"Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción casi biológica."
Nacimos luchadores.
Guardianes de una guerra sin fin en la que la injusticia y venganza se sirven mejor.
Donde no hay existencia de líneas entre el bien y el mal.
Nacimos armados
con mentes cargadas de ideas poderosas
que aterrorizan a las autoridades.
Nos falta el coraje;
no, nos falta el apoyo de nuestros padres.
Nos llamas niños, débiles,
nos llamas ingenuos,
oh, pero cariño, somos dioses.
Somos todo lo que no pueden controlar.
Vimos la sangre derramarse una vez
y podemos verla correr
un sinnúmero de veces más.
Conocemos la realidad,
sabemos lo que vendrá.
Somos muy jóvenes para sentir que corremos fuera de tiempo.
Pero cuando la injusticia se hace ley,
ser rebelde es una obligación.
Y venimos con causas,
venimos con planes de un futuro brillante,
con ganas de ver una masa arder bajo nuestras demandas.
Venimos para hacerlos enojar,
y para que se den cuenta
de que el mundo
es nuestro.
