No quiero dormir, porque sé que al despertar no estarás ahí, se supone que me debo acostumbrar, que es usual, que sólo te encuentre en mis sueños, o que luego de verte debas partir. así ha sido desde el inicio, y no veo una razón que puedas usar para cambiar las cosas...
Me gustas... mucho más de lo que puedo controlar, ya eres un huésped de mi memoria, lo cual es excelente, siempre te tengo afrente del timón, hombro a hombro, tu recuerdo me ayuda a afrontar mis batallas personales, y vaya que es una maravilla, el hecho de encontrarte, de que en medio de tantas personas increíbles, te hayas fijado, en aquella loca escritora, que no hacía más que gastar sus madrugadas suspirando tras una pantalla, escribiendo para un extraño que años después se convertiría en su novio, y como las casualidades no existen, agradezco que la vida, haya escogido a tan excelente maestro para acompañarme en el camino...
Tengo la certeza de que me amas, es algo que no pongo en duda nunca, pero, ¿y sí está vez soy yo la decide partir?...
Anhelo saber qué pasaría, ¿irías por mí? o por otra parte ¿seguirías tu camino?...
En ocasiones necesito saber cuál es el grado de importancia que tengo en tu vida, lo cual no quiere decir que no note tus esfuerzos diarios, sino que no quiero adivinar, quiero conocer tu respuesta...
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Diálogos en bicicleta
RandomConversaciones honestas, reales, con un toque de ficción