~Amigos Con Derechos De Amor~ [terminada]

•=• ¿Amigos? •=•

Serena

Me encuentro muy animada, con el corazón eufórico, es que lo que parecía ser solo un sueño de una niña pequeña, ahora es un mi sueño hecho realidad. Estaba cumplido apenas un mes de trabajar en el hospital como pediatra y ya muchos me estimaban. 

A pesar del tiempo aquí hay algunos especialistas que aún no tengo el gusto de conocerlos, esto se debe a qué no me siento muy capaz de abandonar mi consultorio o el área de los cuneros

Y mis  tiempos libres los dedico a programar citas o cuidar a los bebés, ver si alguien en el hospital me necesita, con gusto los apoyo.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°

Hoy mi jornada laboral había terminado pero tenía guardía en el hospital, estaba cuidando las áreas que me asignaron cuando vi a un joven doctor sentado en una de las sillas de la sala de espera.

Él estaba con la vista puesta al quirófano desde lejos se podía notar que algo no estaba bien, su tristeza embriagaba su entorno. Y algunas lágrimas eran presentes.

Me acerque a él, me senté en una de las sillas cercanas a él y analizando si estaba bien entrometerme hablé suavemente.

-hola  colega-  fue lo que se me ocurrió. Su mirada se enfocó en mí, sus ojos estaban rojos, llorosos y se notaba en ellos esa tristeza que había en su ambiente, entonces le ofrecí mí café que recién había conseguido para aguantar la guardía -tenga está limpio, me parece que lo necesita más que yo-

-ouuh hola- tomó el café con sus manos un poco temblorosas, se notaba algo dudoso y me respondió -gracias-

-Emm puedo saber ¿Qué fue lo que perdió en quirófano un familiar o un paciente?-

Él solo apretó sus puños y de milagro el vaso de café aguanto la fuerza. Fue así que pude notar su dolor, las lágrimas le rodaban sin detenerse. Me estaba sintiendo mal al verlo tan triste, quería ayudarlo de alguna manera.

Jamás en mi vida había visto a un hombre tan vulnerable. Aproveché que me había sentado a lado de él, me acerque un poco más y me recargue en su hombro con un poco de tranquilidad le dije

-todo lo que sucede tiene un ¿Por qué? y un ¿Para qué?-

Lo abracé, pensé que sería rechazada pero él me abrazó también; pero de una forma que me hizo sentir su profunda tristeza a mí, me abrazó como si buscará refugio ayuda o consolación.

-tranquilo si necesita algo puede contar conmigo- lo acompañé como a un amigo

- maldita sea no pude hacer nada- traté de calmarlo y relajarlo aunque parecía misión imposible

-¿Qué fue lo que ocurrió?- cuestioné

-mi prometida- dijo entre lágrimas y aún aferrado a mí me dijo- tuvo un accidente de tránsito y murió no pude hacer nada para salvarla-

-las cosas siempre tienen una razón por la cual ocurren- él se separó -emm vamos no creo que ella hubiera querido verlo así.-

-si tiene razón- ví como se limpió un poco los ojos y un tanto forzado sonrió.

-bueno anímo, y nos vemos después tengo que continuar con mi guardía - él me volvió a abrazar, me levanté para irme. Eleve mi mano para decir adiós.

Me fuí a preparar otro vaso con café, me  la pasé cuidándo los cuneros y a un pequeño que estaba en observación.

Amo mi profesión y soy muy empática a las emociones de los demás, por es que me preocupaba ver a el bebé tan mal y saber que su mamá estaba igual