ENCONTRARTE OTRA VEZ (CAMREN minific)

ENCONTRARTE OTRA VEZ (Final)

Las calles parecían eternas, Lauren deseaba llegar pronto a su destino. Cada paso que daba, la acercaba más a Camila. Ya tenía la certeza de quién era, a qué se dedicaba, pero faltaba una cosa más; confirmar en dónde estaba. Conducía concentrada en el camino apretando con firmeza el volante de su lujoso TESLA. A su lado, en el asiento del copiloto, iba Axl y en la parte de atrás, la oficial Manzano, quien parecía muy interesada en los detalles internos del moderno automóvil, observándolos con detenimiento. 

—Y... ¿Qué favor le debe ese militar al que vamos a ver? —Preguntó por fin Axl. 

—Creí que no te interesaba saber. 

—A mi no, pero a Juls, si. 

—¿Qué?... ¿Yo qué? —replicó la agraviada, al escuchar su nombre. 

—¿En serio, Axl? —Lauren la miró incrédula. 

—Bueno sí, me interesa saber a mi. ¿Contenta? 

Lauren movió la cabeza de forma negativa. —Hace un par de años, su hija mayor de quince años, fue violada y asesinada cruelmente, víctima de racismo. Salía de una fiesta con su novio; pasaba de la media noche y entonces algo pasó entre ellos y discutieron en el auto. Él la hizo bajar en medio de la calle molesto por la discusión y la abandonó a su suerte sin importarle más. Ella no quiso llamar a casa, tal vez temiendo que su padre se molestara por la actitud del chico y no la dejara verlo más. La cuestión es que al parecer, un hombre la vio sola y desprotegida; era un racista la llevó a un lugar y... Maldito infeliz, su cuerpo estaba casi destrozado cuando la encontraron.

—-Wow, eso es terrible. Pero ¿qué tiene usted que ver en eso?

—Yo llevé el caso, tenía ya la pista del asesino, estaba a punto de atraparlo. Pero entonces, el padre de la chica me llamó, me pidió que habláramos. A la par con ese caso, estaba llevando el de un asesino serial que había librado varias veces la cárcel por falta de pruebas contundentes. Estaba furiosa por eso, pese a que teníamos evidencias, éstas no eran suficientes para arrestarlo y enjuiciarlo. 

—¿De qué quería el hombre que hablaran?

—Deseaba encontrar al maldito que le arrebató su más preciado tesoro y vengarse. 

—¿Le dijo dónde encontrarlo?

—Sí, le dije todo. 

—¿Por qué?

—Porque él estaba desesperado y yo necesitaba un homicidio para refundir a un delincuente. Las cosas se dieron. 

—Un momento. ¿Se refiere a que el militar vengó la muerte de su hija matando a quien le hizo daño, y culparon a otro hombre por eso. 

—Sí, así es. Le sembré las pruebas en su contra y fue procesado por el asesinato de la hija del militar.

—Pero eso es una atrocidad. ¿Cómo pudo hacerlo?

—Se cometió un homicidio y una persona está pagando por él. En el mundo hay miles de inocentes pagando una pena en prisión por delitos que no cometieron.

—No es justo. 

—Tal vez para ti no, pero para mi sí. Y si no fuera por eso no estaríamos aquí... Hemos llegado. 

Lauren se quitó el cinturón y abrió la puerta saliendo del auto, Juls abrió su puerta dispuesta a salir también. 

—Esperen aquí, —pidió la detective y la oficial Manzano volvió a cerra su puerta.

—Por eso digo que mejor esperamos aquí.

 —Nunca quiere que la acompañe y siempre se mete en problemas, —comentó Axl mientras la veía alejarse.