Mientras Sonrías [EDITANDO]

Vamos a intentarlo

Unas horas antes...

Era increíble. ¿Pero quien se había creído ese chico? Llevaba todo el día tratando de hablar con él, pensando que algo le pasaba y buscando explicaciones y sólo había conseguido ser rechazada. Estaba furiosa, pero aunque resultara extraño no podía odiarlo, le preocupaba. Volvió a su mesa desconcertada y se sentó junto a su amiga.
Paula se había aguantado las ganas de correr a espiarlos a duras penas. Ahora que su compañera había regresado era el momento de saciar su curiosidad. ¿O no? La cara de Lana no parecía traer buenas noticias y Daniel no había regresado con ella.

_ ¿Estás bien?- sonaba estúpido, pero no se le ocurría otra pregunta-.

_ No sé ni como me siento- dijo sentándose a su lado- no entiendo nada.

_ Cuéntame qué pasó, tal vez pueda ayudarte.

No tuvo más remedio sino contarle toda la historia a su amiga, desde la noche anterior hasta el momento. Necesitaba la ayuda de alguien más para poder entender lo que le estaba sucediendo, y quien era en realidad ese chico.

Así pasaron unos minutos de entretenido debate hasta que Paula comprendió la situación. Aquello le sonaba a la novela que veía su madre a las 9 de la noche todos los días, pero prefirió no hacer ningún comentario, notaba la seriedad del ambiente y no ayudaría demasiado.

_ Lana, lo que me estás contando no se parece en nada al Daniel del Instituto Copersfield. Yo lo conozco por ser un aguafiestas total, las niñas mueren tras de él, pero ni caso les hace, es lógico que te rechazara así, acostumbra a hacerlo todos los días. Quizás haya pensado que eres igual que ellas, pero aún así es raro- de pronto alzó la mirada y buscó sus ojos- pensándolo bien, sólo tú has podido verlo de noche, siempre tiene un pretexto para no salir con nosotros.

_ Quizás prefiera estar sólo

_ Quizás, pero entonces ¿Por qué contigo no fue así?

_ Es cierto, por eso necesitaba hablar con él y aclararlo todo, pero ahora está mi orgullo de por medio.

_ Mmm- en ese momento Angelina iba entrando a la cafetería, saludó a Paula y está correspondió el gesto con la mano- hay algo que no te he contado todavía

_ ¿Qué es?

_ Angelina no se entera de nada, pero estoy más que segura de que él siente algo por ella, y no precisamente como amigos...

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Decepción, confusión y enojo, mucho enojo era lo que sentía esa tarde.

_ Todos los hombres son iguales- pensó -.

Iba a plantarle cara a ese idiota arrogante de una vez y por todas. Nadie juega con Lana Park. Salió buscándolo furiosa por todos lados, pero no daba con él. A punto de darse por vencida, se dirigió a la salida y lo vio allí. Su ira bajó, se puso en su lugar. Se odiaba por tener buen corazón en momentos así, pero no podía evitarlo: Debía haberle dolido verla con otro justo frente a sus ojos.

Su cara no parecía normal, tenía los ojos hinchados y muy rojos, como si hubiera estado conteniendo unas ganas inmensas de llorar. Sus labios tampoco eran los mismos de antes, ya no lucían la misma vitalidad de aquella noche. Estaba como poseído...
Daniel corrió en dirección a las escaleras, sin notar que "alguien" lo seguía. Su mente estaba en blanco, realmente no podía pensar en nada. Ya había pensado demasiado tiempo. Era hora de terminar con todo el dolor que lo había estado consumiendo. Ella si pensaba, pensaba en el miedo, en sus sentimientos. ¿Qué tenía ese chico? Se había vuelto el centro de su vida en apenas una noche.

_ Es sólo humanidad- se decía a sí misma- sólo quiero ayudarlo como ayudaría a cualquiera- mentía -.

No tenía mucha resistencia. La subida hasta la azotea la cansaba demasiado. Hacia siglos que no se ejercitaba, lo consideraba una pérdida de tiempo, y aún así conservaba buen cuerpo, no podía quejarse. Pero ahora se arrepentía. Temía que fuera a hacer algo tonto si no llegaba a tiempo.