37. Ser La Reina De Azgeda

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Estaba triste, un sentimiento que odio bastante, por todo lo que estaba pasando y me sentía inútil, otro sentimiento que odio, por no poder hacer nada. Se me ocurrió pasear por Polis, supuso que me iría bien, así que, por primera vez en los once días que llevaba allí, decidí escaparme. Me puse mi capa, la ropa de Azgeda y bajé por la torre. Iba caminando escondida buscando donde vivían Indra y Octavia, sentí que me seguían así que caminé más rápido, me metí en un callejón, recordé que no había cogido mi espada, porque se hubiese visto al salir, así que solo cogí unos cuchillos, al estar allí pude ver la cara de los que me perseguían, sin darme cuenta ellos me dirigieron a un callejón sin salida. Se acercaron a luchar conmigo con sus espadas, luché como pude con los cuchillos y soy buena, pero...era casi imposible ganar a diez hombres sin tener un arma en condiciones. Conseguí matar a unos seis, pero me cogieron y me llevaron en contra de mi voluntad a la plaza, me agarraron y me pusieron una espada en el cuello.

-¡Mirad todos a la temible Blodgona, una asesina y una traidora! ¡Una Skaikru!-dijo uno de los hombres en trigedasleng, la gente se empezó a acercar-El rey Roan la acepta en la torre, los acepta en la coalición a pesar de haber matado a miles de los nuestros, merecemos venganza-todos gritaron, uno me pegó en la cara-¿Quién quiere venganza?

Se fueron acercando, me intenté soltar pero me amenazaban con una espada en el cuello así que elegí resistir. Entonces llegó Roan, se metió entre la gente y se cargó a todos lo que me habían agarrado y los que me habían pegado.

-El próximo que decida acercarse a la reina de Azgeda pagará con la muerte-entonces vi a Octavia y a Indra, que habían estado luchando para soltarme

-Larga vida a la reina-dijo Seiku, uno de mis guardias, entre la multitud, muchos le repitieron y otros se fueron

No entendía que acababa de pasar, yo no era la reina y ellos han dicho que sí, Roan estaba tramando algo. El rey ordenó que me llevasen a mis "aposentos", a curarme y a descansar, a la noche me trajo un vestido.

-¿Para qué es esto Roan?-pregunté

-Te voy a coronar reina de Azgeda, no te ilusiones no somos pareja ni nada hermosa, es por tu seguridad-resoplé-Ya has visto lo que te han hecho hoy, si eres la reina nadie se atreverá tocarte y al que te desafíe le matarás-la verdad es que la idea no sonaba mal

-Pero Roan, no soy de Azgeda ni la reina de nada

-Tú piénsalo así, ¿quieres seguir viviendo? Reinaremos juntos, te dejaré hablar con los tuyos, pero no a solas, podrás salir conmigo o con mis guardias, solamente es un título que ellos respetan, es solo para que no te hagan daño-me explicó

-¿Cuándo acabe todo esto dejaré de ser la reina?-le pregunté

-Solo si tú quieres o si encontramos a un Natblida, pero sí-contestó

-Lo haré-acepté segura de mí misma, no era mala idea, me dejaría comunicarse con los míos y eso era bueno-...además le daré un zasca a Echo, ella diciendo que no conseguiría el trono, ¿puedo mandarle cosas?-pregunté divertida

-Pues claro que sí, mi reina-entonces él se sentó en el sillón y yo entré en el baño. Me puse mi vestido, salí y se quedó con la boca abierta-Por cierto, ya lo había anunciado así que están todos esperando en la sala del trono para tu coronación

-Roan eres de lo que no hay-dije riendo mientras me maquillaba y peinaba

-Y tú eres un bellezón, ¿eres fiel a Bellamy? Porque no me importaría un lío de una noche contigo, nada de sentimientos-dijo bromeando

-Soy fiel a Bellamy, pero si no le conociese a él, te diría que sí, no estás nada mal-dije siguiéndole el juego

Terminé de arreglarme, la verdad es que sin Morrigan conmigo no sabía como maquillarme así que me hice una raya blanca en la cara, una trenza normal y me vestí con lo que me dio Roan. Llevaba un vestido blanco y azul, bastante similar a los de Azgeda. Cogía la capa, iba ponérmela pero al mirarme en el espejo supe que si quería demostrar que era la reina de Azgeda y ganarme el respeto de todos, tenía que dejar mi capa atrás, al menos en la coronación.

𝙻𝚘𝚜 𝟷𝟶𝟶... 𝚅𝚒𝚟𝚒𝚛 𝚎𝚗 𝙽𝚎𝚖𝚎𝚜𝚒𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora