[ Tres años despues. ]Un rizado llegaba a su hogar despues de una jornada de trabajo, seguramente Erick ya habia llegado siempre llegaba antes que él.
Abrio la puerta de su casa y de inmediato un delicioso olor llego a sus fosas nasales, sonrió Erick debia estar preparando la cena, sonrio sin darse cuenta, camino sigilosamente asta llegar a la cocina en donde él ojiverde se encontraba guisando y cantando la cancion que sonaba por la radio mientras movia sus caderas al ritmo.
Joel se acerco pero antes de que pudiera tomar la cintura de su esposo un pequeño ladrido fustro sus planes haciendo que Erick de la vuelta y lo viera con panico pero no le duro ni tres segundos, reconocio rapidamente a Joel y sonrió acercandose poniendo sus brazos alrededor del cuello del rizado para atraerlo y besarlo peró una vez mas sus planes se frustrarón, el pequeño cachorro habia vuelto a ladrar y demandaba atención.
-Y sí lo devolvemos.-dijo Joel en un suspiro mientras Erick se separaba e hiba por la comida de Curly el cachorro que habian adoptado hace un més.
-No Joel, no vas a devolver a nuestro hijo.-dijo mientras acariciaba a curly y le daba una mala mirada al rizado.
-Pero ya no podemos coger en las noches porque te empeñaste con que duerma en nuestro cuarto.- dice él rizado mientras mira mal al cachorro.
-Joel no lo vas a devolver solo porque ya no cogemos como antes.-dice por ultimo dando por terminada esa discución.
-No es justo bebé te quiero para mí.-dice en ún puchero mientras lo toma por la cintura para darle la vuelta y plantarle un besó que el ojiverde no duda en corresponder.
Erick sonrié entre el beso, es muy felíz con la vida que tiene ahora. Aún siente algo de remordimiento por lo que paso años atrás pero esta seguro que no cambiaria nada porque ahora todo es perfecto entre ellos.
Joel por su parte, esta felíz tiene una noticia que darle al ojiverde, después de insistir tanto para adoptar hoy porfín les han aceptado la solicitud.
Porfín tendran un pequeño o pequeña corriendo por la casa, ahora siente que porfín las cosas an tomado su lugar, aunque aveces piensa en como consiguio lo que tiene ahora...a costa de la felicidad de su hija sabe que élla no lo va perdonar pero no puede hacer nada.
Se separaron y él ojiverde le sonrio, fue a servir la cena, comieron tranquilos, y luego fueron a su habitación a ver una película, era ya como una tradición.
El ojiverde se encontraba recostado sobre el pecho de sú esposo acariciando al cachorro entre sus piernas que estaba dormido asta que el rizado llamo su atención.
-Bebé...-le dijo al oído.
-Dime Joey.-dijo dejando al cachorro a ún lado sin que despierte y dandose la vuelta para ver al rizado.
-Hoy me dieron la respuesta para saber si eramos aptos para adoptar.-le menciono tranquilamente.
-Oh, que dijeron.-dijo temeroso ya se los habian negado dos veces y tenia miedo de que esta vez se los volvieran a negar.
-Pues...-dijo Joel fingiendo descepción.-Sí, nos aprobaron bebé vamos a poder adoptar y tener a ún pequeño corriendo.-dijo con una sonrisa grande.
-¿E-enserio?-dijo con felicidad y los ojos aguados, se lanzo a abrazar a su esposo con pequeñas lagrimas de felicidad.
-Si bebé.-dijo correspondiendo al abrazo con una sonrisa.-Sabes... cuando estoy contigo siento algo que ya no creí sentir, ún sentimiento de paz, cariño de queres protegerte bebé, te amo tanto.-dijo dejando un besito en su cabecita.
-Te amo mucho más mi amor.
▪Fín▪