Avatar: La leyenda de Yue

Doble tortura y una grata visita

Al día siguiente Yue se despierta con el trinar de los pájaros y nota que no está en su cama, si no el pelaje de su amigo de toda la vida

- Ahora seré sonámbula- me digo negando con la cabeza- Bueno hora de entrenar- añado levantándome

- ¿Auu?- oigo a mi amigo

- Buenos días pequeño- digo rascando su cabeza- Te dejo el desayuno y me voy por el mío para después ir a entrenar- añado dejándole las cosas antes de salir del cuarto

Yue va bostezando por los pasillos hasta el comedor para reunirse con las hermanas Jīnshŭ y poder tomar su desayuno que solo será una manzana, pues no tiene más hambre. Al entrar en su destino se va a sentar junto a sus maestras, las cuales la miran serias, esto extraña a Yue

- ¿Sucede algo?

- ¿Cómo es eso de que mi hermana te pillo volviendo al templo a las tres de la madrugada?- me pregunta Wéifēng seria

- Yo...salí a pasear a Mochidzuki y no me di cuenta de la hora que era- digo apenada

- Yue, sé que te cuesta acostumbrarte a estar aquí, pero debes dejar de escapar por la noche- me responde Fànwéi

- No lo haga por gusto, es solo que Mochidzuki está acostumbrado a salir un rato por la noche, siempre lo hacía en el polo sur- digo mirándolas seria

- No te decimos que dejes de hacerlo, solo que no llegues a esas horas- me dice mi maestra aire cogiendo mi mano

- Claro maestra- digo sonriendo

- Se nota que el espíritu de Korra está en ti-comenta Fànwéi

- ¿Por qué lo dices?- pregunto cogiendo una manzana y mordiéndola

- Digamos que era algo rebelde- responde Wéifēng bebiendo de su té

- Es decir, también se escapaba de noche- concluye Fànwéi

- ¡Oh vamos!- digo algo molesta

- Siento interrumpir maestra Wéifēng y maestra Fànwéi, pero el presidente quiere hablar con el Avatar- nos informa un monje del templo

- Ahora mismo voy- respondo seria

El monje hace una reverencia y se retira otra vez

- Me pregunto qué quera- dice Fànwéi

- No lo sé pero iré con Yue, tú deberías ir ya a la comisaria, hermana- dice Wéifēng levantándose

- Te recuerdo que hoy es mi día libre hermana y que por eso iba entrenar con Yue- dice serena con sus brazos cruzados

- Bueno vayamos con el presidente- digo de pie también

Todas salen a donde está esperando el presidente, Yue cree que sus amigas están muy extrañadas por esto, supone que será algo importante. Cuando lo ven el presidente les hace una reverencia como saludo

- Buenos días Tiáozhěng, ¿qué se le ofrece del Avatar?- le pregunta Wéifēng

- Me gustaría presentarla a todos los empresarios de la ciudad en una pequeña fiesta que voy a dar- dice serio

- No creo que sea malo, pero Yue tiene un entrenamiento que realizar, señor presidente- dice Fànwéi

- ¿Y qué opina el Avatar?- dice mirándola

- Será un honor, pero me gustaría poder realizar mi entrenamiento diario- digo haciendo un reverencia

- Por supuesto, la fiesta no es hasta las 10 de la noche, así que me retiro para que pueda entrenar- dice haciendo una reverencia