Atte: Kookie

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El corazón de JungKook latía con fuerza, por un momento sintió que hasta iba a desmayarse cuando escuchó la voz que menos quería oír en ese instante.

—¿YoonGi hyung?—preguntaron a sus espaldas.

No quiso ni darse vuelta para comprobar que era TaeHyung. Con tan solo el sonido de la voz era suficiente para saber que se trataba del "Chico Gucci" como él le llamaba.

Apenas llegó se colocó al lado de JungKook y saludó a la felíz pareja. Su respiración se notaba agitada, al parecer había ido corriendo. Pero no entendía porqué si el salón donde se encontraba estaba a unos escasos pasos.

—TaeHyung-ssi él es JungKook—habló JiMin sonriendo—Espero que puedan llevarse bien.

Jeon no necesitaba esa presentación. Sabía perfectamente quién era Tae, pero no sabía si el bello chico con bandana tenía claro quién era él.

—¡Oh!—exclamó con sorpresa al observar bien a Kook—Choqué por accidente con él el otro día. No sabía que era tu amigo.

Por más que se estaba conteniendo, JungKook quería gritar. No hizo falta tener una conversación con Kim, pero ya estaba logrando que se emocione. Era increíble cómo recordaba ese accidente, por más mínimo que fuera, pero al menos sabía que había sido con él.

La cita de ambas parejas tuvo como destino una pista de patinaje. Apenas llegaron el ambiente romántico podía sentirse en el aire, ya que eran mayormente novios los que frecuentaban esos lugares.

Aunque tratara de disimular los nervios de JungKook eran evidentes. Cosa que Tae pasó o fingió pasar desapercibido ya que reía con sutileza ante algún movimiento torpe del menor.

Además de sentir cientos y miles de mariposas en el estómago por estar junto a la persona que quería, Jeon también temió por su vida cuando JiMin lo dejó a su suerte en plena pista, sólo. Y lo peor, no sabía patinar.

—¿Pudiste hablar con él sin que se te grabe la lengua?—bromeó Park—No tenía idea de que estabas enamorado de él.

—¡Y no lo estoy!—se quejó—Tú sabes que me cuesta un poco socializar con desconocidos...

—Tranquilo—dijo en tono comprensivo—¡Oh! Ahí viene. Te dejo con mi futuro cuñado—rió.

Cuando su amigo se alejó se dio la vuelta y le dedicó un guiño travieso a Kook al ver que TaeHyung se acercaba a él. No captó muy bien el mensaje, pero supuso que le enviaba sus ánimos para poder entablar alguna conversación con Kim.

—¡Oye!—se acercó Tae con una sonrisa en los labios que derritió de forma inmediata el corazón de Jeon—¿Quieres que te ayude?

El azabache se congeló unos segundos debido a la mirada fija que el rubio posó sobre él. Era tan profunda que impactaba y sus ojos cafés tenían un brillo que los hacían únicos.

JungKook entendía poco y nada sobre el patinaje, pero se olvidó por completo de sus habilidades fallidas cuando TaeHyung lo tomó de las manos e hizo que se deslice de manera suave por la pista.

Era como enseñarle a un niño a caminar, pero con un nivel de dificultad más elevado.

Los roces "accidentales" teñían de un rosa las mejillas de Jeon, quién no había podido dejar de sonreír al estar junto a Kim por tanto tiempo. Era un récord. Kook fue dominando los patines poco a poco y mientras, aumentaba su confianza con el rubio.

Demasiada confianza podría decirse, tanta que hasta estaban tomados de las manos.

—Quiero una foto contigo—soltó de repente TaeHyung—Quiero tener un recuerdo de éste momento.

JungKook podía sentir sus mejillas arder como el mismísimo infierno en ese instante. Si varias veces Tae había logrado ruborizarlo, ésta vez se pasó de la raya.

El mayor sacó de su bolsillo su teléfono celular. Activó la cámara y buscó un ángulo donde pudieran verse bien ambos. Pero justo antes de presionar aquél círculo blanco para tomar la foto, su celular se apagó por completo, para luego mostrar en la pantalla un símbolo rojo, indicando que su batería había muerto.

Kook maldijo en su mente. No iba a desaprovechar ese momento. Nunca sabes si vas a tener la oportunidad de vivirlo de nuevo así que se arriesgó.

—Usemos el mío—dijo refiriéndose al celular. Hyung asintió impaciente, esperando que el otro joven sacara su teléfono, pero se quedó sin nada—¿T-te molestaría ir a buscarlo? Es que, si me muevo de aquí me voy a caer y no quiero tener moretones en el trasero.

TaeHyung se dirigió sin problemas hacia los casilleros donde se guardaban los bolsos y pertenencias. Buscó el número que le indicó Jeon y abrió el locker. Comenzó a buscar y entre las tantas cosas que JungKook tenía, sus manos tocaron algo que le llamó la atención. Y le parecía conocido.

Sin que Jeon se de cuenta lo sacó de la mochila y al verlo se quedó sin palabras.

Era uno de los típicos paquetes en los que "Kookie" le dejaba sus galletas junto con las notas. Se planteó la posibilidad de que sea algún error y se esté confundiendo de chico pero era casi imposible.

Aparte del móvil, conservó las galletas y el papel, pero ésto último lo escondió detrás de su espalda y volvió a incorporarse a la pista.

Desde lejos podía ver en una esquina a su amigo besándose con JiMin, y apartó la mirada rápidamente. No es como si no los hubiera visto antes, pero de alguna forma u otra lo incomodaba en cierto punto.

—¿Lo encontraste?—inquirió Jeon. Tae asintió.

—¿Puedo hacerte una pregunta?—replicó Kim con curiosidad—Encontré ésto en tu bolso—extendió la mano y se lo enseñó al azabache.

El menor tragó duro y sintió sus piernas flaquear por un momento. Quiso darse una bofetada por ser tan distraído y haber olvidado ese pequeño detalle, que tal vez ahora empeore las cosas.

—O-oh, eso ees—tartamudeó—Sson galletas—respondió rápido.

TaeHyung bajó la mirada. Capaz esperaba otro tipo de respuesta por parte de Jeon. Pero no estaba seguro si quería la respuesta que él quería escuchar.

—Tú eres Kookie ¿Verdad?—dijo sin vacilación alguna.

JungKook apretó los ojos, nervioso. Lo habían descubierto y de la forma menos pensada. No podía creer que su secreto se haya revelado por culpa de su torpeza, pero hasta un buen criminal, comete los errores más estúpidos. Y JungKook no lo era, pero sí despistado.

TaeHyung apartó las galletas a un lado y se centró en JungKook. La mirada seria del mayor era en verdad aterradora. No podía saber con exactitud si quería saltarle al cuello para clavarle tres cuchillos, si estaba tan impactado que se quedó en shock o si se sentía desilusionado de que él no fuera lo que Tae esperaba de su admirador.

—Escucha TaeHyung—comenzó con tristeza mirando hacia el suelo—Lamento si te decepcioné ¿Si? No fue mi intención y entiendo si ya no me quieres volver a...—lo detuvieron.

Las manos de TaeHyung en su rostro lo detuvieron. Y terminó de interrumpirlo por completo cuando el mayor lo tomó por la cintura y pegó sus labios a los de JungKook uniéndolos en un beso.

TaeHyung nunca pensó tener un admirador secreto.

Nunca pensó que fuera un chico.

Y mucho menos pensó, que ese tal "Kookie", iba a robar por completo su corazón.

Fin.





«Atte: Kookie» TaeKook/VKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora