Mitologías de un Nuevo Mundo: un mundo nuevo y extraño

arreglando problemas

Los mundos fueron adjuntados uno tras otro en un nuevo planeta como pequeños continentes, su distribución era completamente aleatoria, pero lo que si era claro, es que este nuevo mundo era un lugar hostil para todos sus nuevos huéspedes.

los dioses decidieron agrandar mucho más el planeta y alejar un mundo de otro con grandes extensiones de ecosistemas, así también rodeaban de un extenso mar a los planetas más peligrosos para la vida y ponían en esos mares seres que en un principio evitan salir al mundo exterior (llamado de esa manera por la mayoría de razas y seres de otros planetas a las nuevas tierras que eran ajenas a su mundo y ahora los rodeaba), crearon un sol mucho más grande para que no fuera atraído por la fuerza gravitatoria del nuevo mundo. (El planeta creció una vez más y el sol también lo hizo)

cuando voltearon para ir hacia la luna para agrandar la luna del primer mundo, se dieron cuenta que esta ya había sido atraída por la fuerza gravitatoria del nuevo mundo y se dirigía con fuerza a la tierra, por lo que los dioses intentaron detenerla, pero lo único que pudieron lograr desde tan lejos era ralentizar su caída al punto que al caer, solo se clavó en la tierra como una piedra lanzada que se clava en el lodo, al ver esto los dioses decidieron crear una nueva luna, pero de pronto, una pregunta llego a la cabeza de un dios ... ¿dónde están la luna, el sol y las estrellas de nuestros mundos?, nadie pudo responder a esa pregunta, nadie lo sabía, y tras unas miradas entre ellos mismos, decidieron seguir con su trabajo olvidando esa pregunta. (Las estrellas, la luna y el sol de los otros mundos fueron tragados por el sol mayor, el más grande de ese momento en la gran reunión, y nadie se dio cuenta más que el dragón y cuando iba a poner todo en su lugar, los demás dioses lo interrumpieron)

Los dioses decidieron crear lunas, pero en vez de solo una, crearon 4 lunas a conveniencia, la primera era plateada y no tenía mucho misterio, era una luna común que giraba alrededor de su nuevo mundo. La segunda era roja y tenía un brillo apagado, si sucede un eclipse con esa luna, esta brillaría con un color rojo intenso que teñirá los cielos de ese color, la tercera era grande, era 3 veces el tamaño de la luna común o la roja, y era la más cercana a la tierra estando dentro de las capas más alejadas de la atmósfera, está mantenía su ubicación y se movía al ritmo del planeta. La 4ta era la más extraña, esta no era una luna, sino un castillo con base circular, era la más alejada del planeta y solo se podía "ver" en el día, como un punto negro en el sol.

Tras terminar, los dioses fueron a celebrar al palacio celestial y empezaron a vivir todos contentos por un tiempo, hasta que el mundo empezó a animarse y ellos querían ir, pero eran tan poderosos que su simple presencia era injusta en ese mundo, así que decidieron crear una ley, y esta era que los dioses tendrían que perder parte de sus poderes para ir al nuevo mundo si era por fines de placer o diversión. A los dioses no les importo, aunque después se crearía un fenómeno muy interesante por esta decisión llamado la fragmentación del alma que consiste básicamente que, después de que un dios se desprende de parte de su poder, de este poder salen otro dios nuevo, mientras más grande es el poder que un dios deja, más dioses nuevos aparecen, estos eran llamados los dioses bajos. (2 cosas importantes, primero: los dioses bajos no podían ser más poderosos que el dios original de donde nacieron y estos no necesariamente deben tener apariencia humanoide, y lo segundo es que los dioses bajos no necesariamente seguían a su dios original, estos podían moverse sin restricciones y hasta que no murieran, el dios original no podía obtener de vuelta todo su poder, y si un dios bajo mataba a otro dios bajo y los dos son nacidos del mismo poder dejado por un dios, el asesino absorbe el poder del asesinado en ves del dios original).