padres por una semana

Capítulo XX

Llegando a casa, a nuestra nido de amor (xd), el olor a alcohol llegaba a mi fosa nasal, joder que mal olor.
Tape mi nariz y avance estaba algo sucio, tenía mucho por hacer y mucho por hablar con Eugeo.
- sabes, me arrepiento de haberme ido así como así, sin ninguna explicación, yo - me interrumpió un cuerpo en mi espalda.
-no hay problema con eso, yo estuve buscándote como un loco, pero aquella maldita mujer no me dejaba, hice de todo pero no podía alejarme de ella- el cuerpo se alejó de mi.
Miré su cara estaba sufriendo y teniendo un dolor fuerte, le tomé las mejillas y lo bese.
-Soy tuyo lo recuerdas, pero debemos hablar.
-Si hablaremos sobre todo lo que ha pasado, y sobre aquella repugnante mujer...
-Eugeo~

Fueron minutos muy dolorosos y frustrantes, Eugeo había sido drogado por esa mujer, casi abusado por ella.
Mi sangre hervía pero debía calmarme el bebé lo sentiría.
Después de todo esa maldita zorra, no nos separaría, ahora seríamos más fuertes por nuestro fruto creciente, no lo voy a dejar libre.
EUGEO ES SOLO MIO.
-Fue terrible, Eugeo ahora estamos juntos otra vez y estaremos unidos por siempre.
-Si, kiri-chan aunque quieras huir de mi, no te dejaré.
-No volveré a huir, estaré contigo por siempre.
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En aquella habitación se escuchaban quejidos, unos quejidos muy eróticos, para más entendimiento eran gemidos, música para los oídos de Eugeo, sonidos obscenos que avergonzaba al azabache.
El chapoteo también lo avergonzaba.
El azabache se estremeció, ya estaba por llegar al clímax.
Sus cuerpos se movían como si fueran uno, a par, los dos eran uno en ese momento.
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Podria decirse que aún les faltaba madurar, las discusiones eran ya inexistentes.
Faltaba poco para que aquel azabache explotara, para que su cría naciera tal vez unas semanas, tal vez unos días, ninguno sabía con claridad. Lo que era seguro es que estaban sanos.
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Klen, ya no salía de su habitación, Suguha quería ayudar, kazuto no era de mucha ayuda.
-¡POR CULPA DE TU MALDITO HERMANO!- aquel grito sonó desesperado.
-No... Nadie sabía lo que iba a pasar, Mi hermano casi pierde al bebé sabes... No culpo a nadie...-
-¡YO! Amaba con mucha fuerza a Saori, ¿Por qué ella?-
Kiriyaga se encontraba destrozado, aquel accidente casi pierde su vida y la de su hijo.
¿Quién diría que los frenos no funcionarían?
-Lo... Siento...- Kazuto soltó en llanto, llamando la atención de los presentes.
No era su culpa, ni era de Saori. La culpa no era de nadie.
Klein miraba a Kirito con dolor, aunque después se lanzó a él y lo abrazó.
-N-no... No te lamentes... No, fue tu culpa...-Mientras sollozaba en el hombro del azabache.
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El parto de kiriyaga fue todo un caso. Fue un milagro que todo saliera bien.
Una pequeña nena había salido de el, una pequeña cicatriz en la barriga de el se lo recordaría.
Eugeo miraba con amor a su pareja y a su nena, a pesar de que el azabache está con varias cortadas y un brazo dislocado, se veía hermoso.
Eugeo acariciaba la barriga del azabache mientras besaba a su cría.
Ya solo eran ellos.
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Aquella tipa, fue llevada a la cárcel, Shion, ese era su nombre, parecía una chica buena, pero estaba completamente enferma.
Estaba enamorada de un hombre casado, un rubio, que iba a ser padre.
Asesino a su pareja para intentar con su platónico, lo secuestró y intento abusar de el, intento matar a la pareja del rubio y a su hijo, pero lo único que logró fue asesinar a una inocente.
Era una zorra enfermiza.
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Aquel chico del orfanato, se encontró con aquella pareja, ya no venían solos si no con una pequeña cría, el azabache reconoció al niño y se acercó a él.
Eugeo acariciaba el cabello del niño.
-

¿Cuál es tu nombre?
-Soy Aki...
-Eugeo no lo asustes, aki-kun, el es mi pareja, ella es mi hija, Shiro.-
-Un gusto señor Eugeo, shiro-chan.-
-el gusto es mío Aki-kun. ¿Cuántos años tienes, pequeño?
El pequeño miro al azabache que sonreía alegremente.
-Señor tengo 7 años...- el color rojo llegó a sus mejillas, le gustaba esa persona. Le gustaba esa sonrisa.
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Aki Yūjio y Shiro Yūjio corrían felizmente, los dos hermanos.
Eugeo y kazuto se miraban con amor.
Asuna estaba molesta con Kiriyaga, ¿Cómo era posible que no le haya dicho nada de eso?...
Aunque Alice no lo demostrará también estaba molesta.
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Silica y Yui no se habían enterado y eso era bueno, o mejor dicho no era necesario que lo supieran.
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Klein y Suguha habían intentado una relación discreta, pero yuukki estuvo ahí para hacerlo público.
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Todo ahora era como un sueño, si, un sueño agri-dulce.
Pero más dulce que agrio.
Kiriyaga pedía al Dios que todo veía que no fuera un sueño, si no que fuera una realidad.
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-Eugeo despierta- aquel azabache está molesto, su pareja de proyecto se había quedado dormido.
-¿Kiri-chan?- llamo adormilado.
-Eugeo, ¿Qué haces? ya despierta- se quejó de aquel abrazo de su pareja.
-¿Donde esta Aki?- era estúpido.
-se lo acaban de llevar- dirigió su mirada a la puerta, se miraba triste.
-¿Hoy es viernes?- dijo y el azabache lo miro más que molesto..
-si... Lo es, te encue- fue interrumpido por un beso del rubio, no se alejó ni lo apartó... Disfruto del beso.
- Kiri-chan... Tu... Me gustas...
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Bueno ese es el final de esta historia tan horrible pero bueno quedó bien.
Estuve ausente durante un buen de tiempo, ya que me castigaban constantemente y los problemas en que me enrollo no me dejaban.
Total espero que les haya gustado, y gracias por haberme acompañado en este proyecto, como sabrán es mi primera vez escribiendo, me gusta escribir pero solo los finales me quedan bien :'v
Ok total.
Los amo mucho...
Aún hay un capítulo especial, ya que creo que aquí le faltó un poco lo erótico y pervertido. Xd pronto saldrá a la luz.
Weno yo me despido sin antes decir que denle amor a mi otra historia de ellos dos.
Culpable.
Donde un enfermo está enamorado de un chico normal.
Chao.