Mundo siniestro: Matar el dolor

Capítulo 1 (Parte II)

-Liam! ¿Dónde estás? Por favor no me digas que fuiste sólo a buscar a Anna! Demonios Liam! Es el cuarto mensaje de audio que te envió. Ni siquiera contestas mis llamadas.
  Eso fue mi culpa de hecho. Debí saber que Liam no me esperaría para ir a verla. Han pasado cinco años pero sé que él aún siente cosas por ella. Y volver a verla lo pondría sentimental de alguna forma que no quiere que yo conozca. Porque él siempre es el más fuerte de los dos. Siempre es quién se lleva los golpes para cuidarme. Él es mi hermano mayor, es todo para mí y aún así lo traicioné.
  Lo llamé al menos diez veces y nunca respondió. Así que decidí que lo mejor sería ir a casa de Anna. Con suerte llegaría antes de que se peleen. O quizás llegaría para unirme a la pelea. Llegando a la esquina de su casa me encontré al Chevy SS del 73 estacionado. Ya no había dudas de que Liam estaba con ella.
  Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, al agarrarlo y ver la pantalla, vi que era una llamada de mi hermano. Lo atendí de inmediato.

-Llevo más de una hora llamando a tu celular. ¿Cómo pudiste venir sin mí? Dijimos que haríamos esto juntos y tú ni si quiera me tienes en cuenta.- Le dije mientras comenzaba a trepar el portón de la casa de Anna.

-Hola Chris ¿cómo estás? - me respondió en tornó burlón - yo estoy de maravilla, lamento no haberte esperado. Anna me recibió con un rodillazo en las bolas, creo que me extrañó.

-No es gracioso, una de las razones por las que debías esperarme era porque sabiamos que reaccionaría mal. - comencé a caminar hacia la puerta principal de la casa.

-Lo sé, lo siento. Pero tranquilo aún no he hablado con ella.

-Está bien - Me detuve en frente a la puerta y miré hacia el piso - estoy..

-Entrá -dijo Liam al abrir la puerta y levanté la vista. Ella estaba detrás de él. Vestía un short negro, una remera corta que llegaba hasta su cintura y una camisa cuadrille de color rojo y negro. Su larga cabellera negra estaba suelta. Ella me miró. Fue una mirada fría.

-Genial. Otro más que entra a mi casa sin pedir permiso.