20 de Junio
Mi corazón hacía rato parecía haber dejado de latir, me era difícil respirar y podía sentir la adrenalina recorrer mi cuerpo entero en apenas un segundo. No había lugar para nada en mi mente que no fuese encontrar a Emiliano y a mi hija, recuperarla y esperar que los hombres de mi padre se encargaran de Emiliano de una vez por todas. Necesitaba a mi hija para seguir viviendo...
<<Valentina mi amor, voy por ti, mamá va en camino>>
Mientras escuchaba a Margo dar ordenes al guardia que estaba afuera del cuarto mi mente trabajaba rápido <<¿Donde? ¿Donde carajo podría esconderse?>> Y entonces lo supe, simplemente lo supe, como si fuese instinto para mi simplemente supe donde estaba y no pensaba esperar un minuto mas. Me levante de la cama y me dirigí a la puerta lo mas rápido que mis débiles músculos me lo permitieron.
- ¡¿A donde crees que vas?! - me detuvo Laura
- ¡Sé donde esta! - alcé la voz - Sé donde tiene a mi hija y no voy a esperar un maldito segundo para ir a recuperarla - me safe de su agarre y abrí la puerta
- Julia, debemos ser sensatas... hay que avisarle a un guardia para que vaya con nosotras - esta vez era Margo quien intentaba detenerme
- Tu puedes ir por un guardia si quieres, yo voy a recuperar mi hija - seguí avanzando por el pasillo
Cada segundo que pasaba era una tortura sin saber de lo que Emiliano era capaz al verse acorralado, sabía muy bien que no iba a rendirse tan fácil, sabía también que si perdía iba a llevarme con él, iba a querer arruinarme tanto como yo lo arruine a él... y en mi mente solo había una forma de lograrlo y tenía a mi hija con él para lograrlo.
- Ni sueñes que te voy a dejar sola - al fin Laura me alcanzó - No estuve atorada contigo todo este tiempo para dejarte asi como así
- De verdad lo agradezco... aunque aun no se como voy a enfrentarlo
- Vamos a la boca del lobo y no tienes un plan... que alivio ser tu amiga
- No pienso dejarlas solas - Margó se unió - Aun creo que es una pésima idea pero algo lograremos con esto
- Gracias Margo - tomé su mano en son de agradecimiento sin dejar de caminar
- ¿Y como es que sabes de pronto donde esta? - preguntó Laura
- Cuando él y yo eramos muy jóvenes - me apenaba recordarlo - antes de que papá aprobara nuestra relación, él venía en secreto y nos encontrábamos - casi podía recordarlo como si hubiese sido ayer, podía recordar su joven rostro y recordaba perfectamente como hacía que mi pobre corazón se alborotara <<Es una pena tener tan lindos recuerdos de alguien tan miserable>> - él siempre venía a casa y se metía por la pequeña ventana que apenas le da luz al sótano, lograba entrar y subir por la escalera de servicio, nos encontrábamos por las noches en el ático, donde solíamos guardar los adornos de navidad y los muebles que no usábamos mas en la casa.Estoy segura de que ha usado su vieja técnica para escabullirse y entrar a la casa... estoy realmente segura de que esta en el ático y que tiene a mi hija con él.
No dije una palabra más y ellas no preguntaron tampoco, las tres avanzamos lo mas rápido que nos fue posible, debo admitir que subir tantas escaleras habiendo dado a luz hacía unas horas no era realmente placentero o sencillo. Laura y Margo siguieron mi paso y luego de haber subido 3 pisos, llegamos al pie de la ultima escalera, la que daba al ático... mi corazón comenzó a latir acelerado <<Ahí esta, mi hija esta ahí>> No me quede quieta ni un segundo más y comencé a subir.
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CORRESPONDENCIA PARA UN CORAZÓN ROTO
RomansaAlejo es un hombre desesperado por respuestas, ha sido abandonado y en un ataque de ansiedad decide ponerse en contacto con Laura, su ex mujer, enviando una carta, rogando por volverla a ver.... Sin embargo el destino le jugó una mala broma y el de...