"Cuentan que tu alma gemela es aquella que le da la vuelta a tu mundo entero en un giro inesperado del destino, cuando por azar se encuentran. - Simar"
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Se encontraba sentado cerca del puerto de Yokohama mientras observaba como las olas del mar se veían tan tranquilas, suspiro antes de ver su reloj de mano - Maldito enano, esta tardando -susurro con cierto tono aburrido para después sollozar con falsa tristeza - ¿A quien diablos le dices "enano"? -escucho la voz de aquel que esperaba, generando una sonrisa burlona en su rostro - A ti mi amado chaneke -tomó del brazo al más bajo para después posar sus manos en su pequeña cintura y así sujetarlo con fuerza -. Pensaba morir en paz en este lugar pero estaba seguro que llegarías a arruinar mis planes, mi pequeña babosa - Jodete maldita momia, ¿Solo para eso me llamaste? -el más bajo se separó del agarre para tomar un cigarro de su bolso, encenderlo y aspirar el humo que generaba este -. ¿Qué demonios paso con Tachihara? - Nadaa~ bueno solo le enseñe que no debe meterse con mi pequeño amante -respondió con aquel tono burlon que sólo el podía tener -. Además, ese nuevo corte de cabello le favorece - ¡Maldita caballa, lo dejaste calvo!
Una fuerte carcajada salió del hombre de cabellos castaños, sujeto con fuerza su estómago para después tratar de tranquilizarse. Sin duda aquello que le había hecho al pelirrojo había salido como lo había planeado, sus planes nunca fallaban. Miró el entrecejo fruncido del más bajo, nuevamente lo sujeto entre su cuerpo para así poder besarlo. Amaba aquellos labios tan suaves que poseía su pareja, el color cereza que tenia aquella parte de su cuerpo era tan hermosa, además de un sabor adictivo. - Eres una maldita momia, Dazai -comentó el más bajo mientras se acomodaba en el pecho del más alto - Pero soy tu maldita momia -poseyó nuevamente los labios ajenos para después sonreír con autosuficiencia -. Mi Petit Mafia - Que te jodan - Mejor jodeme tú, Chuuya~.
Cierto joven de cabellos castaños se despertó exaltado después de aquel sueño que acababa de tener. ¿Acaso estaba enloqueciendo? ¿Por qué Chuuya era un hombre? ¡¿Qué demonios estaba ocurriendo?! Se apresuró para llegar a la enfermería, se sentía un poco fatigado. No entendía, que demonios había pasado Antes de llegar a su destino, observó a cierto menores que conocía muy bien. Atsushi se veía un poco incómodo, Lucy abrazaba al albino mientras sonreía con tranquilidad mientras Akutagawa se veía con muchas ganas de realizar un homicidio doble en ese mismo instante - ¡Me voy! Sigan con lo suyo -sugirió molesta la azabache para tomar su bolso y dar media vuelta, dejando no solo al castaño sino también al albino; sorprendidos por su actuar - ¡Espera, Ryu! -grito el chiquillo al ver como la otra se alejaba -. Lucy por favor, sueltame - No, Atsushi por favor abre los ojos. ¿Aún crees que lo que vimos era un sueño? -alegó la pelirroja mientras seguía aferrada al más alto -. Tu querida Akutagawa, estaba ligando con Miyazawa del grupo C - Eso no es verdad, además ella está molesta por lo que dijiste. Ya te había dicho que te abstuvieras de decirle cosas de ese tipo -se defendió el chico al ver como su amiga seguía necia -. Lucy, lo sabes mejor que nadie... A mi me gusta Ryu - Sin embargo nunca la haz hecho reír como lo hace Miyazawa -contrataco la femenina para después soltar al albino y caminar por el lado contrario -. Abre los ojos, gatito tonto
