Mientras Sonrías [EDITANDO]

Extra (1)

Daniel

Su cabello se enredaba entre sus labios, sonreí y coloqué un mechón tras su oreja. Lana es jodidamente hermosa, e incluso más mientras duerme. No puedo decir cuantas veces he visto esta escena en los últimos dos meses, sin embargo sigo sintiéndola como la primera.

Aquella noche mi chica estaba desesperada, y yo la extrañaba tanto por alguna razón, que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. Empaqué un poco de ropa de mi casa y tomé dinero para una semana. No pensé que fuera a hacerse tan largo este viaje, pero juro que no me molestaría si se extendiera para toda la vida.

Mí rutina diaria es verla dormir, besarla, prepararle el desayuno siempre que se deje consentir, trabajar en el taller del señor García y regresar en la noche para pasar más tiempo con ella. Soy el hombre más feliz de este mundo...

_¿Dani?- acabo de ver la imagen más hermosa de mi vida: a Lana recién despertada...-.

_Buenos días preciosa- besé su frente con cuidado-.

_¿Es muy tarde ya?- ¡Oh por Dios! acaba de poner su mano en un sitio muuyy peligroso-.

_ Tranquila amor, es muy temprano todavía - mordí mi labio esperando que no sé percatara del bulto que crecía en el interior de mis pantalones.

_ Mmm- hizo un puchero- tengo mucho tiempo para dormir, pero nada de sueño.

Verla actuar tan tierna me ponía jodidamente duro, y ella lo sabía.

_ No es hora de dormir bebé - me abalancé sobre sus labios- es tiempo de nosotros.

Lana

Me siento como si estuviera viviendo un sueño. Amo a Daniel como nunca pensé amar a nadie. Todos los días durante dos meses no existe nada ni nadie más que nosotros, y eso me encanta.

Sus episodios han mejorado mucho. Ha desaparecido en su totalidad su depresión desde hace un tiempo. Ahora cada momento es feliz mientras estamos juntos. Me asusta recordar aquella conversación entre mis padres, pero en ese momento sólo lo miro a los ojos y sé que todo va a estar bien

....

Sus manos toman mi cintura con fuerza bajo la camisa que me había colocado para dormir. Siempre veía esto en dramas, pero ahora me había vuelto adicta a usar las camisas de este chico.

Tomo su cabello entre mis manos, había crecido mucho en estos meses y rayos que se veía cada vez más sexy. Después de unos segundos comenzamos a jadear, sus labios eran tan adictivos que no podía dejarlos ir... podría estar así todo un día.

Sonreímos uno al otro y dimos una vuelta en la cama. Me posicioné con mis piernas entre su pecho, y comencé a dar pequeños besos por su torso desnudo.

Sentía su palpitar junto al mío acelerarse cada vez más. Mordí su oreja mientras él masajeaba mis muslos y sentía con sus dedos el interior de mis bragas. Entonces desabroché sus pantalones y me dio la vuelta otra vez, esta vez con más fuerza.

_ No bebé, esa parte me toca a mí - hice un puchero divertida, ya me estaba empezando a prender -.

Daniel levantó poco a poco la camisa, recorriendo con su lengua mi abdomen al descubierto, hasta parar en mis senos. No podía mantener mi vista sobre él, comencé a gemir mientras succionaba mis pezones y con sus manos pellizcaba el otro.

Me miró y volví a probar sus labios. Podía notar que no aguantaba mucho más, y yo tampoco.

_Dan...

_Shh- me calló con un dedo- lo sé amor

Me dejó un momento y bajó a mi intimidad. Sólo su aliento me hizo retorcerme. Comenzó a dar pequeñas probadas a mi clítoris, chupando y mojándome cada vez más. Su lengua sin dudas era una de las mejores partes de su cuerpo. Comenzó a succionar mi parte rápidamente, y luego disminuyó la velocidad. Clavé mis uñas en sus hombros a medida que el placer iba aumentando.

Sentí entonces uno de sus dedos dentro de mí, mientras seguía jugando con su lengua en mi interior. Bombeó con fuerza varias veces. ¡Dios! me sentía en el paraíso.

_Por fav..- Dios, ni siquiera podía terminar una frase-.

_ Ya casi bebé - su sonrisa ladeada me exitaba aún más -.

Me doblé entre sus brazos. Y tiré  de sus cabellos cada vez que me embestía con más fuerza. Me encantaba la situación, pero a la vez era una tortura. Necesitaba sentirlo dentro de mí. No estaba pensando con claridad.

Lo miré a los ojos y sentí como me ruborizaba. Bajé la mirada y él tomó mi mentón, volviéndome a tomar.

Yo me separé bruzcamente y miré a su parte baja. Lo que iba a hacer me daba mucha vergüenza, pero necesitaba retribuir su amor y todo lo que había hecho por mí de alguna forma. Encontré justo lo que necesitaba..

Tomé una de mis blusas en el escritorio y rasgué una tira fina, perfecta para atarla a sus ojos.

_¿Qué haces?- sonrió con ternura, pero no sé como me parecía lo más provocador del mundo. Me sonrojé- .

_Quiero darte una sorpresa amor-.

Volví a mirar a sus pantalones y me acerqué. Puse la tira como una venda en sus ojos y lo besé. Era la imagen más sexy que había visto en mi vida, se merecía totalmente lo que estaba a punto de hacer.

Bajé sus pantalones y pude ver como sobre su ropa interior sobresalía una gran erección. Mordí mi labio y me deshice de ella, dejando su miembro al descubierto. Lo miré para asegurarme de que no estaba viendo y deslicé mi lengua por toda su extensión al estar segura de ello. Me detuve en su punta y di rápidas embestidas en ella mientras acariciaba el resto de su miembro con mis manos.

Él sujetó mi cabello y pude notar como sus venas crecían mientras su cuerpo se tensaba.

_¡Mierda!- gimió y yo sonreí-.

Introduje un poco más en mi boca y aceleré mis movimientos. De vez en cuando paraba y jugaba con su punta. Hasta que vi como se doblaba, hizo su cabeza hacía atrás y dejó salir sus bendiciones. Volvimos a besarnos y nos separamos para que abriera un sobrecito gris con sus dientes y colocara lo que había en su interior cubriendo a su amigo.

Entonces lo sentí realmente. Me penetró con cuidado, moviéndose lentamente, doblándome aún más. Mis ojos no podían mantener mi vista sobre él, sólo continué besándolo mientras aceleraba sus movimientos. Crucé mis piernas sobre sus glúteos y acaricié su cabello mientras jugaba con su oído. Noté como se erizaba y dobló su cabeza, situándola entre mi cuello. Cada vez se movía más rápido, y sentía como estaba a punto de llegar a mí clímax. Cerré los ojos

Chupó con fuerza en mi cuello y dejó una pequeña mordida en este. Comenzó a disminuir la frecuencia de sus embestidas y luego a acelerar nuevamente hasta que nuestros cuerpos se tensaron juntos. Ambos gritamos nuestros nombres mientras nos corrimos. Sonreímos y nos besamos. Estábamos sudados y jadeando así que nos dirigimos al baño...

Daniel

Sin dudas la mejor mañana de mi vida. Estos meses han sido perfectos. Realmente odio sólo la idea de pensar en regresar a nuestras casas. Después de un delicioso baño juntos me dirigí a la cocina. Era hora de preparar un delicioso desayuno para mí princesa. Abrí la alacena para comprobar todos los ingredientes y luego al refri. Perfecto, quedarían unos waffles y huevos deliciosos.

Mientras el aceite se calentaba me acerqué a las ventanas para dejar entrar un poco de sol y arreglé un poco la mesa. Tomé una manzana que había sobre esta y le di una gran mordida. Supongo que tanto amor en la mañana trae como consecuencia mucha hambre. Sonreí

Me escogí de hombros y caminé hasta el fuego, abrí dos huevos y los dejé freír. Cuando la mezcla de los waffles estuvo lista los dejé cocinar unos minutos y .. ¡listo! Sólo faltaba colocarlo todo en la mesa. Se me había quemado uno ligeramente, pero ya me lo comería yo, no se puede desperdiciar la comida.

De pronto sentí sus pasos. Me acerqué a la puerta para darle una sorpresa y reí con picardía por lo bajo.

Una sombra vino del pasillo, mis ojos quedaron como platos mientras la vi acercarse. Tensé la mandíbula y oprimí con mis manos mi estómago. Las venas de mi rostro sobresalían. Sentía un dolor paralizante, apenas podía moverme. Sólo podía pensar en mi chica.

_Lana..- intenté gritar, pero sentía mi garganta ahogada. Una lágrima rodó por mí mejilla-.

Miré mis manos y fue lo último que vi... sangre