dia, ahora solo existían recuerdos de alguien que necesita ser encontrado. ---------------------------- Hola, espero...