❦ El que haga arder más su corazón ❦ [Kardia x TN]

【Capítulo 1】

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Grupo de locos

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El caballero de melena azul y la chica de los ojos ____ no paraban de golpear y esquivar al adversario.

Aquella pelea que había iniciado por el robo que había cometido la joven se había vuelto una competencia de resistencia y de no caerse hacia una muerte segura por el acantilado.

En un momento dado, la de cabellos ____ tomó la ventaja pues el de la armadura dorada se había distraído y no se daba cuenta de que estaba al borde, ¡Solo bastaba un leve empujón para que su adversario cayera! Casi podía saborear la victoria y la buena paliza que le daría al maldito de Caín.

Se dispuso a darle una patada al hombre, pero una corriente helada recorrió todo su cuerpo, dejándola paralizada ¿Qué rayos había pasado?

—¡Kardia! ¡Ya basta!— gritó una voz desde su espalda.

La joven bajó la mirada, y vio como desde sus pies hasta la altura de la cintura se encontraba presa por un bloque de hielo —¡¿Pero cómo...?!

—¡DEGÉL! ¿QUÉ NO VEZ QUE ESTAMOS PELEANDO?— exclamó el de cabellos azules mientras se alejaba del acantilado.

—¡Solo te pedí una condenada cosa, Kardia!— empezó otra voz diferente a la anterior —¡Te dije que VIGILARAS el templo de las almas!

La chica volteó a ver quiénes habían interrumpido su oportunidad de escapé, y aquel rostro furioso que tenía se convirtió en una expresión de pavor, dejando caer su sable por la impresión... Otros dos hombres con armaduras doradas.

Uno de ello, a quien su contrincante se había dirigido primero, tenía una cabellera larga color verde, mientras que el otro era un peliazul con un corte de cabello corto.

—¿Y tú qué crees que estoy haciendo, cangrejo asqueroso?— preguntó furioso el de melena azul.

—Oh, no lo sé ¿TAL VEZ JUGAR CÓMO SIEMPRE LO HACES?

—Ya basta.— interrumpió el de cabello verdoso —Ve al punto, Manigoldo.

—Bien. — el mencionado se acercó amenazante a la de cabellos ___, tomándola del cuello —¿Dónde está el alma de Poseidón?

—... Alma de ¿qué?

Ella definitivamente no entendía lo que estaba pasando, ¿Templo de las almas? ¿Alma de Poseidón?

Manigoldo puso los ojos en blanco y apretó con más fuerzas el cuello de la joven —La urna blanca que te llevaste, estúpida, quiero respuestas ahora.

La chica empezó a sentir dolor por el agarre del mayor —Ah, ¿Esa tonta vasija? Me la robaron.

El de cabellos largos azules soltó una carcajada —¿Una pirata a la que le roban? ¡Eres un fracasó!

—¡No te hagas tonta! ¡¿Dónde está la condenada urna?!

—Manigoldo, los caballeros no matamos a mujeres.— agregó el de cabellos verdes.

—Tal vez ustedes, pero a mí parecer a la casa de cáncer no le vendría mal otra cara.

La chica tragó saliva con dificultad —Caín Solo se la llevó, cuando caí por la escalinata aprovecho que unas piedras cayeron sobre mí y me la quitó, Él tuvo la idea de venir aquí desde un principio y esa vasija era su premio gordo.— declaró —Yo solo... Quería quitárselo.