Somnolencia

3

Una mujer misteriosa deambulaba por las ruinas de antiguos reinos, cadáveres regados por todas partes son comunes y para alguien con el encargo de darles el descanso que merecen es común las escenas viscerales y morbosas que las tierras que se desangran otorgan, es como si el mundo necesitara de las tripeas, carne y huesos para saciar su ser y la realidad se los concediera.

La mujer trae consigo una pala y empieza a cavar, enterrar a todos en un solo agujero seria como escupirles en la cara a si que se lleva horas en cavar una buena cantidad de agujeros. Algunos cadáveres eran más resientes que otros, al menos diez de ellos fueron borrados del mundo ese mismo día, tenia que ser rápida pues los entes que hicieron esto podían hacerle lo mismo con mucha facilidad

-...la?...-

Un sonido resuena en los odios de la mujer misteriosa ¿Una voz?

-... ¿Hola? -

Si, una voz cansada y débil, "quizás una trampa de los que provocaron la carnicería para atraer más víctimas" pensó, apresuro su deber ignorando las voces que seguía pidiendo por alguien.

-Un segundo, ya no soy tan débil, es imprudente pero quizás sea hora de considerar una guerra contra esos monstruos- la mujer medita esto unos minutos hasta llegar a la conclusión de que vivir con miedo no es vida.

Sus movimientos el viento que sopla y su figura se opaca entre las sombras de las antiguas estructuras.

-...por favor...alguien venga- la voz se escucha claramente, es una niña, y se encuentra a lado del muro donde la mujer se oculta.

Empuña con firmeza su lanza y salta sobre el muro cayendo frente a la fuente del sonido y apuntando su lanza hacia el mismo.

En efecto, la fuente del sonido era una pequeña niña, y en sus brazos sostenía a otra que dormía, el susto que le provoco a la niña se reflejaba en sus ojos.

- ¿están perdidas? O viajaban con alguien-

La niña no hablo, estaba paralizada del miedo.

- ¿sabes quién eres? -

-...no...-

- ¿Por qué me tienes miedo?

-...no...le tengo miedo...señorita-

-Entonces por qué tiemblas-

La pequeña niña extiende su mano y señala la enorme figura de una armadura negra cubierta de sangre, la cual arremete contra a la misteriosa mujer.

La misteriosa mujer detiene la enorme espada de la armadura negra con su lanza, la fuerza entierra sus pies en la tierra y el miedo empieza a brotar de su corazón, la armadura negra golpea frenéticamente , sus ataques son todos cargados y se concentra mas en la fuerza que la velocidad, los ataques que no conectaron en el cuerpo de la mujer provocaban intenso dolor en los brazos, finalmente logro repeler la espada de la armadura hacia la tierra, enterrándola profundamente, al quedar la espada clavada le daría tiempo para escapar en los que la armadura intentaría sacarla, pero no fue así, la rmadura desempuño la espada y se dirijio hacia la mujer dispusta a golpearla, ahora sin espada sus ataques serian menos severos pero su velocidad aumento y la fuerza de los golpes seguía siendo demencial, la mujer sabia que un solo golpe era suficiente para acabar con ella, pero sabia también que algo así podía pasar y estaba a preparada, con sigo llevaba una pequeña campana, en cuento tuvo oportunidad, la aplasto con sus manos y una brillante luz dejo ciego momentáneamente a la armadura. Cuando la armadura pudo ver de nuevo la mujer ya no estaba.

En las puertas de una ciudad común se escucha los golpes desde afuera y la voz de la quien gobierna ordenando que habrá el gran zaguán.

- ¿¡ESTA BIEN!? ¿¡QUE PASO!?- rápidamente las personas cerca de la entrada se acercaron con gran tristeza y preocupación al ver que la monarca había regresado herida.