Nunca te olvides de que existo

Lucas

Querido Lucas:

¿Cuánto tiempo ha pasado de la última vez que nos vimos?

Me da a mí que bastante tiempo, más o menos desde que yo cumplí 15 años y tu tenías 18.

Aunque ya no nos habláramos ni nada, mucha gente me ha dado ha conocer tu paradero. Sé que tienes una gran familia que te quiere y una gran casa en el campo. 

¿Quién lo iba a decir? Antes, yo era la persona que te animaba a seguir con vida, y ahora, soy yo el que quiere dejar de existir en este mundo.

Todavía recuero los momentos de risas y diversión que teníamos jugando a las cartas, al parchís y luego saliendo por la noches a ligar. Que bellos recuerdos.

También recuerdo el día en que peleamos por culpa de la que ahora es una completa desconocida para ti. Me pediste un consejo el cual yo te di, aun recuerdo las palabras finales "esa relación esta afectado a tu salud mental". No sé que fue lo que falló ahí, o que fue exactamente lo que te molestó. Nunca me diste una explicación ni me diste la oportunidad de volver a hablar contigo, simplemente, me dejaste solo en aquel frío lunes de octubre. Estabas demasiado ciego para darte cuenta de que nada estaba bien. Intenté que vieras por ti mismo más de una vez, intente hacerte ver el lado positivo de las cosas, estuve noches sin dormir a tu lado para que pudieras olvidar que la vida era una mierda muchas veces. Pero aquella tarde, donde decidiste que era mejor tomar cada uno por su lado, olvidaste todos esos momentos. Olvidaste todas las risas, todas las salidas, todas las noches hablando hasta bien entrada la madrugada. Olvidaste todos los viajes que hicimos y todos los pendientes, como aquel viaje que te propuse para cuando yo cumpliera los 18 a Londres o aquel viaje a ese pueblo que se convirtió en tu obsesión desde que lo descubriste. Olvidaste todo lo que prometimos y todo lo que soñamos, solo por un estúpido consejo.

Decidiste olvidarme y yo te estoy escribiendo una despedida, la despedida que jamás pudimos decirnos. Tu cumpliste todas esas promesas que me hiciste, pero decidiste hacerlo sin mí a mi lado. Espero que te acordaras en mí en esos momentos y de todas las veces que lo planeemos.

Espero que algún día consigas dejar tu orgullo al lado y vengas a visitarme, aunque sea al lugar donde descanse mi cuerpo.

Siempre te quejabas de que hablaba mucho, pero el silencio me absorbió, este me llevó a la locura, y esta última a lo impensable.

Con mucho amor.

Marc