COURT

falling for you

El cortejo es algo tradicional.

Es el siguiente paso después del sentimiento de atracción y el previo a la primera cita.

Se principia usualmente por el alfa de manera sencilla para ir progresando poco a poco, asegurándose de hilar lentamente las piezas de una futura relación.

No obstante, Park Jimin no era un alfa común.

Y las palabras sencillo y lentamente no formaban parte de su vocabulario cuando se trataba de su amado.

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Llevaba haciendo esto por un tiempo.

Comenzó cuando Jimin lo vió caminando por los pasillos, tal como si fuera su película de romance cliché personal.

Iba tan lindo vestido con sus pantalones negros y su sudadera de la misma tonalidad que Jimin no pudo evitar pensar en cómo el color resaltaba su piel de porcelana y sus labios rosas. Los bonitos ojos felinos se habían cruzado brevemente con los suyos y el alfa no pudo evitar perderse en las chispeantes constelaciones manifestadas en ellos.

(Jimin las podía ver brillar en la oscuridad de su habitación cada vez que cerraba los ojos por las noches.)

Más tarde, el alfa se encontró a sí mismo inevitablemente buscándolo por los pasillos, mirándolo durante los recesos y memorizando el número de pecas en sus sonrosadas mejillas.

Jimin llegaba temprano a la escuela para plantarse en la reja de entrada fingiendo indiferencia para sentirlo pasar a lado de él y corría con habilidades de un atleta superando su tiempo récord al finalizar las clases para verlo irse a casa.

Él descubrió muchas cosas.

Comenzó con su nombre. Este lo consiguió luego de casualmente coincidir (lo estuvo siguiendo, por supuesto) en la biblioteca, hallando el último libro que leyó para revisar el registro de usuarios de préstamo.

Para ser sinceros, no supo cuántos minutos se quedó observando la desordenada pero sofisticada caligrafía que exhibía su nombre.

Min Yoongi.

(Y tampoco supo cuántos le siguieron imaginando su propio apellido sustituyendo el escrito y cómo sonaría al pronunciarlo todas las mañanas cuando se despertara.)

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Las cosas para Park -No Soy Un Acosador- Jimin fueron mejorando a partir de ese momento.

Sus investigaciones se basaron desde a qué clases asistía y en qué horario, hasta qué tipo de café prefiere y cuál es su gusto literario favorito.

Seguir a Yoongi se volvió prácticamente rutina y la verdad era que nunca se aburría.

Sólo con observarlo podía exponer gran parte de su físico, personalidad y sus gustos. El omega tenía un carácter introvertido, disfrutaba pasar aislado escuchando música pero también adoraba convivir con su círculo de amigos; solía tomar tres vasos de café negro al día y no comía nada durante los descansos; se la pasaba con un libro en la mano y su esencia era de frescas magnolias con un toque a lluvia de verano.

Yoongi de igual forma tenía su lado áspero donde su olor se volvía abrasador y las constelaciones de su mirada eran engullidas por la oscuridad de sus orbes. Esto, lamentablemente, lo pudo contemplar cuando un alfa se le acercó para susurrarle algo claramente ofensivo al oído y agarrarle el trasero sin su permiso.