Like A Movie (Adaptacion - Johnmark)

No todos los rehenes son dulces y amables

Johnny Suh es un agente de la S.W.A.T. con más de unos pares de años de experiencia.
Se le describiría, si se hiciera una encuesta con sus compañeros de trabajo, como profesional, serio, disciplinado y lleno de sensatez. Es Suh el agente con cabeza fría que toma decisiones y que gusta de ayudar a la gente; pero fuera del trabajo, es Suh, de Chicago, un hombre tímido, encerrado en su propia burbuja, amando la cerveza así como el olor a tabaco.
Sin embargo, bajo su propia descripción, Suh se quedaría sin palabras, porque un hombre con honor no presume sus cualidades ni da a conocer sus debilidades, es sólo un hombre viviendo en una vida de un solo sentido.
Nunca se mira hacia atrás.

Nunca.

Por eso suspira cuando termina la última gota de cerveza. No hay marcha atrás en su arranque por ayudar a un hombre de ojos avellana y mirada suplicante. Sabe que no podrá arrepentirse, porque no hay jamás qué arrepentirse. Su mente tal vez no lo pensó fríamente, pero ya estaba hecho, y asumiría las consecuencias.
Lo único malo, es que no tenía idea de qué hacer.

Lanzó otro suspiro dejando que su frente cayera hasta tocar la boca de la botella y cerró los ojos.
De pronto, un ruido interrumpe su catarsis y con los sentidos de un intrépido agente del grupo S.W.A.T., Johnny gira y sube la botella como si pudiera ser una potencial arma, pero ni con todos los sentidos alerta y el mejor entrenamiento hubiera podido estar preparado para ver a un hombre desnudo frente a él.

-Pude haber tomado la ropa por mí mismo, pero no quise abusar -cruzó los brazos-. ¿Puedes darme ropa? La mía está vieja y huele mal.

El hombre hizo un mohín frunciendo la nariz y elevando los labios.
Johnny no podía creer que horas atrás, ése fuera un hombre rogando por su vida.

- ¿Cómo? -Apenas pudo preguntar, víctima del asombro.

-Ropa -dice con tono obvio -. Dame ropa.

Y vuelve a torcer sus labios. Johnny acaba de despertar en una dimensión desconocida, donde los rehenes desnudos son descorteses y no temen por su vida. ¿Mágicamente a este hombre se le ha olvidado lo que ha sufrido en los últimos días?
¿Cómo puede tener confianza en que él no le lastimará?
Y lo más importante, ¿por qué camina desnudo frente a él?

- ¿Cómo? -Repite sin un mejor argumento mientras el ex secuestrado lanza un bufido de frustración.

-De acuerdo, la tomaré por mi cuenta. Johnny uiere decir algo.
Sabe que debe decir algo, pero su boca se desconecta y su mirada se desvía hacia ese trasero que se mueve de un lado a otro tras un tranquilo caminar.

Sabe que es la cerveza lo que hace que su rostro se caliente, pero también sabe, que no podrá culparla por haber desviado la mirada, y aunque el fenómeno ahora le aterre, tendrá que enfrentarlo; así que se pone de pie, deja la botella sobre la mesa y se acerca con sigilo a su propia habitación. Con respeto empuja su propia puerta encontrando al hombre desnudo hurgando en sus cajones.

-Oye -dice el oficial. El otro se detiene para mirarlo -. ¿Quién eres tú?

-Creo que tú lo sabes, después de todo, deberían de saber los policías quienes rescatan, ¿no?
Johnny asiente con la cabeza.

- ¿Por qué estás desnudo? -Es una pregunta estúpida y lo sabe, pero ya la hizo, y asume las consecuencias. Johnny mira al mas bajo de estatura medio sonreír.

-Tomé una ducha.

- ¿Cómo puedes...? ¿No temes...? -Es difícil preguntar. Es difícil organizar las palabras y formar los cuestionamientos, por eso cada pregunta sale con voz ahogada y con la esperanza de que otro hombre pueda entender.

-No me harás daño -asegura mirándole a los ojos -. No lo harás.

Johnny niega con la cabeza y busca esos ojos avellana. Hay determinación, pero también hay miedo, porque sabe que tal vez pudiera equivocarse y su salvador podría convertirse en cazador.