Escucha a tu corazón

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Por la mañana cuando Jimin llegó a la escuela, estaba agarrando los tirantes de su mochila y caminando entre los coches rumbo a la entrada, cuando comenzó a oler a lo lejos traído por la leve brisa que había en el ambiente un ligero olor a menta que sabía perfectamente a quien pertenecía, su lobo al instante comenzó a mover la cola emocionado. Inconscientemente levantó la cabeza para ver en dirección de donde venía dicho aroma de modo que vio a lo lejos entre los coches uno negro que tenía el maletero abierto y a un hombre joven que sacaba algunos libros de ahí, la brisa que llevaba el aroma hacia Jimin también agitaba el cabello de aquel hombre, causando que los mechones fueran a parar en su frete. El lobo del omega pedía a gritos ir hacia el, hablando otra vez, pues es que desde ayer ni siquiera al llegar a su casa habló, le estaba aplicando la ley del hielo, el rubio entendía que el animal se sintiera mal los primero días alejado de su alfa, por lo que pensó que quizás no sería mala idea acercarse un rato al pelinegro pues de cualquier forma también por mucho que lo quisiera evitar era su maestro y lo estaría viendo diario, así que corrió en dirección al coche y se recargó en el que estaba a un lado, Yoongi solo levantó la vista al ver los pies de alguien al lado suyo

-¿Qué estas haciendo Park? quedamos en alejarnos ¿no?- Yoongi hablaba con los libros en una mano mientras que con la otra cerraba de un portazo el maletero y miraba al chico

-Solo estoy saludándolo, eso no tiene nada de malo ¿oh si?- dijo el omega con una sonrisa, el alfa lo miraba con el ceño fruncido, pues no entendía al pequeño, pero ciertamente su lobo se sentía feliz de ver al pequeño acercarse a el antes de clases

-Si eso te hace sentir bien, supongo que si- restó importancia caminando para dirigirse a la entrada a la vez que el rubio lo seguía de cerca- ¿por qué sigues usando inhibidores? ya todos saben que eres omega, no le veo sentido- le dirigió una mirada algo molesta, pues su lobo le decía que debía hacer que el pequeño dejara libre su exquisito aroma, caminaban por un pasillo que daba a la cafetería, era temprano por lo cual casi no había personas por ahí

-Odio ser omega- Min se paró de golpe desconcertando al omega a su lado, que estaba apunto de hablar cuando vio acercarse al pelinegro con un aura muy oscura

-Deja de decir eso ¿quieres?- y Yoongi tomó con su mano el mentón del pequeño y lo elevó a la altura de su cara, quedando a pocos centímetros de sus labios, bajando luego la mirada a estos para al final devolverla a sus ojos, el rubio abrió los ojos sorprendido y sintió sus piernas flaquear ante tanta cercanía- si no vas a pensar en ti mismo, deberías de pensar en como se siente tu lobo cada vez que escucha eso

Si algo caracterizaba a Min era que desde pequeño sus padres lo enseñaron a que su lobo era su compañero de por vida, lo que implicaba que tenía que estar en unido a el, quererlo y cuidarlo, la relación entre él y su lobo era estrecha, para el, eso era de las cosas primordiales y ver que Jimin lo trataba sin interés alguno le dolía, Min sabía perfectamente que las palabras que decía el rubio herían a su lobo

-Yo...- se quedó en silencio mirando como el alfa lo miraba fijamente alejando su mano y volviendo a caminar

-Solo... piensa un poco más en el ¿bien?, no es un secreto que no está de acuerdo con lo que dices y está triste

El rubio se paró sorprendiéndose por lo que decía el profesor, el otro al darse cuenta de que el omega no se había percatado de que los lobos de ambos hablaban cuando Yoongi y Jimin estaban cerca durante las clases, pudo notar que muy probablemente el pequeño no hablaba casi con su propio animal. Así que el pálido tomó la mano de Park llevándolo hacía un salón que estaba cerca de ellos, empujándolo dentro y abrazándolo al momento que cerró la puerta, el pequeño no sabía que hacer en ese momento pero podía sentir lo eufórico que estaba su lobo

-Mi lobo puede sentir lo triste que esta el tuyo desde que decidiste rechazarnos- Min le susurraba el oído, rodeando y apretando suavemente al omega contra sí mismo, con una mano en su cabello y otra en su cintura donde daba leves caricias, sintiendo como el otro temblaba de forma ligera - ¿realmente estas seguro de que quieres hacer esto Jimin? por menos que queramos nos seguiremos viendo, dará igual si no me quieres cerca

-No es que no lo quiera cerca- el omega ocultaba mas su cabeza en el pecho del alfa, avergonzado

-¿Entonces por qué me rechazaste?

-¿Que por qué lo rechacé?- dijo alejándose rápidamente del pelinegro- pues... pu-pues porque de igual forma usted lo iba a hacer después, así que era mejor que yo lo hiciera antes- Jimin sentía sus mejillas arder y no sabía a donde mirar, su lobo solo podía correr en círculos emocionado porque esperaba que el alfa volviera a abrazar al pequeño, realmente no estaba entendiendo que pasaba entre esos dos pero igual estaba feliz

-¿Creíste que yo te rechazaría? pero si hasta te pregunté que si querías intentarlo y acepté tu elección- el alfa se encontraba completamente confundido

Sabía que en los casos de predestinados cuando el omega era rechazado se sumergía en una agonizante depresión de la que difícilmente podría salir, así que supuso que ese era el miedo de Park. Entonces cayó en cuenta de una cosa muy importante, entendiendo lo que había dicho Jimin, significaba que el quería intentar ser su omega pero tenía miedo, lo que era lógico pues su vida estaba implicada en ello, pero darse cuenta de eso lo puso feliz, pues el en toda su vida se la había pasado con omegas o betas que eran perfectos al principio, pero conforme iba avanzando la relación se mostraban desinteresados hacia su persona o peleaban todo el tiempo, razón por la que durante un tiempo de su vida Min ya prefería tener relaciones de solo una noche para satisfacer sus necesidades, dejando completamente de lado encontrar a alguien con quien establecerse formalmente, y debido a que a su lobo no le molestaba eso y estaba de acuerdo con el, continuó así hasta ahora, pero el hecho de que hace poco se enterara que tenía un predestinado puso a su animal muy feliz a pesar de que fuera un alumno suyo, dicha felicidad que jamás había mostrado con sus otras ex parejas. Así que viendo que el omega no hacía nada se acercó a el atrayéndolo hacía el, y agachándose a la altura de su rostro, el otro solo cerró sus ojos fuertemente al ver a el pálido tan cerca , pero luego de unos segundos los abrió lentamente viendo al contrario en la misma posición

-No te asustes, no voy a hacer nada para lastimarte Jimin- acarició su mejilla notando el rubor que la adornaba como si de una obra de arte se tratase, sintiendo lo tersa que era, el chico frente a el lo miró con sus orbes oscuras y tragando de forma ruidosa. Cuando menos lo notó Min se le había acercado lentamente rozando así sus labios, asemejando esto a un toque delicado pues quería transmitirle seguridad al omega, y en cuanto el de mejillas abultadas respondió no pudo evitar sonreír entre el beso

Esto siguió así por unos cuantos segundos, sus bocas dando leves caricias entre sí, produciendo pequeños sonidos, pero mientras el alfa quería continuar el omega se separó mirando hacia el piso con el cabello cubriéndole los ojos y los labios entreabiertos a punto de decir algo

-¿Eso significa que no me va a rechazar?- el otro soltó una leve risa y sonrió de lado

-Eso significa que ahora eres mi omega 












BABY (Yoonmin) OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora