Hora mágica

68 8 0
                                    

No sé porque, pero siempre te recuerdo en la hora mágica. Esa que no es ni de día ni de noche, ese intervalo entre el crepúsculo y la continuación de la vida.

Recuerdo como te hacía reír, como nos pasábamos horas hablando y por lo menos yo, nunca me aburría. Recuerdo también cada vez que teníamos sexo o cuando hacíamos el amor.

Y ahora miro como te haz ido, como me haz dejado un vacío enorme, porque siento tú ausencia, siento la necesidad de decirte "buenos días amor" al despertar y ese beso mañanero que podría jurar era lo que me daba fuerzas para salir a comerme el mundo.

Pero ya no estás.

Ya hace un tiempo de esto y me pregunto: ¿el amor, la costumbre, y la necesidad de no sentirse solo es lo mismo? simplemente no se, aveces creo que son términos parecidos, aveces creo que para nada, que cada uno tiene un significado distinto, y otras, como ahora, creo que simplemente son sinónimos.

Llegué a pensar que "el amor" es la forma bonita de tener sexo cuando queramos.

En definitiva el amor es algo que no sabemos ni cuando comienza ni cuando acaba, puede ser efímero, o sempiterno, puede ser real, o puede ser solo la ilusión de una persona dejándose llevar por los impulsos que da el sistema nervioso central cuando siente señales de afecto hacia una persona que emocionalmente nos parece interesante y atractiva.

Y ahora recuerdo porque nunca me quise enamorar, porque siempre que lo hago acaba mal, una vez quise defender una filosofía de vida para vivir mejor y más tiempo: no enamorarse, no dejarse llevar, solo salir y disfrutar el momento, las cosas pequeñas son las que marcan nuestra existencia y las que de verdad se quedan, las que de verdad importan, pero no, mi mente decía una cosa y mi corazón no la escuchó, se lanzó sin paracaídas hacia un abismo que mientras estaba cayendo era lindo, sentía que podía volar, que no me pasaría nada, que mi corazón era inmortal, pero no me di cuenta que el abismo iba achicandose, y el suelo estaba más cerca de lo que creía.

Y ahí probé la inmoralidad de mi corazón. No era inmortal, pero se parecía un poco a deadpull, que se regeneraba con el tiempo.

Y aún así el quiere recordarte en esa hora mágica, para no olvidar los buenos momentos, pero para que no me olvide lo que no tengo que volver a hacer, para recordar que aunque sea bonito por fuera siempre va a doler, porque hasta la rosa más linda puede hacerte daño y clavarte sus espinas.

Para recordar que el amor es una invención de nuestros demonios para volvernos débiles y podernos ganar, para al final del día nuestra alma al diablo podérsela entregar.

Pensamientos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora