~Cap. 1~

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        ~LAS FEAS TAMBIÉN LLORAN~



No tengo que admitir que la escuela desde afuera era un buen lugar, era grande, acogedor, colores oscuros pero llamativos a la vez, etc. Aunque estudiar en esta nueva ciudad de la cual teniamos poco y muchos saber que clase de gente había aqui adentro pero ni modo la carcél digo la escuela me llama.

-Valentina, deja de mirar la escuela como si te quiesieras morir- Con una ceja levantada.

-Es que no es ella soy yo, no se que me puede parar aqui- Diciendo pensativa.

-Cielo, eso lo deberías de dejar en el pasado por algo pasan las cosas y es por eso que nos toca vivir ahora aqui- Tratando de animar a la chica de pocas energias.

-Madre, tu sabes que nunca voy a volver a ser la misma y si se trata de ser una muñequita no lo voy a hacer- Entrando en aquella escuela.

-No lo vas a hacer, solo vas a tratar de ser una dama hecha y derecha- Marcando sus manos con un pulgar arriba.

-No me vengas con eso madre tu sabes que niña no soy y lencha tampoco, solo que soy algo ruda- Diciendo muy natural.

-Algo?- Diciendo en modo exagerada.

-Bueno, mucho- Mientras rodaba los ojos.

-Tienes que cambiar aunque sea un poco para que te lleves bien con los de aqui que son buenos niños de seguro- Diciendo con aprobación.

-Buenos niños?, no creo si se ve que son una mierd...-Termino la oración a ver a la señora Troncha Toro en vida.

-Así que usted debe de ser la nueva estudiante- Levantando la ceja.

-Si, señorita?-Tratando de saber el cargo.

-Señorita?, mamá se nota que ya esta ruca-Mientras levantaba la ceja.

En eso la madre le suelta un codazo.-Perdonela, es solo que no esta acostumbrada a tratar tanta gente.-

-No se preocupe, en esta institución ya  no tendra ese vocabulario pesado- Levantando su ceja.

-No pues se nota que la militar esta mejor que esto- Volteando los ojos.

-Hija!!!, no digas esas cosas-

-Perdón, pues ya vamos a la cosa donde me van a tener torturada o sea el salón- Aún volteando sus ojos y bufando.

-Por favor siganme por aquí- Señalando con una mano nuestro camino.

En lo que el fosíl nos daba una explicación  acerca de esta carcél y así yo solo iba admirando el silicona tanto femenino como masculino de aquella escuela, todos estudiando con aquel uniforme su peinado con gel y cara tallada por los dioses. Eso era lo más asqueroso de todo era como los powe rangers todos son iguales pero de distinto color u aspecto diferente.

-Bueno señorita aqui esta su salón, pase por favor- Haciendo su mano una indicación para que pasara.

Después de ahí que les digo, lo normal les dije  mi nombre y anterior escuela aunque me daban ganas de decirle que con verlos me daban ganas de vomitar en fin tuve que ir a mi asiento correspondiente a lado de un chico alto, con cabellera azabeche, ojos de un azul muy claro.

No les voy a mentir me dejo con la boca así, descripción gráfica: :o

-Qué estas viendo adefecio?- Decía aquel chico guapo.

-Adefecio tu cola- Volteando los ojos.

-Que elegante vocabulario monstruo- Levantando la ceja.

-Pues si empezaras por callarte y dejarme anotar creeme que esto estaría mejor- Diciendo mientras sacaba los útiles.

-Y si no te dejo qué me haces?- Poniendo su mano enfrente de ella y una distancia corta.

-Te parto tu carita toda estupidita- Haciendo que su dedo del medio saliera para enseñar a el y cuantos más vieran mejor.

-Y si mejor te vas de aquí?- Acercandose más.

-Qué más quisiera pero me obligarón cariño, así que solo me queda estar aqui- Mientras sostenía la mano de  aquel chico.

Viendo aquella mano volteo instataneamente a ella y con ese comentario tan dolido, -Uy, si que eres una zorra- Dejando aquella distancia cercana.

-Vas a ver que no- Mientras soltaba un puñetazo en aquel cachete tan suave.

-Señorita Valentina y jovén Martín se van a la dirección inmediatamente- Diciendo sin nada más que decir.

Así que agarre mis cosas y me dispuse a irme no antes sin golpearlo también con la mochila a lo que él se dispuso a jalarla y hacerme caer junto con mi silla haciendo la burla de todos.

-Para que veas quién triunfa siempre voy a hacer yo- Diciendole en un susurro.

-Ya lo veremos mequetrefe-Levantandose como si nada.

Al ir a la dirección fue silencioso pero a la vez tranquilo me gusto romperle algo de lo que ya tenía operado para ser perfecto, en eso veo a una señora ir corriendo tras al jovén que estaba sentado en una silla afuera de la dirección.

-Hijo, qué demonios hiciste?-

-Nada, solo me defendí-

-Me asustaste pequeño- Entre lagrimas.

-Mamá, hielo por favor-

-Ah, si claro!!- Casi gritando.

-Oye señorita- Me tocaron con sus manos.

-Qué carajos quieres?, no entiendes que te od...- Quedandose sorprendida por ver a alguien diferente como a los que estan acostumbrados a ver aqui.

-Ah, perdón mal momento- Agachando la cabeza.

-No perdoname a mi, pense que era el inútil que me acompañaba a la dirección- Rascandome la cabeza.

-Querida mueve tu trasero de plana que quiero acabar mi sentencia rapido con el fosíl- Volteando los ojos.

-Bueno supongo que te dejo para que lo ayudes con ese moreton- Diciendo apenado.

-Ah, no te preocupes que se le pudra esa cosa que tiene como cara- Tratando de reir un poco.

-Mounstro!- Grito.

-Callate mequetrefe!!- Gritando igual.

-Deja a tu ligue a un lado que quiero acabar con eso- Enojado.

-Y si no quiero hacerlo qué?- Volteando y haciendo una mueca.

-Yo te llevo a fuerzas-

-Intentalo-

-Eso quieres?-

-No me  das miedo-

-Jovenes entren y señora Smith tanto sin verla espero que se recupere Oliver de ese golpe- Diciendo con amabilidad.

-Oh, muchas gracias- Sonriendo.

-Ahora si entren- Cambiando a un aspecto de seriedad.

Los dos obedecimos sin más que decir. Y a decir verdad se siente bien golpear a quien se lo merece. 

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