¿Me declaras la guerra?

No me abandones

En la habitación de Marinette.

La chica estaba haciendo su tarea hasta que sintió un sonido provenir de afuera.

Agarró una plancha y fue al balcón para que provocó ése sonido, viendo al héroe felino... triste.

-Chat... ¿qué sucede?

Preguntó, acercándose a su amigo luego de tirar la plancha en su cama.

Ya tenía su pijama puesto pero no le incomodaba en lo más mínimo que él la vea así.

El rubio, la miró por unos segundos y le mostró una sonrisa.

-Hola, Marinette.

La chica, fruncio el ceño con preocupación por éso.

Era evidente que a su amigo le pasaba algo y no se lo quería decir.

-No sé lo que te sucede, pero puedes contar conmi...

Y la ojiazul, no pudo continuar hablando por que el héroe apoyo una mano sobre el flequillo de ella y lo desordenado, como sí lo quisiese limpiar.

-¡Chat!

Y Marinette, le agarró de la muñeca y lo miró con enojó.

-No sé que te pasa, pero éso no fue amable de tu parte.

Exclamó con algo de enojó mientras él la veía fijamente.

En verdad, no quería tener problemas con nadie y a Luka le gusta Marinette desde que la conoció.

Era muy egoista de su parte querer meterse en el camino, pero...

Cortó la distancia con su amiga, sin importarle que ella estaba molesta y la abrazo.

La chica, se sorprendió por éso pero pronto relajó su ceño y correspondió al abrazo.

No sabía que le pasaba a Chat noir, pero él necesitaba un abrazo y ella no se lo negaría.

Quizás estuvo esperando encontrar a Ladybug para recibir un mejor consuelo, pero se rindió y fue a buscar a la segunda persona más importante para él que le podía dar consuelo, ella.

¿Era raro ser la primer y segundo persona en que Chat noir pensaba?

No, mejor preguntar, ¿es raro qué éso le haga querer sonreír de manera presumida?

El chico, sólo cerró sus ojos y la abrazo con más fuerzas, como sí tuviese miedo de que ella lo dejé.

-No me abandones, por favor.

Susurró él, siendo oído por su amiga.

La ojiazul, sintió mucha lástima y abrazo con más fuerzas al héroe.

Ladybug no veía ésas fasetas triste de Chat noir, pero Marinette sí lo hacía.

Sin darse cuenta, ella se convirtió en la persona a la que Chat noir siempre le quería sonreír y así también, se convirtió en la persona a la que le confiaba sus momentos de tristeza.

-Yo nunca te dejaré, siempre estaré aquí cuando me necesites.

Aclaró ella y una sonrisa se asomó en los labios del ojiverde.

Ésas simples palabras, le daban grandes ánimos.

Chat noir rompió el abrazo y miró a su amiga quien sonrió al verlo más calmado.

-Cuando te sientas mal y no quieres que tu amada Ladybug te vea así, recuerda que aquí estoy y siempre te daré un abrazo sí quieres.

Aclaró con amabilidad en sus palabras.

Chat noir, sólo sonrió mientras suspiraba levemente.

En verdad, gran parte de las veces cuando estaba triste, por un extraño motivo siempre terminaba con Marinette, como sí algo lo mandase con ella.

Éso significa que en verdad, ella es muy importante para él y tiene miedo de que sí Luka sale con ella, por celos al creer que entre ellos puede pasar algo, le diga a Marinette que se aleje de él...

Seguro es éso...

-Gracias, Marinette...
Eres mi Ladybug sin máscara.

Al oír éso, la chica sintió algo familiar y se puso a hablar de cosas sin sentidos con su amigo por unos minutos, hasta que él se fue.

Marinette, una vez que su amigo se fue, fue directo a dormir, sintiendo como sí se le hubiese olvidado algo muy importante.

¿Qué será?

Continuará...
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¡Hola!

Pobre Marinette, por distraerse con Chat noir, se olvidó de terminar su tarea.

Espero que haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...