Artist's Dream (JULIANTINA)

Capítulo 15

—Mira, corrígeme si me equivoco aquí, pero me da la sensación de que tú y Juliana son más que simplemente conocidas casuales. —Dijo Camila mientras pasaba detrás del castor de madera.

Valentina trató de ignorarla. Ella se puso de rodillas y se sacudió el polvo y las virutas de madera de la escultura.

—¿Por qué no me estás respondiendo?

Valentina se sentó sobre sus talones y puso sus manos en las caderas.

—¿Qué quieres que te diga?

—Afirmabas apenas conocerla, sin embargo ella te busca en el bar y te pide bailar. Luego se presentan juntas en la fiesta. Te emborrachaste hasta el culo y ella te lleva a tu casa, ¿y no tienes nada que decir al respecto? —Camima se enfrentó a ella con sus propias manos en las caderas—. Dame un respiro. No nací ayer. He visto su tipo.

—¿Su tipo?

—Sí. ¡Su tipo! Dios mío, ¡mirala! Ella es como el guapo mariscal de campo del instituto y tú eres la última virgen que queda en la escuela. —Camila se inclinó y miró a Valentina a los ojos, con un tono mortalmente serio—. Ella está tratando de ganar el mejor horno tostador.

Valentina se echó a reír, cayendo al suelo y agarrándose su pecho.

—Eres increíble. —Jadeó—. ¡No creo que Juliana Valdés sea el tipo de lesbiana que anda dando vueltas convirtiendo a mujeres heterosexuales!

—¿Por qué te ríes? ¡Lo digo en serio!

Valentina se sentó y cruzó las piernas y se limpió la sonrisa en su rostro.

—Pensé que estarías feliz de que alguna mujer me estaba prestando atención. Después de todo, estás convencida de que soy lesbiana. Entonces bajo esa circunstancia ella no me está convirtiendo en algo que no soy, ¿verdad?

—Ella no es lo que yo tenía en mente. Ella es demasiado...Simplemente demasiado.

—¿Demasiado qué? ¿Demasiado atractiva?

—No. Sí. Ella es...Valentina, tan sólo mirala. Ella podría tener a cualquier mujer que quisiera, cuando quisiera. Estoy segura de que ha estado con un montón de mujeres.

Valentina se rió de nuevo.

—Camila. Juliana Valdés no está interesada en mí. Ni yo en ella. —Añadió esperando sonar convincente.

Camila la miró y fue su turno de reír.

—¿Seguramente vas a decirme que yo imagine esas miradas entre tú y Juliana?

La sonrisa de Valentina se desvaneció y levantó la barbilla.

—Tengo la certeza de que somos solo amigas y apenas eso. —Insistió—. Lo siento si piensas lo contrario.

—Cariño, conozco al tipo de ella. —Dijo Camila de nuevo suavemente—. Me preocupas. No quiero que ella se aproveche de ti.

Valentina tomó la mano de Camila y se la llevó a sus labios.

—Te amo, Camila. Eres la mejor. Pero no te preocupes por mí. Puedo manejar esto. —Ella agitó una mano por encima de su cabeza—. Sea lo que sea. Juliana es una persona muy agradable y me gusta mucho pasar tiempo con ella. Pero, como una amiga. —Aclaró.

Camila la miró en silencio durante un largo momento.

—Si necesitas hablar...

—Lo sé. Tú serías la primera.