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Podemos ser irrazonables cuando alguien nos gusta,podemos ser infantiles e ingenuos. 

Pero me gustaba ser infantil al lado de Marco, me gustaba verlo ser tan asustadizo cuando sostuvo por primera vez una guitarra. Me encantaba la sensación de adrenalina recorrer mi cuerpo cada vez que tocaba las manos del moreno para indicarle en donde poner los dedos para que sonara la nota "sol"

Me encantaba la forma en que me sonreía cuando lograba tocar un pentagrama completo, así como adoraba la forma en que se removía el cabello cuando no lograba articular el tempo en su piano. Marco Díaz me sigue encantando como la primera vez que nos conocimos.

En secreto siempre lo he admirado, por eso ahora, cada vez que pienso en la relación que vivimos, podría definirla como un preludio, algo breve, sin una forma aparente, que da paso a algo mas grande, como una sonata.

Marco Díaz es la melodía que faltaba en mi corazón.

Preludio de amor [Tomco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora