El chico rubio se encontraba respirando agitadamente sobre su cama, tenía sudor bajando por su frente y su pecho subía y bajaba rápidamente, mientras sus manos apretaban las cobijas a su alrededor y frotaba la tela de la ropa entre sus piernas, al tiempo que los dedos de sus pies se encogían. Se repasaba varias veces los labios con la legua dejándolos brillosos a causa de su propia saliva, y soltaba pequeños suspiros rodando por la cama a la vez que despertaba abruptamente con una erección bajo el pantalón que usaba de pijama. Jimin había tenido un sueño húmedo con aquel profesor que había conocido ese día por la mañana, se levantó dándose cuenta que aquella escena caliente que había sentido a flor de piel, solo había sido un maldito producto de su cabeza, pero la reacción de su miembro si era bastante real, al punto que dolía. De este modo siendo consiente de que tenía que arreglar algo allá abajo, se encaminó al baño, ya al estar dentro se recargó en la pared, bajó su pantalón hasta la altura de las rodillas mientras con su mano tomaba el resultado de su sueño y comenzaba a masajear lentamente buscando en su mente alguna imagen que lo ayudara a terminar rápido, encontrando la respuesta en aquel profesor pelinegro. Los movimientos comenzaron con un vaivén suave, que le arrancaba dulces gemidos que sonaban como susurros, pues Jimin no quería elevar la voz sabiendo que sus padres se encontraban en la habitación contigua y había riesgo de que si lo hacía pudieran escuchar, así que siguió imaginando la escena que previamente tenía en su cabeza, la cual consistía en ese varonil alfa sujetándolo del cabello y acorralándolo contra su escritorio mientras lo embestía y le decía palabras sucias al oído con esa voz ronca y excitante, tomando sus caderas dejando en ellas las marcas de sus grandes y venosas manos para luego atraerlo hacia el y hacerlo llegar al paraíso con estocadas fuertes y profundas, los movimientos de su mano se volvieron mucho más rápidos conforme Jimin respiraba de forma errática y sentía un hormigueo conocido que se acumulaba en su abdomen bajo y lo hacía querer gritar, minutos después llegó a su ansiado clímax, dándose por satisfecho y limpiando su miembro con algo de papel higiénico, para después tirarlo al cesto de basura, subirse el pantalón y lavarse las manos levantando lentamente la vista hasta toparse con su reflejo en el espejo, viéndose cansado y sudoroso
-Demonios ¿que acabas de hacer Park?- se dijo a si mismo al tiempo que daba un largo suspiro y cerraba sus ojos en busca de algo de paz- mañana tengo que ver el rumbo que toma todo esto
Jimin nunca en su vida pensó en tener a alguien predestinado, y es que hasta hace poco estaba convencido de que solo era un estúpido cuento, cuento que ahora se había tornado su cruda realidad, y aunque esto podía parecer una historia feliz para cualquier omega que el conociera, a el no lo dejaba tranquilo el hecho de lo que pasaba cuando las personas entre las que se establecía el lazo no llegaban a sentir amor a pesar de que sus lobos se amaran, los alfas podían llegar a sentir tristeza al separarse y romperlo pero normalmente la podían superar, pero... ¿y los omegas? ¿que pasaba con ellos?, en todas esas historias donde no surgía el amor (he incluso fuera de los predestinados, con las parejas que eran forzadas a una relación, parecía que el alfa siempre terminaba menos dañado o al menos vivo) cuando se separaban el alfa lo superaba si era fuerte (lo cual ocurría en casi todas las historias que le contaron) pero los omegas no tenías muchas veces la fortaleza suficiente para salir de una depresión sin tener a su alfa luego de romper el lazo, y muy muy dentro de él tenía miedo, miedo de formar parte de ellos, Yoongi no lo había rechazado, pero, eso era en este momento, ¿y si después lo hacía? ¿y si no podían llegar a enamorarse? por eso el odiaba el hecho de que fuera un omega, aún no podía apreciarse para saber lo mucho que valía. Con ese pensamiento en mente, se dirigió a su cama y se sumergió en los brazos de Morfeo
Por la mañana al llegar a la escuela Jimin comenzó a buscar desesperadamente a Min, con paso apresurado se dirigió hacia los posibles lugares donde los maestros solían estar en lo que llegaba la hora de comenzar las actividades escolares, encontrándolo así en la sala de maestros sentado viendo un libro y con una taza en la mano y bebiendo tranquilamente, había 2 maestros más ahí, así que cuando el rubio tocó intentó no sonar nervioso, lo cual era una inmensa mentira pues el pequeño en todo en camino se venía atormentando con escenas en su cabeza donde el pelinegro lo rechazaba de las formas más crueles. Se estaba poniendo ansioso demasiado rápido
-Ah mmm... disculpe profesor Min, ¿puedo hablar con usted?- dijo a la vez que todos volteaban a verlo, lo cual causó rápidamente su sonrojo. El de ojos gatunos volteó sorprendido pues creyó que vería al pequeño hasta la hora en que comenzaba su clase con el grupo del rubio, pero cuando notó lo nervioso que se veía se levantó de inmediato para luego de que los otros profesores volvieran a su plática llevarse al pequeño a un aula vacía que estaba a un lado. Ambos entraron, y el pelinegro se encargó de cerrar la puerta tras ellos- yo... quería hablar con usted sobre lo que pasó ayer
-Esta bien, ¿qué pasa?- dijo Yoongi cruzándose de brazos
-Pues ¿que se supone que vamos a hacer?- decía bajando la mirada ya que le causaba cierto sonrojo y nerviosismo el tema
-Bien... eres mi predestinado así que no podemos cambiar esto- algo dentro de Jimin dolió al escuchar esto- ¿qué es lo que quieres hacer Park? ¿quieres que lo intentemos?- la mirada seria de Min causaba que Jimin se sintiera cohibido, por lo que dio un paso hacia atrás, lo que no se esperaba era que el otro comenzara a avanzar en dirección a el a paso lento. El omega comenzaba a sentir temblar sus manos
-¿Ha-hay alguna forma de que podamos romper esto sin que ninguno salga lastimado?- dijo rápidamente apretando las manos, Yoongi abrió los ojos en demasía, pues no esperaba dicha respuesta por parte del omega, de alguna u otra forma esperaba que el pequeño dijera que si quería intentarlo, pues su lobo lo deseaba ansioso y el debía admitir que el hermoso chico rubio, cuyo cabello lucía despeinado y en conjunto con el sonrojo que adornaba esa preciosas mejillas abultadas en ese momento, le parecía muy atractivo
-Oh, bueno, si eso quieres supongo que deberíamos alejarnos hasta que nuestros lobos lo acepten- se le escuchaba un tono bastante neutro pero dentro de sí se sentía decepcionado. Se volteó tomando camino hacía la puerta la que abrió rápidamente y salió siendo visto por el omega que solo quedó con la cabeza gacha
Jimin sentía que su lobo se estaba enojando con el mismo pues no paraba de reprocharle haber tomado esa decisión pues ni siquiera lo había intentado, ni siquiera había intentado darse el tiempo debido para enamorarse, ni siquiera había intentado escuchar lo que quería el otro, ni siquiera había dicho lo que realmente quería, pues dentro de sí, si quería conocer mejor al alfa y ver si podía llegar a sentir algo por el, pues nada perdía pero no lo intentó, y así pasó todo el camino hacia su aula, al llegar y ver ahí a casi todos sus compañeros comenzó a platicar con sus amigos de temas sin importancia en lo que el profesor Min llegaba a su aula.
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BABY (Yoonmin) OMEGAVERSE
FanfictionJimin, un pequeño y dulce chico que sueña con ser un alfa fuerte y poderoso, pero al presentarse se entera de que es un omega, lo que lo pone triste, y para su desgracia cuando conoce a su nuevo profesor Min Yoongi la atracción es imposible de ocul...