¿y ahora ...ya soy tan bonita para ti?

El deseo de amar - Lucy

esta vez no habrá un poema, solo una triste y patética historia de amor, una historia de como una pequeña hermana amaba a su hermano mayor con todo su ser

todo había comenzado una noche de tormenta, sin padres y sin hermanas, únicamente una chica vestida de negro que se encontraba sola, triste y abandonada

ella era incomprendida y solitaria y aunque siempre decía que le gustaba la soledad eso no era verdad, había un hueco en su existir, ella quería algo que necesitaba y el mundo se le negaba dar, ella quería amor

el cielo lloraba, ¿acaso sientes lo mismo que yo? preguntó ella, y en un instante recordó su vida, no fue una buena idea, aquello simplemente le hizo ver lo imprescindible que era

ya no quería sufrir más, era incapaz de ser feliz, no veía una razón para la vida, solo una razón para la muerte

fue cuando alguien se acercó a ella, él le dijo que no había razón para estar triste, en un principio la chica no le había creído, ¿como alguien tan simple habia visto a través de ella? se pregunto así misma y entonces recibió una respuesta que cambió su negro corazón

"te quiero mucho y no soportaría que te hicieras daño" dijo con toda la honestidad en su corazón

una luz blanca iluminaba toda su alma, se sentía tan cálida, tan feliz y entonces sabía como era estar enamorada

después de aquel día su vida dejó de ser obscuridad, su historia se convirtió en un cuento de amor, pero al igual que todo nada dura para siempre, ya que todo era mentira, solo era una fantasía creada por ella misma, él no la amaba, ella lo supo de la peor manera, fue cuando escuchó a su amado confesar sus sentimientos a alguien que no era ella, eso la devastó

la chica lloró y lloró, vio nuevamente el mundo de negro, perdió la felicidad, ya no había razón para seguir en aquel cruel mundo ¿verdad?

entonces una respuesta le fue dada de la nada,"esperaré por tu amor" escuchó decir a una de sus hermanas, eso era lo que debía hacer, la chica de negro decidió esperar para ser feliz, pero ese también fue un error

quizás podía llegar a aceptar que no era la única en su corazón, pero...¿porque tenía verse superada por Lynn y Leni?
si no podía ser la primera hubiera estado feliz con ser la segunda, eso era demasiado para la niña de negro y como consecuencia volvió a perder su deseo de vivir

y ahora todo se resume a una simple pregunta

¿tú me amas Lincoln?, si es así por favor búscame en tú lugar especial, quiero que seas la primera persona en verme descansar de esta tortura, quiero que me me veas ser feliz

Lincoln dejó caer la carta escrita por Lucy, salió desesperadamente de su casa tomó su bicicleta y fue a toda velocidad por su hermanita Lucy

ya había recorrido un par de kilómetros, su cuerpo ya no resistía y aún así no disminuía su velocidad, solo faltaba un poco más

ya había llegado a la entrada del bosque, de ahí en adelante era imposible seguir en bicicleta, sabiendo eso Lincoln la dejó atrás, no le importaba en lo más mínimo, solo quería ver a Lucy

ya había pasado más de media hora y no podía encontrarla, su sentido de orientación era un asco, ya era la tercera vez que volvía al mismo punto, pero aún así no dejaría de intentarlo

esta vez utilizó su memoria para guiarse, mientras más se adentraba en el bosque lo único que veía fueron más árboles, todos parecían ser el mismo, necesitaba algo que lo guiará, algo que le dijera que iba en la dirección correcta, y lo encontró

en uno de los árboles estaba tallado una flecha, había estado ahí desde hace años, sabía que algo importante había ocurrido pero no recordaba

tras avanzar unos metros se encontró con una segunda flecha, se encontró con dos más adelante hasta que finalmente había llegado, había llegado al lugar donde se encontraba Lucy

frente a Lincoln se hallaba un hermoso campo de flores, en verdad era muy hermoso, sus colores su aroma, y en medio de aquel hermoso lugar se encontraba la única flor negra que con su peculiar belleza decoraba aquel jardín, era su hermanita Lucy

Lincoln con cortos y temblorosos pasos avanzaba cada vez más hacia Lucy, ella vestía de un hermoso vestido negro, parecía una muñeca de porcelana, de esas que guardas con tanto cariño y que quieres toda la vida

mientras avanzaba hacia el cuerpo de su hermanita Lincoln cubría sus ojos con su ante brazo, si alguien le hubiera preguntado el porque le respondería que estaba llorando

ya había llegado hasta Lucy, su rostro mostraba tranquilidad, eso solo lo hizo sentirse menos miserable, Lincoln se arrodilló y puso su rostro frente a ella

lenta y tiernamente unió sus labios con los de ella y cuantas lágrimas caían sobre sus mejillas, antes de separarse unas suaves y tiernas manos tomaron sus mejillas volviendo a unir ambos labios

Lucy: si viniste

Lincoln: si, lamento mucho llegar tarde - Lincoln se disculpó con ella mientras limpiaba sus ojos de unas cuantas lágrimas

Lucy: ¿entonces...tú...?

Lincoln: yo no te amo de la manera que tú quieres Lucy, y en verdad lo siento - Lucy volvió a sentirse vacía

Lincoln: pero, te quiero tanto que no quisiera vivir en un mundo sin ti

Lucy miró directamente a los ojos de Lincoln y supo que decía la verdad, todo eso fue muy agridulce

aún así no era suficiente, si no podía ser feliz, tampoco quería ser miserable

Lucy: entonces ¿puedo ser tu amante favorita?

Lincoln: ¿eh? - antes de entender bien lo que había dicho, Lucy forzó un segundo beso pero no se detuvo ahí, ella anhelaba el placer físico

hace tres días ella había presenciado en primera fila como Lynn y Lincoln tenían "amor corporal" o asi lo decía ella

ver a sus dos hermanos favoritos hacer eso le dolía, pero si obtuvo algo positivo de aquello era que cuando fuera su momento ella lo sorprendería y quizás así la elegiría

la camisa de Lincoln había sido retirada y Lucy comenzó a desabrochar su vestido, pero antes de comenzar había una pregunta en la mente de Lincoln

Lincoln: ¿lo hubieras hecho? ¿si no hubiera llegado, tu te hubieras...?

Lucy: sin felicidad la vida no tiene sentido - ya completamente desnuda Lucy se apego al cuerpo de Lincoln

"sin felicidad la vida no tiene sentido"

volvió a repetir Lucy, Lincoln entendió el mensaje

era raro para el albino decir esto pero... quizás esa sea la primera vez en que no disfrute de teniendo sexo con una de sus hermanas