—¡Adiós mamá!— digo después de meter una tostada en mi boca.
—¡Niña!, te vas a ahogar con esa tostada— mi madre sacude sus manos corriendo hacia a mi, toma mis mejillas entre sus manos y da un beso en mi frente, —nos vemos princesa.
—Ya mamá— rio levemente y sacudo mi cabeza genuinamente para moverme de sus manos, —nos vemos, te quiero— Tomo una pequeña tostada y la como, tomo el jugo de manzana que estaba en la mesa y cuando termino corro al piso de arriba para cepillarme los dientes.
Entro al baño rápidamente y lavo mis dientes, cuando termino bajo y salgo de casa corriendo hacia la escuela.
Después de unos minutos llego a la escuela, doy un pequeño suspiro y acomodo mi cabello haciéndolo hacia atrás, miro la hora en mi reloj y al ver qué faltaba poco tiempo para mí clase, empujo la puerta y entro.
Camino hacia mi casillero y lo abro, tomo los libros que necesito y después cierro mi casillero. Camino a mi aula para tomar matemáticas, ¡genial!, apenas empezando y ya vamos a hundirnos con matemáticas.
Entro a mi aula, me siento en el fondo del salón justo al lado de la ventana y juego con mis dedos mientras veo como el salón se va llenando.
De un momento a otro la puerta se abre dejando ver a los tres hermanos Frebach: Rider el mayor de ojos miel, Aron el mediano de ojos grises y Eros el menor con ojos grises también.
Todas las chicas murmuran, se ríen, acomodan sus ropas y cabellos, la sonrisa egocéntrica de los tres aparece y se sientan enfrente y a lado de mi.
Suspiro algo incomoda, pues aquel ego que ellos tenían era algo con lo que lidiaba diario, y, a pesar de eso, aún no me acostumbraba a todos los comentarios que todos tiraban a su alrededor, en especial las chicas.
Eran los típicos chicos que con solo mirar a las chicas ya las tenían a sus pies, y no las culpaba, esos chicos eran bastante guapos, sin embargo, ellos se llevaban bien con la mayoría, no daban problemas y eran aplicados, algo un poco diferente al estereotipo.
Cubro mi cara con las mangas de mi sudadera y froto un poco mis ojos, suspiro y las quito para después parpadear varias veces.
—Hola Sussie— le dicen los tres al mismo tiempo, —que bonita estas hoy
—Ay, muchas gracias, chicos— les sonríe y se acomoda el cabello, —hey, hoy hay una fiesta en mi casa y ustedes tienen que venir, son el ánimo de la fiesta— les guiña el ojo. Siento que Sussie se gira quedando de frente a mi así que volteo hacia donde ella está y la miro —tú también estas invitada, Sam— me sonríe amablemente.
—Oh, gracias— le sonrio amablemente también, —espero poder ir— digo con amabilidad
—Vamos Sam, tu también eres muy energética, serás muy buen atractivo para la fiesta— toma mi mano y la agita levemente
—Bien, iré iré, gracias por invitarme— sonrio levemente y levanto mi lápiz haciendo una afirmación también
Sussie siempre se portaba linda conmigo desde que llegue aquí.
Antes solia ir mucho a fiestas, sin embargo, todo cambio cuando discutí con aquel entonces, mi mejor amiga. Creo que era tiempo de que saliera un poco.
–¿De verdad irás?— escucho una voz a lado de mi, miro hacia ese lado y veo a Rider
—Sí, creo que tengo tiempo libre así que puedo ir— digo y veo que abre su boca para decir otra cosa pero el profesor Dikinson lo interrumpe diciéndonos que guardemos silencio. Empieza a anotar los problemas que tenemos que resolver.
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night
Ciencia Ficción¡Te deseamos una larga y feliz vida!. Es lo que los humanos le dicen a sus seres queridos. Que estúpida raza, son inconscientes de todo lo que pasa ante sus ojos, son ciegos, sordos y son egoístas, por solo pensar en ellos. ¿Qué hará la bella chic...