Día 5

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Escribir es algo emocionante, siempre fue una forma de desahogarme y tuve la suerte de poder encerrarme en mi mundo, plasmarlo sobre papel y que pudieran pagarme por ello. Seguramente muchos me odien y crean que soy un inútil, no se equivocan, siempre lo he dicho, o quizas repito las palabras de mi padre, mas un poeta, pintor, cantante, escritor o cualquiera asociado al ámbito artistico resulta ser un lunático, bueno para nada. Aunque no hay nada más hermoso que encargarse de escribir los sueños de las ovejas para luego venderselos, ser el representante de las fantasías de las personas termina siendo satisfactorio, aún cuando esto traiga consigo demencia, depresión, bipolaridad, ansiedad y quién sabe cuántas dificultades mentales que se vayan sumando con el tiempo.
No obstante me gusta ser llamado el mago de las bellas artes, el mismo que se encuentra en su magnifico castillo esperando por crear nuevas ilusiones.
Agradezco que la anhedonia aún no se encuentra presente, sigo siendo el que controla mis propias emociones, al menos por ahora, pero he de admitir que aunque sea el ilustre de las fantasías del mundo, nadie crea las mías. Tener que ser mi propio ilustrador de sueños no es malo, pero termina siendo estresante, agotador y repetitivo luego de haber tenido que leer, plasmar y dibujar miles de nuevas historias, para miles de personas diferentes.
Es verdad, no debería porque quejarme, mas desearía poder ser alguien aurívoro, con deseos mezquinos de poder y dinero, tal como aquellos hombres que han decidido contratar mis servicios.
Quizás una parte de mí lo sea, después de todo ser abatido por los vicios que pueden ser contratados con trozos de papel y baratijas de bronce resulta placentero, incluso en ocasiones bastante orgasmico. Además uno debe comer en esta vida, y lamentablemente no resultan ser gratis los bienes necesarios para sobrevivir, tampoco los servicios como la luz y el agua, todo resulta ser un intercambio de dinero, para algunos resulta más fácil que para otros, pero siempre termina siendo lo mismo, un largo camino de intercambio de dinero, para las masas que crean la misma dependecia por estos sueldos sin valor.

Sin sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora