{26 años}
—¡Papá! —gritó Daniel. Movió los brazos con energía y aventó un vaso con bebida, derramando todo sobre el mantel nuevo.
—Daniel, mira lo que hiciste —le regañó
Laura.
Era divertido ver cómo Yaret se comportaba como un niño al lado de su hijo, haciendo enojar a Laura. Brandon rió conmigo, ocultando su sonrisa detrás de mi cabello, mientras sostenía a Brenda.
—Brandon, detente o tumbaras a la niña —murmuré, sin mucho convencimiento.
—No le pasará nada.
Y eso era verdad, Brenda era la devoción de Brandon, lo daba todo por ella. Y como hoy era su cumpleaños, no la soltaba ni siquiera para ir al baño, quería pasar cada minuto del día a su lado, a pesar de que Brenda llorara porque quería caminar y jugar con Daniel.
Era extraño estar todos juntos. Al final, Yess seguía con Max, Laura casada con Yaret ante un impulso, Sam era muy amiga de Eduardo aunque todo el mundo sabía que había algo más, y Gaby, mi querida prima, al final había logrado vencer la timidez y se quedó con Arthur. Era estupendo saber que mis mejores amigos estaban juntos, todos, y que ahora nos visitaran junto a mis padres y Judith en el cumpleaños de Brenda.
—¡Papá! —volvió a gritar Daniel y esta vez lanzó un pedazo de pastel contra el rostro de Yaret.
Brandon estalló en carcajadas, agradeciendo que Brenda fuera tan calmada y no una revoltosa como Daniel.
—¡Daniel Bravo! —exclamó Yaret. Su grito despertó a Brenda, que se había quedado dormida hace poco, y se puso a llorar con ganas. Y Daniel la siguió.
—¿Ya ves lo que haces, Yaret? —lo regañó Adrian— Ees un desconsiderado, haces llorar a tu hijo y a tu sobrina, que mal tío eres.
—No seas tan cruel, Adrian —replicó Yaret.
—Pásamela —le dije a Brandon en medio de la pelea. Al principio no quiso, pero terminó por entregármela al ver que Brenda no dejaba de llorar.
Brenda se quedó tranquila de inmediato y comenzó a jugar con mi cabello, como siempre hacia cuando la sostenía yo.
Acarició mi rostro con sus manos y la besé en la mejilla. Era sorprendente cómo cada vez sus ojos se parecían más a los de Brandon, y su cabello castaño.
Eran varias coincidencias, e incluso llegué a preguntarle a Brandon si no me había engañado con alguien, porque Brenda e era su vivo reflejo. Pero siempre él me respondía que jamás se atrevería a mirar a otra mujer cuando estuvo más de la mitad de su vida enamorado de mí. Podrían pasar los años, pero ese lado cursi y romántico de Brandon, no se iría jamás.
Aunque en parte me alegraba, eso significaba una discusión diaria, y una reconciliación también.
Pero sin duda, lo que más me gustaba, era cuando al final él me decía que no tenía ojos para nadie más porque me amaba demasiado, y también a Brenda, y no se atrevería a destruir la felicidad que tanto le costó construir. Era un romántico sin causa ni solución.
—¡Las velas! —gritó de pronto Karen. Ver a mi hermana pequeña, ya adolescente casi adulta, era divertido, porque aún no podía quitarme de la cabeza esa vez que nos ayudó a mí y a Eduardo a saber si Brandon estaba celoso. Extrañaba esos años, pero también estaba emocionada por los que vendrían.
Si me ponía a recordar, habíamos cometido demasiadas locuras cuando jóvenes, más jóvenes que ahora. Era una exagerada e histérica, me arrepiento de haberme comportado tan fría el cumpleaños de Brandon, mostrarme indiferente ante su declaración, me arrepentía demasiado, por eso trataba de hacer lo mejor para él siempre. Porque le amaba y nunca me había sentido tan segura de algo.
Colocaron las velas en el pastel y cantamos el cumpleaños feliz, Brenda no parecía emocionada, seguía algo asustada por todas las personas a su alrededor, estaba acostumbrada a mi presencia la mayor parte del día, a Brandon por las tardes cuando llegaba del trabajo y de Nana y Asesino, nuestras mascotas.
Brandon y Daniel soplaron las velas por Brenda, y Yaret ampó el rostro de Brandon en el pastel. Laura estaba al borde del colapso y Max y Eduardo no hacían más que reírse, mientras Arthur intentaba limpiar a Brandon.
Dejé a Brenda con Daniel para que jugara, se llevaban bastante bien y eso no le agradaba para nada a Brandon, consideraba a Daniel como una amenaza. Decía que le quitaba tiempo de su hija. Un padre celoso y esposo también.
Miré a todos mientras comían pastel, y de repente, Brandon me atrapó en sus brazos y me apartó hasta nuestra habitación.
—¿Qué sucede, Brandon? —pregunté, sentándome en la cama.
—Sabes, no lo hacemos tan mal como padres, ¿no lo crees?
—Pff... tú eres un súper papá, así que supongo que no —sonrió de medio lado y se arrodillo frente a mí.
Me besó en los labios, con dulzura y me recordó esa vez en que me besó el día que comenzó todo esta locura. La diferencia, es que la primera vez me obligué a reprimirme por la rabia que sentía, pero ahora, dejé que mis labios respondieran por mí y se fundieran con el aliento de Brandon.
—Estaba pensando... que Brenda se podría sentir algo sola... —murmuró contra mi oído cuando nos dejamos de besar.
Lo miré por unos segundos y sonreí como tantas otra veces. Sabía de lo que estaba hablando.
—Bien, pero que esta vez no se parezca a ti, o de verdad comenzaré a sospechar —él rió por lo bajo y me volvió a besar, esta vez, como si el mundo se fuera a acabar.
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Marry Me (Brandon Meza y tú.)
FanfictionEl día que llegó a mi vida todo cambio. Era la debildad de mi abuela, mis hermanas estaban encantadas con él, los chicos de la escuela y hasta mis padres lo amaban. Llegó siendo un niño necesitado, había tenido una infancia dificil, pero habia "alg...