The Only Exception ♡ Logan Lerman y tú.

Capítulo 37.☯

Todavía tuvo que pasar una semana más de clases para que lo dejásemos todo y fuésemos a Vancouver (la ciudad de origen de Finn), Canadá,  a celebrar la boda en un precioso hotel a las afueras de la ciudad junto a un increíble (y enorme)  bosque.

Pero no nos adelantemos demasiado, volvamos a la semana de universidad.

En general fue bastante normal, excepto el día en el que fui con Hazel a una nueva librería de segunda mano, para buscar algún libro de poesía que leer durante el trayecto en avión que nos esperaba ese mismo viernes.

En cuanto entramos nos separamos y decidimos quedar en la puerta para encontrarnos con la otra cuando acabáramos.

Estaba observando un libro en perfecto estado de Pablo Neruda, cuando escuché un sonido algo parecido al de cuando Tobías llama a un gato:

-Shhhh shhhh-.

Me giré rápidamente para observar de dónde provenía ese sonido, o más bien, quién lo producía.

Pero no vi a nadie. Volví a girarme hacia la estantería y casi me da un infarto al ver que  detrás de ella estaba el Señor Willet.

Sí, el profesor que me prestó el libro que cambió mi vida y después desapareció.  Sí, el profesor para el que escribí una preciosa redacción que sólo Logan fue capaz de oírla.

Los ojos casi se me salieron de las órbitas. No podía ser real pero lo era, no sé por qué no le grité, debería haber reaccionado mal pero en vez de eso me senté en uno de los sillones que había cerca a esperar a que el hablase.

-Vaya, la señorita Gowelf por aquí, increíble sorpresa-.

“Verle a usted aquí no ha sido una increíble sorpresa” – pensé yo.

-Ha cambiado, antes era…-.

-Estúpida- terminé de recitar la frase, el me miró con asombro para luego soltar una risita-.

-Iba a decir que era más inocente, pero si usted quiere referirse a su antigua usted como estúpida, usted misma-.

-Las personas cambian, usted está más… -no sabía que decirle, estaba peor, llevaba una barba sin afeitar de hacía semanas y manchas en la camisa de bebidas alcohólicas, además su aliento olía a tabaco y whisky-.

-No hace falta que acabes la oración- pensé que se había enfadado, pero volvió a reír- y dime Gowelf, qué tal tu vida, como está esa amiga tuya… ¿Cómo se llamaba? ¿Hermione?-.

-Hazel- le corregí mirándole a los ojos- está bien, está esperando a un hijo-.

-Vaya, bien por ella, espero que lo tenga para crear una versión mejor de ella misma, en fin ¿no es por eso por lo que las personas tienen hijos? ¿Para hacerlo bien y tener una segunda oportunidad?-.

Definitivamente, yo quería tener un hijo o hija para educarle de la mejor manera posible.

-¿Y qué tal ese chico de ojos azules?- se lo pensó un buen rato-  ¿Lerman?-.

-Está bien-.

-Lo que significa que ya salís juntos.- su respuesta me dejó patidifusa, y posiblemente él lo notó y soltó una carcajada-.

-¿Cómo lo sabe?-.

-Es muy obvio, cuando dos personas están destinadas a estar juntas, se nota-.

¿Por qué todo el mundo decía eso? Yo no lo veía tan claro.

-¿Qué tal su libro?-.

No entendía por qué me hablaba en ese registro tan formal, pero evidentemente le seguí el rollo.