Habían pasado un par de meses cuando Vina y Fil abrieron por primera vez la escotilla del búnker. En los primeros días esperaban con ansias que otros sobrevivientes los encontraran para así no poder estar solos pero con cada día que pasaba iban perdiendo cada vez más la esperanza.
Al pasar el primer mes ninguno de los dos sostenía ni siquiera un poco de esperanza y al llegar el segundo mes se encontraban desesperados por salir y dejar de esperar que los encontraran para ahora ser ellos los que encontraban.
Los hermanos pasaron semanas planeando su estrategia para salir ya que no sabían lo que podría estar esperándolos afuera. Decidieron con que los dos saldrían a investigar por el día y que volverían al búnker al anochecer.
Por fin un día abrieron a escotilla y la luz brillante que radiaba el sol los segó por unos segundos. Todo estaba igual que como recordaban, como si no hubiera pasado ni un solo día desde que entraron al búnker. Ambos hermanos portaban consigo un cuchillo y un encendedor que habían encontrado en lo que parecía ser la cafetería del búnker junto con unas pequeñas mochilas que habían hallado y que habían llenado con agua y comida.
Parecía ser medio día y no había rastros de personas o siquiera de animales por ningún lugar.
—Yo iré por aquí y tu ve del otro lado.—dijo Vina encaminándose al lado oeste del bosque y dejándole a su hermano el lado este.
—Esta bien, pero no vayas tan lejos.—respondió Fil mientras veía a su hermana alejarse y adentrarse en el bosque.
Cuando ya no pudo ver más a su hermana Fil se adentró en la parte este del bosque. La vegetación se volvía cada vez más espesa y eso obligaba a Fil a dejar cada vez más y más marcas en los arboles con su cuchillo.
La Zona estaba desierta y para Fil parecía como si no hubiera pasado ni una sola persona o animal en los 30 años que llevaba abandonada.
Fil caminó por horas pero cada paso que daba le hacía perder más las esperanzas de encontrar a alguien.
¿A caso el y su hermana serían los únicos sobrevivientes de la tercera gran renuncia?
Cada vez se acercaba más al centro de la Zona 1 pero no había nadie en ninguna parte, solo un gran bosque lleno a más no poder de plantas frondosas.
Tardó bastante tiempo pero antes de que el sol se pusiera Fil logró llegar a orillas de un gran río, con el agua más pura que el hubiera visto jamas rodeado de césped que le llegaba casi a la altura de la cintura y con unos pocos peces nadando en la misma dirección que la corriente.
Todo parecía sacado de un cuento para niños y el bosque de alrededor estaba tan tranquilo que Fil llegó a pensar que lo único que quedaba de vida animal en la Zona 1 eran esos pequeños peces que nadaban en el río.
La vista era asombrosa y Fil no pudo evitar quedarse quieto unos minutos para poder apreciarla, por un momento recordó su vida en la Zona 3 y pensó en como le gustaría tener sus utensilios para pintar en ese mismo instante. En la Zona 3 no había un río pero existía un lago hermoso e inmenso localizado justo en el centro de la Zona, el amaba ir a ese lago ya que lo inspiraba. A la mayoría de las personas les parecía un lugar horrendo ya que el área estaba cercada y había varios soldados de la ORCS resguardando el lago, pero de alguna manera eso inspiraba a Fil. Le gustaba imaginarse como sería todo ese espacio si no hubiera cercas o guardias y si las personas fueran a visitarlo o simplemente a observarlo y lo que imaginaba era exactamente lo que le gustaba pintar.
A Fil le pareció que pasaron unos pocos minutos pero la luz del sol empezó a apagarse indicándole que era hora de regresar al búnker con su hermana.
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Zona 21
Science FictionLos humanos acabaron con el mundo y ahora ya no hay vuelta atrás. Lo único que le queda a la raza humana es sobrevivir y para eso se tienen que hacer sacrificios. Los sobrevivientes del apocalipsis formaron el pueblo de Ater, el cual tras la llegada...