ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 2

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—¡Qué calor! —Seyeon se estiró aún sentada en el pasto.

Y no era por exagerar, el sol literalmente estaba en su punto ese día.

—Seyeon, te vas a ensuciar —dijo Yuqi riéndose.

—Pero estoy cansada —puchereó—. Fue una carrera larga.

—Eres rápida, no entiendo porqué te sobreesfuerzas —rodó los ojos, tomando asiento a su costado—. Después de todo, ganaste por mucho —recordó señalando con su mentón a todas las personas cansadas en el suelo.

—Bueno... no sé —sonrió su amiga.

—De todas formas —continuó Yuqi, mirando ahora a la pista de atletismo—, ahora están corriendo los chicos, mira.

Seyeon observó hacia donde la de cabellos rizados decía. El primer lugar lo competían Jungkook y Yeonjun, ambos siguiéndose el paso muy de cerca. A veces el pelirrojo tomaba ventaja, pero Yeonjun no se dejaba vencer. Fue una carrera reñida, pero al final, fue el de cabellos marrones quién llegó a la meta primero.

Las chicas comenzaron a gritar y los chicos restantes del equipo de los deportistas le silbaban desde las gradas. Yeonjun pasó su mano por su cabello acomodándolo hacia atrás. Próximamente, se mojó con agua de su botella el rostro.

Seyeon suspiró, el chico era guapo sin siquiera esforzarse. Ella hacía eso y quedaba en ridículo y con la ropa toda pegosteada y llena de pasto.

—¿Sabes? Se me ocurrió una idea —su amiga comentó mirando a la cancha con una sonrisa perversa. Seyeon sabía que eso no significaba nada bueno—. Maestro —el mencionado se acercó a donde ambas estaban sentadas y las miró con una ceja alzada, invitando a Yuqi a proseguir—, ¿cuál es el tiempo de Yeonjun?

—Veinte punto cuarenta y cinco.

—¿Y el de Seyeon?

Oh, la de cabellos cortos comenzaba a sospechar de qué iba eso.

—Veinte punto... cuarenta y cinco. Definitivamente, mismo tiempo —habló sorprendido, como recién percatándose de ese detalle.

La sonrisa de Yuqi solo se ensanchó aún más.

—¿Qué tal una competencia entre él y mi amiga?

Seyeon abrió sus ojos lo más que pudo, y con el ceño fruncido, giró hacia su amiga suplicante.

—Wow, muy buena idea. ¡Yeonjun, a la pista! —el maestro se acercó a los demás alumnos a informarles del nuevo plan.

—Gracias, eh —bufó Seyeon ocultando el rostro entre sus piernas.

—Seguro le ganas, tranquila.

Aún desganada, Seyeon se puso en pie, ubicándose al centro. Con un último suspiro, se estiró antes de ponerse en posición.

—No pienses que tendré consideración y te dejaré ganar.

La chica giró su rostro encarando a Yeonjun. Este tenía una sonrisa de confianza en su rostro, se notaba que había soltado esas palabras con sinceridad. Seyeon ladeó el rostro y se encogió de hombros.

—Siempre debe ser una competencia justa, hazlo lo mejor que puedas —contestó con una sonrisa.

Yeonjun abrió sus ojos en una expresión  neutra, para luego soltar una baja risa y posar su mirada al frente.

—Perdón, olvidé que estoy hablando con la Chica Consejos —le devolvió la sonrisa.

—¡Fuera! —anunció el maestro y Yeonjun y Seyeon avanzaron.

ᴾˡᵉᵃˢᵉ, ᶜᵘʳᵉ ᵐᵉ - ᶜʰᵒⁱ ʸᵉᵒⁿʲᵘⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora