Regreso

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Había sido una mañana bastante agotadora después del entrenamiento a solas, aquel lugar en donde Gai Sensei los había educado y adiestrado a años atrás, un lugar lleno de nostalgia en el que Tenten se había acostumbrado a acudir sin hundirse en los recuerdos de aquellos tiempos de paz, en donde todos llevaban una vida "normal".
Cada que acudía a ese lugar esperaba estar sola y no contar con la presencia de Lee o de su antiguo sensei, pensaba que entre más sola y aislada de los demás estuviera sería mejor. La pérdida de Neji había sido demasiado para ella y simplemente no se sentía lista para hablar de del tema porque había tanto que decir pero no podía ponerlo en palabras.
Tenten cerró los ojos y suspiró sintiendo como el viento cálido le pegaba en el rostro.
Eran aproximadamente las 2 de la tarde y Tenten había entrenado sin parar desde la mañana, un sonido proveniente de su estómago le indicó que lo mejor sería concluir el entrenamiento y buscar algo de comer. Intentó lanzar un último kunai apuntando al centro como todos los demás, pero su mirada se tornó borrosa y un pequeño sonido invadió sus oídos haciendo que Tenten se sintiera mareada a punto de caer de no ser por el árbol que se encontraba a su lado derecho. Sintió como involuntariamente caía de rodillas y se las llenaba de tierra.
Cerro los ojos e inhaló con tranquilidad para lograr estabilizarse de nuevo y ponerse de pie no sin antes observar el cielo. Estaba despejado dejando paso para observar al ave que volaba tranquilamente sobre el el, trayéndole recuerdos de cierto castaño portador del byakugan. Lo extrañaba, más de lo que se imaginaba y aunque hullera de su recuerdo le resultaba imposible, Simplemente no se despidieron y tenían una plática pendiente en la que Tenten de verdad pensó que cambiaría su situación con el.
"Cuídate" resonó la voz del difunto hyuga en la cabeza de Tenten, recordando que fueron las últimas palabras que él le brindó.
Cerró los ojos y se puso de pie lentamente para evitar mareos, sacudió sus rodillas, tomó sus armas y pergaminos para dirigirse al centro de la aldea y comer algo.
Caminando por toda la aldea Tenten examinaba cada puesto de comida, no lograba descifrar qué se le antojaba -ramen? Demasiado grasoso. Pensó. -sushi? Muy ligero. -Bolitas de arroz y cerdo en barbacoa? Muy pesado. Talvez algo dulce, se cuestionó. Después de todo se había mareado talvez se le había bajado el azúcar y solo necesitaba algo dulce para recuperarse. Sintió un aroma bastante agradable, giró su rostro y se encontró con un puesto de dangos. "Comeré dangos" pensó.
Entro a la tienda observando el menú, no estaba muy segura de lo que comería pues nunca en su vida había probado uno, es más, no le llamaban la atención. Tenten observó unos dangos de color rosa, verde y blanco a lo que tomó la decisión de pedir unos exactamente igual, su color y aroma habían abierto por completo su apetito.
-Una... no, dos porciones de dangos porfavor. dijo Tenten con una amable sonrisa.
- En seguida. Contestó el chef.
-Tenten? Dijo una voz familiar a sus espaldas.
La castaña giró su cabeza sobre su hombro izquierdo permitiéndole observar a la persona que la llamaba. Era Lee con su típico traje verde y su
chaleco de chunnin que le brindaba una gran sonrisa. No tenía muchos ánimos de verlo, había estado sola las últimas semanas, escapando de todos para evitar las típicas preguntas después de que alguien cercano fallece, solamente quería olvidar que Neji ya no estaba y que no volvería nunca más.
-Lee! Exclamó la de chonguitos tratando de mostrar alegría. A lo que él Ninja la tomó por sorpresa abrazándola fuertemente.
-Oh Tenten no sabes lo mucho que me has hecho falta, me he sentido solo desde que Neji partió. Exclamó Lee mientras pequeñas cataratas de llanto recorrían sus mejillas.
Tenten frunció el ceño. Ahí estaba otra vez, el vivo recuerdo de Neji y era por eso que evitaba a todos los demás. Su único consuelo era que al menos no era la única que lo pensaba y extrañaba.
-Lee suéltame ahora! Exclamó Tenten un poco incómoda
-me siento mareada. Dijo Tenten colocando su mano derecha sobre su boca, conteniendo las ganas de vomitar.
Lee la dirigió a la silla más cercana para que pudiera sentarse.
-Losiento bella flor, te sientes mejor? Pregunto Lee un poco apenado.
- Si. Estoy mejor. Respondió Tenten con la mirada baja, sabía que los mareos no eran normales. Desde que volvió de la guerra se había estado sintiendo agotada y mareada sin motivo alguno, supuso que solo era el estrés pero nada grave.
-como saliste en los exámenes de salud? Pregunto Lee con una expresión seria hacia Tenten.
-Examen de salud? No tengo idea de lo que hablas Lee. Respondió Tenten un poco confundida.
-El hokage nos envió a todos los partícipes en la guerra a evaluarnos en el hospital, solo para asegurarse de que todos estamos bien. Contesto Lee muy seguro de su respuesta.
Tenten quedó impresionada, no tenía ni la menor idea.
-Que bueno que me lo mencionas jaja, creo que iré ahora mismo, antes que lo olvide. Contesto Tenten colocando su mano al lado de su cabeza un poco apenada sintiéndose torpe, aprovecharía a hablar con sakura o Ino para que le dieran alguna medicina para sus síntomas.
- bien, adiós Lee... Dijo la castaña mientras se levantaba de la silla para salir ese lugar.
-Espera. Mencionó el chicho ninja. Olvidas tus dangos, dijo mientras los tomaba.
-Oh si. Es cierto lo olvidaba. Dijo la castaña un poco sonrojada bajando la mirada, estaba muy distraída. Tomó los dangos y se volteó.
-Gracias de nuevo Lee, eres el mejor. Dijo la chicha amablemente.
-Para eso están los amigos. Respondió Lee mientras observaba cómo Tenten se retiraba del lugar.
-Dangos? Tenten odia los dangos. Pensó Lee un poco intrigado.

Un pequeño lazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora