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Su cabello castaño perfectamente recogido en dos trenzas, sumando sus mejillas ligeramente sonrojadas, dejaba en claro (para mi), que Thea era la definición ándate de inocencia y ternura. Al menos en este momento...
Mordí mi labio inferior tratando de reprimir una sonrisa, verla andar a través de esa campo de tulipanes feliz me transmitía el sentimiento de libertad.
Libre.
Yo me sentía libre con Thea, ella me había traído la libertad que tanto anhelaba.
—¡Cariño!
Exclamé llamando su atención, ella ya iba unos pasos por delante de mí en aquel camino del campo de tulipanes. En el momento que Thea volteó hacia mi tomé la fotografía, captando la belleza de su sonrisa y ligera confusión.
Con mi objetivo realizado, dejé la cámara colgando de mi cuello, esta vez no reprimí nada y le sonreí ampliamente. —¿Qué? —Ella dijo mirándome detenidamente, sus ojos azules parecían brillar bajo aquella luz del sol previo al atardecer.
—Nada, sólo... te extrañé. —Confesé, ya que no la había visto por un extenso periodo de tiempo debido a que se encontraba estudiando su último año de universidad en Dinamarca. Hoy había sido su primer día en mi reino, o mejor dicho el nuevo reino de mi primo.
—Yo también te extrañé. —Respondió y yo no perdí la oportunidad para acercarme tomándola por la cintura y besarla con gentileza.
Sentí sus manos rodear mi cuello, aunque no se pegó completamente a mi pecho porque la cámara era un obstáculo entre nosotros, igual continuamos besándonos, hasta que lentamente el beso subió de categoría volviéndose uno más apasionado. Me separé un poco de ella sabiendo que era lo más sensato, estábamos en un lugar público, familiar.
Thea me dedicó una sonrisa con esos preciosos labios enrojecidos a causa de nuestra anterior acción, y aún manteniendo la ligera calentura del momento, me incliné a susúrrale en su oído;
—Oficialmente me follaré a una profesora recibida en Artes, y quien sabe, puede que deje color sobre ti. —Dicho eso me alejé encontrándome con un sonrojo intenso.
—¡Nash! —Se ¿quejó? No lo sé, pronunció mi nombre de manera extraña.
Me reí y la abracé.
—Te amo, cariño.
—Y yo a ti, Nash.
Al separamos terminamos de recorrer aquel plantío de tulipanes. Tenía una fascinación con ellos, eran mis flores favoritas por diversas razones, en especial por aquel símbolo del tulipán eterno, haciendo alusión al amor eterno.
Thea era mi tulipán eterno.
La escuché hablar de lo feliz que le hacía haber cumplido una de sus metas, y yo me sentía tan feliz y orgulloso de ella, se sentía realizada, iba a ser lo que ella quería y le traía dicha, y eso era todo para mi.
Llámenme loco, pero nos visualicé juntos toda la vida, Thea pintando los paisajes que la inspiraban, y yo sacándole fotos a lo que mis ojos captaban con belleza.
—¿Te imaginas que nunca nos hubiéramos visto en el castillo de Dinamarca cuando apenas y tenía 14 años? —Ella dijo de la nada recordando la primera vez que nos vimos.
—No lo sé, pero me gustaría pensar que de igual manera el destino nos habría reunido, aunque bendigo el momento en el que me bajé del auto para llamar tu atención. —Respondí y ella sonrió.
—Eras tan atractivo...
—¿Era? ¿Me estás diciendo que ya no lo soy? Cariño, eso es una grosería, y una mentira. —Fingí indignación, ella se rió.
—Sabes que no quise decir eso, me refería a que me pareciste tan atractivo cuando te vi, ibas a ser difícil de olvidar.
—Y lo fui, porque me recordaste tres años después cuando nos volvimos a ver.
—Si no hubiera sido por tu primo y todo lo que sucedió, no estaríamos ahora aquí. —Suspiré.
—Y eso lo vale todo. Porque estás aquí, conmigo, y somos felices. —Sentencié acariciando su mejilla. —Bienvenida a las Netherlands, cariño.
Hola, hola. ¡Primer One Shot! Me llegan todos los sentimientos y quiero llorar por mi bebito Nash, él se merecía esto. En fin, pueda que el siguiente One Shot sea smut Nhea 7u7 ahre. Los amo y gracias por el apoyo. ⚡️
