Al día siguiente Yue se despierta con los primeros rayos del sol, abre la ventana y respira el aire con esencia de mar y humedad por el rocío, sonríe y despierta a su colega, el cual le lame la cara y se despereza, le pone la comida y se va al salón común para desayunar. Al entrar ve a Fànwéi sentada junto a su maestra Wéifēng
- Buenos días- digo sentándome enfrente de Fànwéi
- Buenos días, ¿cómo has dormido?- me responde mi maestra
- Muy bien, gracias- digo sonriendo
- Buenos días a todas- dice Shān sentándose a mi lado
- Buenos días maestro Shān- decimos las tras a la vez
- ¿Cuándo iremos a Ciudad República?- pregunto ansiosa
- En cuanto terminemos de desayunar y nos quitemos los pijamas, ¿te parece?- me comenta Wéifēng sonriendo
- Perfecto- digo cogiendo mi cuenco de macedonia
Al terminar cada uno se va a su cuarto a prepararse, Yue se pone una ropa igual a la que llevaba de pequeña pero en la cinta hay pequeños dibujos del ying-yang que combinan el color de la cinta, que es el de la camiseta con el mismo color de los pantalones, y sus botas iguales a las de su niñez. Una vez lista ella y Mochidzuki van a la entrada principal, concretamente al muelle, donde todos esperan, menos Wéifēng
- ¿Dónde está Wéifēng?- pregunto extrañada
- Ha ido por Jùfēng- me responde Fànwéi
- ¿Quién es Jùfēng?- pregunto aún más extrañada
- Nuestro bisonte volador- me dice sonriendo
- Gruu- se oye desde lejos
- Ahí están- dice Fànwéi- ¡Jùfēng!- grita con una sonrisa
El bisonte desciende quedando delante de los presentes y le da un lametazo a Fànwéi, que luego le acaricia el pelaje, marrón rojizo y sus flechas y rayas con cremas, para luego trepar a la silla que lleva en el lomo
- Bueno todos arriba- dice mi maestra en dominio del aire desde la cabeza del animal
- Creo que Mochidzuki no podrá venir- digo resignada- Chico tienes que quedarte aquí, prometo venir luego por ti- añado mirando a mi amigo y rascando su lado izquierdo del cuello
- Auu- dice lastimoso
- Lo siento pequeño- digo abrazándole- Te veo en unas horas- añado luego de trepar al bisonte
- Yue, puede venir, Jùfēng no es tan débil, que pesa 10 toneladas- me dice Fànwéi
- ¡¿Es broma no?! ¿Esta cosa pesa todo eso?- digo incrédula
- Pues sí- dice serena- Eso si Mochidzuki irá en las patas- añade sonriendo
- Pero si Mochidzuki pesa 70 kg y casi no puedo respirar cuando me chafa- digo sin salir del asombro- Y me parece correcto- añado ya serena
- Eso no es nada para este pequeño- me dice Wéifēng- ¿Verdad coleguita?- le pregunta palmando su cabeza
- Gruu- dice sereno
- Bien entonces voy por su silla y nos podemos ir- digo sonriendo y yendo al cuarto por el accesorio
- ¿Auu?- me mira extrañado mi amigo
- ¡Te vienes con nosotros pequeño!- le respondo gritando y feliz- ¡Voy por tu silla y vuelvo!- añado de igual forma
Cuando llega al cuarto coge la silla pero también un frisbee azul aciano por si luego pueden jugar un rato en el parque Avatar Korra. Una vez lista vuelve con todos, monta otra vez y Jùfēng se eleva un poco para poder coger a Mochidzuki entre sus patas, nada más comenzar el vuelo Yue se asoma por el lateral para ver las vistas, las cuales la dejan alucinada, sus maestro tierra la mira sonriente recordando a esa pequeña niña de 5 años que considero su propia hija; pasada la estatua del Avatar Aang ve como su discípula y las hermanas Jīnshŭ hacen una reverencia y eso le enorgullece mucho, las imita y luego decide meterse en sus recuerdos. Yue se vuelve a asomar esta vez para saber qué tal va su amigo
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Avatar: La leyenda de Yue
FanfictionEste es un fanfic que comencé a escribir al terminar de ver todo lo relacionado con el mundo de Avatar y que no sabia si subir, pero al final he decidido que sí, así que espero os guste. Trata de las aventuras de la nueva Avatar, Yue, por todo el mu...