No te enamores.

4. Atretrusa y peleona.

Hailey.

Al escuchar esa voz, quede completamente helada, mi día de verdad se convertiría en algo peor de lo que imaginaba.

Mi padre...

Solté a la chica rubia - Disculpa papi - agachando la cabeza.

Tenemos que hablar - dijo tenso - y en privado.
Sabía lo que pasaría...

Dala obviamente, tenía cara de triunfadora. Chocaba manos con sus amigas y reían. En cambio todos los otros que estaban ahí estaban expectantes a lo que sucedería.

Danae me miro con cara triste y de su boca salió un "disculpa", le di una mirada de "no te preocupes", no tenia que porque pedir disculpa, después de todo fue mi culpa y yo me metí en este lío.

Me di media vuelta en dirección al ascensor, detrás de mi papá , muy avergonzada, obviamente.

Llegamos a mi habitación junto a mi padre quien en el trayecto estuvo muy callado, al pasar ambos por la puerta, el cerro la puerta con fuerza y colocó seguro.

-Quiero que me expliques qué pasó allí abajo - dijo entre dientes.

-Papá... - comencé a llorar - lo qué pasa que anoche ella me pegó y yo no record... - Me quede callada, no podía decirle que había ido a una fiesta.

-¿Que no recordabas? -gritó - ¿Por que si se podría saber Hailey? -dijo apretando sus puños.

Solo me quede callada. Sabia que lo que venía era peor, pero decidí responder.

-Fuimos con Danae a una fiesta de comienzo de clases, en donde van todos los adolescentes papá, pero esto no puede saberlo la directora ya que no es legal, dentro del instituto -dije sollozando y bajando la mirada, avergonzada.

-De seguro andabas borracha, regalándote  a un chico con novia, eres igual de puta que tú madre -no podía creer lo que me decía, mi madre no está con nosotros  y el aún se atreve a hablar mal de ella- Te merecías ese golpe en el ojo -dijo aún más furioso y de pronto, comencé a sentir un ardor inimaginable en mi mejilla.

Me había dado una cachetada, que por cierto me la merecía.

-Ahora te darás un baño, y no quiero saber sobre, que hayas asistido a una de esas fiestas, donde solo van putas baratas, hombres que buscan sexo, se drogan y emborrachan, jamás pensé que mi hija andaría en esos pasos, no es así como te crié ¿o si? - con una mirada intimidadora.

-No papi - Me criaste en una familia violenta, nada más, pero siempre que golpeó a Jenny -mi madrastra- quién se fue de casa luego de tres años viviendo ahí, mal agradecida por cierto, fue porque ella hacía cosas que a papá le molestaban.

Me estaba levantando para hacer lo que mi padre dijo cuando...

- ¡Ah! y por si te queda duda, no quiero que hables mas con tu "amiguita" nueva, ya que ella debe ser una igual a ti, regalada y te lleva por malos pasos.

Me di un baño rápido, al salir me sentí aliviada al ver que mi padre ya no estaba. Me puse pijama, me acoste en la cama y no podía hacer más que llorar, mi mejilla aún ardía, pero realmente me lo merecía, el no me había criado así y yo desobedecí y me las di de rebelde.
—————-
Seth.

Solo quería salir de clases, la noche anterior había sido una locura y solo deseaba dormir. El comienzo de clases como siempre aburrido, los profesores solo hablaban de la materia que pasaríamos en el año y ya. Semana inútil y perdida a mi parecer.

-Bueno chicos, es todo por hoy, nos vemos la próxima semana, adiós -dijo la maestra de matemáticas y se marchó rápidamente.

Al salir de clases, vi como un montón de personas se comenzaron a acercar a un grupo de chicas...
Estaba tan molesto aún por lo de la noche anterior, que no presté mucha atención, hasta que escuche mi nombre salir de la boca de quién me traicionó.

-Eres tan mojigata, ¿sabes algo? odio a las tipas que se hacen las tontas, te recuerdo, ayer subí a la habitación de Seth, estabas solo con ropa interior, provocando a mi chico. Te reto a sacarte esos lentes, ¿tan horrible te quedo?, pobrecita - dijo Dala riendo con su grupito de esclavas - así es como yo las llamo, ya que solo están para sus peticiones.

Al escuchar mi nombre, mi curiosidad aumento y comencé a acercarme lentamente, pero escuché un gran grito, que estremeció a mi compañera de cuarto. Era un hombre de alto, delgado y se veía de buena clase, vi como obligó a mi compañera a subir a la habitación y la curiosidad me ganó.

Iba caminando sutilmente detrás de ellos, quienes iban muy callados, a kilómetros se notaba que el señor estaba muy molesto. Estaban por entrar a mi habitación así que me apresuré, pero sentí un gran portazo y la traba de la puerta. Esto no pintaba para bien.

!Paf! escuche, sentía como mi sangre subía por mi cara, tenía una rabia inmensa , como es capaz de golpearla - no sabía por qué estaba sintiendo esto, si no la conozco- me hizo recordar a como mi padre engañaba y golpeaba a mamá , quizás es por ese motivo que no soporto la violencia hacia las mujeres.
Trate de abrir la puerta, pero no pude. Sentí unos pasos y corrí a esconderme.

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Hailey.

Daba vueltas y vueltas en la cama y no lograba conciliar el sueño, de repente siento abrirse la puerta lentamente, no negaré que sentía miedo a que mi padre volviera.

- Quién es? - me atreví a preguntar.
-Soy yo, Seth - su respuesta me causó un gran alivio, pero no seguí hablando.

-Estás bien? - escuche decir a mi compañero, mientras se acercaba - acaso se había enterado?-
-Sí, gracias - conteste rápidamente. - Seth?, quiero pedirte disculpas por anoche haberme propasado, la verdad que nunca había tomado, no sabía que podía actuar de esa forma, me siento muy avergonzada -suspiré, recordando todo nuevamente.

-No te preocupes, está bien.. ah! además de atretusa eres una peleona - dijo riendo - buenas noches- sentí como se iba al baño y cerro la puerta.

Es mi idea o mi compañero hoy estaba más agradable?

-De seguro andabas borracha, regalándote  a un chico con novia, eres igual de puta que tú madre
Se me repetía una y otra vez en mi cabeza, cuanto te necesito mamá, no sabes lo que daría por poder darte un abrazo y recordar de mejor manera tu hermoso rostro...
Y así fue como tratando de recordar a mamá, logre poder conciliar el sueño...