Lo que más odiaba en este mundo era el sonido de la alarma. Ese maldito cacharro estaba ideado para sacar lo peor de mi ya desde tan pronto. Mi madre siempre insistía en que cambiara el sonido pero es que si no, no había manera de despertarme.
Apague el aparato ideado por el demonio y me dirigí hasta el baño para darme una ducha para despertarme por completo.
Nada más terminar de ducharme me seque mi cabello. Cuando termine de vestirme baje y salude a mi madre
—Hola mamá—dije animadamente dándole un beso en la mejilla.
—Alguien se levanta muy animada hoy por lo que veo—comentó mientras se llevaba la taza de café a los labios.
—Si la verdad es que hoy estoy bastante contenta—Anuncié con una enorme sonrisa
Estaba contenta porque hoy eran las pruebas para una famosa escuela de canto de la ciudad. Me encantaba cantar, cantaba siempre cuando podía pero las únicas personas que me escucharon cantar fueron mi madre y Abby mi mejor amiga. Era bastante tímida en ese sentido pero esa escuela era una manera posible de quitarme la vergüenza de encima. Se presentaban como mínimo quinientos personas las cuales antes tenían que hacer un examen previo que después de ese examen quedaban cien pero solo cogían a diez. Yo pase la primera prueba y que ahora me cogieran sería una de las mejores cosas que me podría pasar.
En ese momento se escuchó un claxon de un coche y obviamente sabía que era Abby. Me venía a buscar todos los días a casa para ir al instituto ya que yo aún no tenía el carnet, pero tampoco tenía prisa por sacármelo, seguramente que cuando coja el coche por primera vez me choque contra una farola.
Despedí a mi madre y salí por la puerta principal y me subí al Audi de Abby.
—Holaa dormilona— Bromeó
—Oye que salí nada más tocarás el claxon tampoco te pases— dije con el mismo tono
Abby era mi mejor amiga desde que tengo uso de razón aunque ella era al contrario que yo. Le gustaba mucho salir de fiesta y hacer cosas alocadas mientras que a mi me gustaba quedarme en casa viendo Netflix, leyendo o cualquier cosa que no sea salir de fiesta, aún que lo que teníamos en común era la afición de cantar. Abby ya era parte de la academia a la que me quería presentar y fue ella la que me animó a hacerlo. Abby era muy guapa y casi todo el mundo se fijaba en ella. Tenía el cabello de color rubio ceniza, uno de los rubios más bonitos que he visto en mi vida y unos ojos verdes muy profundos que pueden hipnotizar a cualquiera. Cada mes tenía a un chico diferente detrás de ella aunque hace poco asentó la cabeza con Alvaro un chico que conoció en la academia, y la verdad, es que la envidiaba un poco ya que mi último novio formal fue hace 4 años, cuando tenía trece, y solo nos dimos un par de besos y ya.
Abby era lo mejor que pudo a ver pasado en mi vida. Después de la muerte de mi padre hace un par de años ella fue la única que se quedó a mi lado. Antes teníamos un grupo grande de amigos y salíamos todo el tiempo pero después de perder a mi padre dejé de salir con ellos y ellos dejaron de decirme de salir ya que siempre les negaba. Sin embargo Abby se quedó conmigo en todo momento y no se que hubiera echo de no ser por ella.
— Acuérdate que después del instituto tienes las pruebas- Dijo como recordatorio— ¿Sabes ya que canción vas a cantar?
—Creo que voy a cantar la canción de River de Bishop Briggs-Conteste un poco nerviosa ya que nunca canté delante de tanta gente.
Abby me dijo que para las pruebas tenían que estar presentes todas las personas que pertenecen a la academia ya que es en horario de sus clases.
— ¡Me encanta como interpretas esa canción! Seguro que si lo haces como siempre pasas de primera— Exclamo contenta— Entre los jurados están la directora la profesora y el hijo de la directora, que por cierto, ese hombre con solo mirarte te deja emabrazada- Suspiró dramáticamente.
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A un milímetro de ti
RomanceAbril era un chica a la cual le encantaba cantar. Tenía una vida muy sencilla, simplemente quedaba con sus amigas e iba al instituto, pero su vida empieza a cambiar cuando entra en una academia y conoce al chico el cual pondrá su mundo patas arriba...