Capítulo 38

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Naruto.

Cómo me dolió dejarla, como me dolió saber lo mal que se sentía, pero yo me sentía peor. Ella se burló de mi, me mintió y lo peor se todo, con mi mejor amigo.

No puedo mirarla y no sentir furia y decepción. No quiero verla, no quiero.

No entiendo como no pude darme cuenta antes.

Mi dirigía a casa de Hinata, que sé que me escuchará. Necesitaba estar con ella, necesitaba desahogarme.

Llegue y timbre con desesperación.

-¡Naruto! ¿Qué pasó?

-No te imaginas qué pasó. ¿Recuerdas mis sospechas? -Entre a su casa- Sakura estaba con Sasuke, Hinata, ¡Con Sasuke! Alguien me mando un mensaje con varias fotos de ellos, ¿sabes cómo me siento? No me enteré ni por mi mejor amigo, ni mucho menos por mi hermana. ¡Me siento como un imbécil! -Grité. Ella se acercó a mi y me abrazó.

-Cálmate, Naruto.. Supongo que no fue fácil para ellos decírtelo.

-¡No! ¡No me puedo calmar! Sakura es una put... -Ella me soltó y me miró con furia.

-¿Qué te pasa? ¿Cómo puedes hablar así de tu hermana? Exactamente por eso nunca te dijeron nada, porque reaccionarías así. Sakura era bastante cuidadosa con eso, tenía miedo de lo que pudieras hace... -La interrumpí.

-Espera, ¿tú lo sabías? -Ella se alejo de mi y empezó a jugar con su cabello, ignorando mi pregunta.

Eso significaba que estaba nerviosa. Me acerqué a ella y agarre su mentón, haciendo que me mirara fijamente.

-Hinata, ¿tú lo sabías? -Dije con la voz entrecortada.

No. Esto no...

-S-Si.. -Respondió bajando su mirada.

-Genial, ¡genial! Hasta mi novia lo sabía. Todos en esta maldita ciudad lo sabían, y ¡nadie me dijo nada! -Grité.

-Naruto, yo no podía decirte eso, yo no podía meterme..

-!Cállate! -Grité de nuevo haciendo que se asustara.

Ella empezó a llorar, pero sabía que no se quedaría callada, siempre tiene algo que decir así se sienta muy mal.

Supongo que esa es una de las cosas que más me gustan de ella. Pero en este momento, no quería escucharla.

-¿Por qué no piensas un poco, eh? Así como tu te enamoraste de mi, ¡Sasuke se enamoró de tu hermana! Así como tu cambiaste, ¡así lo hizo él! Pero tú solo piensas en ti. ¿Por qué no te pones en su lugar? Oh, ¡perdón! Se me olvidaba que solo piensas en ti. El mundo no gira a tu alrededor, Naruto. Deberías a veces pensar en los demás.

-Espera, espera ¿yo me enamoré de ti? ¿Estás segura de eso? -Dije burlón.

Si. Si me enamoré de ella. Desde el momento que empezamos el maldito juego de juntar nuestros cuerpos cuando quisiéramos. Desde que después de escucharla gemir, se acostaba en mi pecho exhausta y hablábamos acerca de nuestros problemas hasta las 4 de la mañana. Desde que se quedaba dormida en mi pecho completamente desnuda, brindándome confianza.

Porque soy la única persona con quien Hinata ha estado. Ella me lo ha confesado.

Y la necesito más que nada.

Pero ella me mintió, ella hizo parte de este juego. No podía evitar mis impulsos. Estaba dolido y una pequeña parte de mi quería hacer la sentir mal. Pero la otra, solo quería abrazarla y decirle que dejara de llorar.

Pero el orgullo se interpone.

-Y-Yo.. -Dijo entrecortada.

-Si, lo pensaste. Muchas lo piensan, Hinata. No es mi culpa si te ilusionaste.

-¿Entonces por qué mierda viniste? ¿Para contarme lo mal que te sentías, verdad? ¡Porqué yo soy la única capaz de escucharte! -Gritó.

-Eres buena en muchas cosas -La mire de arriba a abajo- Pero, ¿quién dice que la diversión no puede darte uno que otro consejo?

-¿Diversión? -Preguntó confundida.

-Tú solo eres un juego para mi, Hinata. -No podía creer que estaba haciendo esto.

Ella abrió la boca para decir algo, pero luego la cerró. Seco sus lágrimas con brusquedad.

-Pues el juego terminó. -Dijo y señaló la puerta.

-No voy a mentir, fue una buena partida. -Dije burlón y salí de su casa.

Siempre pasaba esto. Siempre que alguien me lastimaba, sentía la necesidad de hacerlos sentir igual, o incluso peor. Por eso muchas personas se van de mi lado, ¡nadie nunca se queda conmigo! Porque si, soy impulsivo y no puedo controlarme.

Maldita Hinata, sólo quería volver a timbrar y besarla, demostrarle que nada de lo que dije era cierto. Pero simplemente no puedo, todos los que me engañaron, lo van a pagar.

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Sakura.

Después del largo camino, me encontraba tumbada en la cama donde alguna vez Sasuke y yo habíamos dormido.

No había dicho nada en todo el viaje, después de mi encuentro con Sasuke, no quería hablar con nadie.

-¿Necesitas algo? -Dijo Utakata entrando a la habitación.

-No. -Dije seca.

-Vamos, Sakura.. No te pongas así. Vinimos a disfrutar esto, ¿no?

-¿Qué tal si vamos a la fiesta en la playa hoy? -Dijo Ino entrando a la habitación.

-No, no hay manera de que vaya. No tengo ganas de nada, Ino.

-Supongo que nos quedaremos contigo. -Dijo Ino sentándose en la cama.

-No, no. Ustedes deberían ir, no les voy a arruinar esto. Así que vayan a esa fiesta y diviértanse. Voy a estar bien.

Y los convencí. No quería que se quedaran aquí solo por que yo me sentía mal.

Tenía a los mejor amigos del mundo y de eso si estaba segura.

Cuando salieron, me tumbe en el sofá a ver varias películas de acción. Lo último que necesito ahora mismo es ver una película romántica para sentirme peor.

Había visto cinco películas ya y me había terminado todo el helado.

Necesito más helado. Es lo único que me hará sentir bien ahora mismo.

Vamos, Sakura, tú puedes ir al súper sola. No te va a pasar nada.

Ino y Utakata se fueron con un amigo a la fiesta y Utakata había dejado su auto. Hoy era mi día de suerte.

Busque las llaves por todos lados, hasta que las encontré sobre su cama. ¿Por qué no lo pensé antes?

Estaba en el auto y suspiré. Vamos, Sakura, tú puedes hacer esto... Sasuke te enseño.

No, no, no pienses en él.

Empecé a conducir despacio, con el miedo a chocar con otro poste. Al parecer lo estaba haciendo bastante bien y estaba tranquila.

Un auto venia justo detrás de mi, al principio no le preste mucha atención, pero estaba casi segura de que este auto me perseguía.

Gire a la izquierda y aumente la velocidad, este hizo lo mismo.

Si querían asustarme, lo consiguieron.

Aumente mucho más la velocidad y tuve que frenar.

Oh, no.

Calle sin salida.

Eres mía, pequeña (versión SxS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora