Mi estado anímico había deteriorado y mucho, en la segunda semana de mi último mes, cada vez me esforzaba menos por dormir mis 8 horas, por terminar mis platos de comida, por cuidar mi apariencia, JiMin se la pasaba conmigo todo el tiempo y me obligaba a comer y a veces a dormir, yo trataba de resisterme hasta que él perdió la paciencia por un momento y comenzó a llorar.
–Min YoonGi por favor! Suficiente tengo con el hecho de que voy a perderte y ni siquiera logré conocerte bién, podrías por favor, solo... Alimentarte y tratar de cuidarte el tiempo que te queda con vida?!
Y después de esas palabras no puse más resistencia, los planes de quedarnos una semana más se fueron a la mierda y todos fuimos a Corea antes de lo previsto, al llegar ahí Tae estaba en el aeropuerto esperandonos, ah, sí, JiMin también regresó con nosotros.
Lo primero que hice al ver a Tae fue abrazarlo, lo había extrañado tanto, estaba seguro de que había gastado todos sus ahorros para poder visitarme aunque sea una última vez, Tae tenía solo dos años más que yo, lo conocía desde la primaria y habiamos sido inseparables, fué una de las pocas persons que no escapó cuando le conté sobre mi enfermedad, al llegar a casa iba a darle todas mis monedas, sería como mi herencia, reí entre lagrimas por mis pensamientos, Tae solo acarició mi espalda y me dejó llorar unos segundos más, después todos fuimos a casa.