3. Rencor.

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Luego de dejar a Brandon realmente molesto en la puerta de mi casa, llegamos a un pequeño restaurante, parecía a simple vista bastante modesto y poco concurrido.

Lo gradería bastante. Aunque de todos modos, yo estaba algo nerviosa, por que era una figura pública reconocida a nivel internacional, pero a pesar de todo, no me importaba que me vieran con Óscar, pero en parte sí, por que seguramente mi manager montaría una de sus escenas.

Agradecí haber traído los lentes de sol conmigo. Aunque no fueran de mucha ayuda, los saque de mi bolso y me los coloqué, por instinto giré a mi lado izquierdo para ver a Óscar, él me sonrió, al parecer no le importó lo de los lentes, cosa que agradecí.

***

Estuvimos hablando de todo lo que había pasado desde la última vez que nos habíamos visto en aquel lugar.

Él me contó que había conocido a Bárbara en Thelehit cuando le habían ofrecido ser comentarista en uno de los programas que daban allí.

Yo le conté muy por encima (por cuestiones de contrato) sobre lo que había estado haciendo en Atlanta con el cast de The Walking Dead. Le conté sobre mi ruptura con Brandon, le dije lo irracional que había sido la manera en que habíamos terminado, mi momento de depresión y él hizo lo mismo contándome sobre la suya con Bárbara.

Una vez que el postre que habíamos pedido ambos se hubo acabado, me adelanté a pedir la cuenta, Óscar me miró mal y yo reí, intentó convencerme de que él pagaría pero vamos, soy terca y terminé pagando yo, como habíamos acordado en un principio.

Salimos y me abrió la puerta como todo un caballero, rodeó el coche y se subió al lado del piloto; su celular sonó, se colocó el cinturón de seguridad y yo hice lo mismo, metió la llave al encendido y el motor del coche rugió.

—Oye, se me ocurrió algo...— dijo de pronto al desbloquear el aparto— ¿quieres acompañarme al estudio un rato?— me preguntó mientras tecleaba algo en su celular, lo miré atenta.

—¿Al estudio de...?— pregunté confundida, bueno, hay muchos tipos de estudios, aunque solo se me ocurrían dos.

Se rascó la nuca, aún sin mover el coche pero con el clima encendido. Estaba nervioso, ¿por qué estaba nervioso?

—Al estudio de grabación con el que tenemos contrato ahorita, eh, sí... yo... quiero... quiero presentarte a unos amigos...— Me causaba ternura verlo nervioso, era tan distinto.

—Vale, está bien, además no sé si aún esté Rogelio en mi casa, así que... está bien, te acompaño— respondí sonriendo, me sonrió de vuelta y tras teclear algo rápido, no pusimos en marcha a no sé dónde.

***

Luego de tal vez veinte minutos (cabe decir que maneja muy rápido) llegamos al estudio de Sony, pasamos hasta una de las salas de grabación y vi a tres chicos muy bien parecidos y de looks similares al de Óscar, yo sólo sonreí, no me habían visto.

Luego de un par de bromas, por fin uno de ellos me vio, pero no me gustó para nada su sonrisa... él tenía el cabello más largo que los otros dos.

—Óscar ¿pero quién es tan bella señorita?— habló por fin, me sentí incomoda cuando todas las miradas se posaron sobre mí.— Yo soy Xabiani, Ponce, un placer...— entendí que quería saber mi nombre pero los chicos restantes no me dejaron hablar, rápidamente se presentaron.

—Yo soy Antonio Diarte, pero puedes llamarme Tony...— él tenia linda sonrisa.

—Me llamo David Soriano, ¿eres novia de Burgos?— y a este rubio... ¿quién le dio permiso para las preguntas incómodas?

—Eh... Hola chicos... Em... Soy Carly Téllez y no... sí lo fui alguna vez, pero ahora somos amigos...— por inercia al terminar la palabra amigos, rápidamete mi rostro buscó el del ojiverde, pero al notar que él me sonreía, me pude relajar... Temía haberlo lastimado con ese comentario pero por suerte, no fue así.

***

Minutos después Óscar ajustaba la batería, los otros sus guitarras y yo solo estaba sentada, observado lo que harían.

No mentiría si dijera que desde que conozco a Burgos me he enamorado de lo apasionado que es disfrutando al tocar la batería. El amor y fuerza con que da cada golpe a los platillos o tambores, es simplemente extraordinario.

Susurraron algo entre ellos y luego se acomodaron en lo que y supongo son sus respectivos lugares, Óscar me sonrió ya sentado y listo para tocar la batería y guiñó su ojo derecho cuando me cachó viéndolo, David comenzó a hablar.

—La siguiente canción la compuso nada mas ni menos que el buen Burgos pero jamás nos ha contado quién fue su musa... Pero de igual modo esperamos que te guste por que la pensamos poner el disco...— todos me veían por lo que sólo sonreí para luego asentir. Óscar chocó las baquetas y la melodía comenzó.

REPRODUCIR LA CANCIÓN• (Mujer maravilla

A mitad de la canción podía jurar que sabía que habla de nosotros dos, sentí ganas de llorar, porque recordé como habíamos iniciado a hablar, a conocernos más, después pasó lo de mi accidente y aquella forma tan cruel con la que este chico de la batería me había tratado, y a pesar de que yo no le guardaba rencor, sabía de sobra que en el lugar mas profundo y oscuro de mi ser, el recuerdo seguía doliendo.

***

Ya estábamos rumbo a mi casa, no era tan tarde, quizás las siete de la noche, habíamos comprado pizzas para comer con los chicos de la banda de Óscar, que ahora sabía, se llamaba Fly the band...

Pero las imágenes del pasado no querían dejarme en paz, y temía que él se diera cuenta, y creo que mi silencio y el hecho de que  todo el trayecto de regreso lo he pasado viendo la ventana, seguro que lo han hecho sospechar algo, si no, no estaría volteándome a ver cada que paraba en un semáforo.

***

Ya estábamos cerca de mi casa, y yo seguía sin decir pío, él no preguntaba nada y en parte lo agradecía, y ese era el último semáforo pero el más lento, pude ver como César aprovechaba que estaba en rojo para encender la radio del coche y al parecer conectar su celular por bluethoot, una melodía que yo no conocía comenzó sonar (Nadie más - fly the band) y el pelinegro con timidez tomó una de mis manos con la suya sin dejar de ver el camino, comenzó a cantar mientras el semáforo se encendía de nuevo en luz verde. Mi vista se posó en su perfil, pues estaba concentrado en la carretera, fue un momento muy efímero el que nuestras miradas se conectaron, pero fue suficiente para que mis lágrimas hicieran su aparición triunfal. A la par que él cantaba, no pude más cuando él cantó "Quiero empezar desde cero, dejarlo todo atrás para volverte a enamorar..." y se giró a verme al haber aparcado ya fuera de mi casa. Con rapidez se deshizo del cinturón de seguridad, abrió su puerta y rodeó el coche, yo apenas y me estaba desabrochando el mío, cuando ya estaba él arrodillado en la puerta tomádome ambas manos.

—Yo no merezco tus lágrimas, tu no debiste llorar ni sufrir por mis estupideces de hace tiempo, por favor no te sientas agobiada con el pasado, Carls... Pero aun y que ha pasado tiempo, quiero volver a pedirte perdón por todo el daño que te causé, y sé que quizás no lo supiste pero yo pagué todo en el hospital, tus rehabilitaciones también, y tu hermano me dio una buena paliza... Pero, vamos, me la merecía y también merecía todo lo que me pasó después... ¿me puedes perdonar, Carly?, ¿podemos empezar desde cero?— mis sollozos y el llanto ya se habían calmado y mi vista estaba fija en su rostro.



Quédate《Brandon Meza》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora