3

1.6K 217 95
                                    

Destinados 3
🍃🍃🍃🍃🍃

Tony paso cerca de media hora estacionando frente al austero edificio en el que aparentemente vivía Steve, había pensado y repensado lo que podría encontrar al subir las escaleras y más aún lo que podría decirle al rubio. Ciertamente gran parte de su aplomo se había esfumado al llegar a su destino.

Esto no era nada de lo que había soñado que sería alguna vez su destinado, Tony merecía lo mejor... era un Stark! ¿Y ahora el destino le jugaba esta broma? Dándole una pareja a la que seguramente sus padres rechazarían nada más ver su dirección...

Frustrado consigo mismo Tony apretó el volante, no era justo! No era justo que tuviese que pasar por este tipo de dilema. Se suponía que Steve sería perfecto para él, que la vida sería más fácil una vez encontrase a su destinado. Con rabia golpeó el volante y luego respiro profundo armándose de valor para bajar del auto. De acuerdo a sus cálculos Steve tenía mucho más que perder que él mismo así que no le haría mal alguno subir y plantarse frente al apuesto profesor.

Ingresar al edificio fue fácil pues ni siquiera había portero y la puerta de la entrada estaba abierta. El elevador no funcionaba así que tuvo que subir los nueve pisos a pie y al llegar arriba tuvo que tomarse un par de minutos para poder recuperar la respiración antes de tocar la puerta, seguramente por eso el rubio lucia tan bien... mira que subir tantos escalones.

Una vez recuperado acomodo su cabello y su ropa antes de tocar con decisión la puerta, pasaron un par de segundos para que se escucharan pasos al otro lado y luego una expresión sorprendida. Tony sonrió y saludo hacia la mirilla suponiendo que Steve le estaría viendo a través de esta.

Steve al otro lado maldijo su suerte, ¿como había conseguido su dirección ? Sharon, por supuesto que había sido ella, el rubio frunció el ceño con molestia, pero enseguida este se borro. Seguramente Tony la había engañado porque ya conocía bien al moreno y también sabía lo que una de sus sonrisas era capaz de hacer... bueno, al mal pasó darle prisa. Sin más corrió las cuatro cerraduras que tenía su puerta para poder dejarle pasar.

Cuando abrió la puerta Tony sonreía divertido, nunca había visitado un lugar como este pero sabía que probablemente si el tuviese que vivir ahí también pondría todas esas cerraduras en la puerta.

-Hola...-

Le sonrió esperando que le dejase pasar, Steve ahora traía un playera que se ceñía a su figura y unos pantalones deportivos bastante ligeros... esa imagen relajada y completamente hogareña le sentaba tan bien al rubio que Tony casi suspiro al verlo. Todo lo que había estado pensando antes de verlo se esfumó por completo de su cabeza.

-¿Que haces aquí Stark?-

-bueno, pensé que te gustaría verme... ¿me vas a dejar pasar o no? -

Y es que Steve no se había movido ni un centímetro de la puerta, de ninguna forma quería problemas y dejarle entrar a su casa sabía que eran problemas seguros.

-Solo quiero hablar contigo y creo que sabes muy bien de que...-

Las cejas de Tony se alzaron en un gesto obvio que por un segundo dejó a Steve fuera de la jugada, ¿como era posible que Tony supiese?...

-no, no se de que, ilumíname-

-se que tú marca es igual a la mía-

Mentía, Tony no lo sabía con seguridad pero necesitaba averiguarlo y a juzgar por el rostro de Steve al parecer había acertado, su corazón se aceleró al ver el sonrojo en el rostro del apuesto profesor y Tony casi pudo hacer el baile de la victoria cuando el rubio se apartó para dejarlo pasar a su casa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 11, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Destinados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora