2. Vidas destinadas

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No puedo parar de reír y de saltar con mis amigos. La canción era graciosa y de aquellas con un ritmo extraño.

—Olvidalo, no estás nada oxidada. Fue mi error decir esas palabras— Max hace un puchero y salta junto conmigo.

—Te dije que ibas a morir, aunque no de manera literal. Te apuesto que a qué cuando llegues a casa, caerás a dormir como una tabla— río y me sostengo de Erik.

Una voz peculiar hace voltear a Erik quien alza su mano saludando a un chico que se acerca entre la ola de adolescentes.

Magnus Winchester, el hermano mayor de Sussie.

—Erik, que gusto verte aquí— le da la mano y se dan un apretón. Mira la mano con la que Erik me sostiene y luego me mira a mi.

Yo lo miro con curiosidad. Había escuchado que era guapo, pero nunca imaginé que a ese grado.

Por el alcohol mis mejillas están sonrojadas, le sonrio levemente y el me devuelve la sonrisa.

—¿Samantha, verdad?— me extiende su mano. Yo asiento y luego sujeto su mano con suavidad, —un gusto conocerte—

—Igualmente— le dio y suelto su mano.

—Ven conmigo— Magnus me hace una seña y yo lo miro. 

Arrebata mi mano de la mano de Erik, saluda a Max y luego me jala hacia la barra de bebidas. Ahí pide dos shots de algún licor que su nombre me pareció extraño.

En la mesa aparecen dos pequeños vasos con una bebida alcohólica de nombre desconocido para mí. Frunzo el ceño al ver que era algo transparente amarillo

—Tranquila, es tequila. Toma uno conmigo— sonríe y levanta el caballito hacia el techo. Ahí puedo ver qué tiene un tatuaje en el músculo del brazo.

—¿Tequila?, ¿Quieres verme morir?— lo miro y tomo el vaso, luego me encojo de hombros y lo tomo de un solo trago.

Me arrepiento absolutamente al instante de hacer eso. Era ácido, amargo, caliente. ¿Por qué tenía que haber hecho eso?. Hago una mueca y toso un poco

Escucho la risa del chico al lado de mi y le lanzo una mirada de odio. Me guiña el ojo y golpeó su brazo con mi dedo índice.

Observo cómo vuelve a levantar el vaso hacia a mi y luego se lo toma de la misma manera en que yo lo hice, pero sin hacer ni un solo gesto.

—Buen trabajo, no moriste en el intento— da una leve palmada en mi espalda y se levanta de la silla tomando mi mano y devolviéndome con mis amigos

Mis amigos me miran y luego miran a Magnus, el dice que tiene que ver a su hermana y luego se despide de Erik y Max

—Espero volver a verte, Sam— da una suave palmada en mi cabello y luego se va.

Los dos castaños enfrente de mi me miran sorprendidos y sonríen, luego comienzan a empujarme suavemente de un lado a otro.

—Le gustaste a Magnus Winchester— cantan al mismo tiempo y yo piso un pie a ambos chicos.

—Callense, eso es una horrible mentira— me sonrojo y miro hacia el suelo.

Ellos me explican que si Magnus te hace tomar algo, es una forma de decir "eres linda". Yo me sorprendo y luego hago una mueca de asco al recordar el sabor del tequila.

—Pudo haberme dado algo menos fuerte— arrugo mi nariz.

Los chicos se ríen y me jalan más al centro para volver a bailar de nuevo.

Era divertido estar con ellos, aunque algunas veces llegaban chicos con ellos y yo me sentía muy mal tercio.

2:30 A.M

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