White
narrativo
La albina se encontraba enfrente de la puerta de cristal del internado donde había pasado los 11 años hasta ahora, el día era despejado y con un sol iluminando todo a su paso. En su mano izquierda estaba la agarradera de su maleta y en la otra una pequeña maleta en la cual tenía lo necesario para el cuidado femenino. Sus ojos veían la limusina que estaba al otro lado de la puerta, era larga y de color negro, con los vidrios polarizados.
Black a de pudrirse en dinero, pero porque sigue aquí, osea no es como si fuera un lugar de 4ta., pero para alguién que tiene tanto dinero como la pelinegra, no tenía mucho sentido estar aquí, cuando se puede ir a viajar por todo el mundo.
un hombre alto y fornido, con un traje cruzó las puertas del internado, se encaminó hasta donde estaba White y le quitó sus pertenencias
-señorita White, la señora Black ha encargado venir por usted y llevarla a su departamento para su estancia-
el hombre le abrió la puerta de cristal a White y la de coche, una vez dentro White se sentó a como le complacía. El auto se puso en marcha pero White en vez de apreciar el mundo que en su ausencia se había creado, le prestó atención a su celular, Red le había enviado una selfie de ella y Orange en su hogar natal, una montaña verde y mucha vida de árboles se veían en la foto, la pelirroja sonreía alegremente mientras que abrazaba del cuello a Orange, la cual tenía una cara de molestia.
una sonrisa se le escapó a White al ver a su amiga y amante. la historia de esas dos era sencilla, primero enviaron a la mayor y después a la menor, Red no iba a entrar en su cabaña, pero las insistencias de todas hacia los generales los incito a aceptar la petición.
-señorita llegamos- baja del carro y carga sus maletas sin dirigirle la mirada ni la palabra al chofer, no era por maleducada, solo que no le interesaba en lo absoluto establecer conversación con aquel hombre
entró por las puertas del edificio y nuevamente sus maletas le fueron arrebatadas de sus manos, un empleado lo subió a una carretilla, todo era lujo, la alfombra roja que parecía sangre y se conservaba muy bien, los candelabros y arquitectura de lugar parecía hechos con diamantes y oro, todo perfectamente hecho y puesto en su lugar, personas con trajes que seguramente alguién sin dinero tendría que vender un riñón, usandolos con elegancia y atractivamente.
se acercó a la señorita atrás de la recepción , una linda rubia con el cabello sujeto a una liga formando una cola de caballo y su uniforme impecable, tenia los senos medianos, White se mordió un labio para no ver esa parte del cuerpo de la empleada.
-hola, muy buenos días, me llamo perla, bienvenida a holstdepartments, ¿tiene algún departamento aquí? o ¿desea ver nuestros departamentos disponibles?- vaya que voz tan energética
- vengo al departamento de Black Diamond- la recepcionista le sonrió
-solo antes de dejarla ir al departamento de una de nuestras clientas de mayor importancia, le llamaré como protocolo, lo sie- la interrumpo
- no pasa nada, llamele, me llamo Yellow Diamond-
entra por fin al elegante departamento viendo todo al paso, unas ventanas con vista a toda la ciudad, en una esquina estaba un piano, la cocina al fondo una mini sala en medio las escalera a un segundo piso, donde estaban las habitaciones, demasiado grande para el gusto de White y lujoso
el telefono empezo a sonar y White lo contento
-¿te gusto tu nuevo hogar temporal?- la voz de Black llegó a las orejas de la albina
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te odio
Casualeimposible, jamás serás de mi familia, te mataré cueste lo que cueste lo que cueste, te lo juró te acabare