Capítulo 5. Mi primer beso II

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{14 años}

— ¿Recuerdas cuando me besaste para que Brandon no lo hiciera primero? —me preguntó Eduardo mientras me lanzaba una trozo de chocolate que agarré en el aire con mi boca....

—Por supuesto, mi primer beso —y cómo no olvidarlo. Los rostros de Eduardo y Brandon eran épicos, Brandon no paró de quejarse en toda la tarde diciendo que yo no podía besar a alguien que comía pegamento. Prefería eso antes que a sus labios.

—Y después, cuando las chicas se enteraron… ahora me da más risa que vergüenza —comentó. Me lanzó otro pedazo de chocolate, pero esta vez no lo alcancé. Él se rio de mí y yo le estrellé una almohada contra el rostro.

Nos habíamos convertido en grandes amigos después de todo. Mis padres botaron a la basura todas mis cosas más preciadas de Peter Pan en cuanto se enteraron que reprobé el año y junto con Eduardo fuimos los más listos de la clase. Pero sólo nos duró un año, al siguiente estuvimos tan perdidos como cuando nos fuimos de excursión y no encontrábamos el lugar donde se suponía que debíamos acampar.

—Pero yo sigo creyendo que Brandon estaba celoso —dijo de pronto.

—No lo creo. Es que él siempre quiere ser el primero y el mejor en todo, sólo estaba enfadado porque le ganaste —argumenté, odiaba cuando hacía esos comentarios.

—No estés tan segura. Te apuesto a que si se enterara que tienes novio, reaccionaría igual que esa vez.

—Claro que reaccionaría así, yo habría tenido novio antes que él. ¿Acaso no me escuchas? —Eduardo rio más fuerte y se comió lo que quedaba de chocolate.

Estábamos en mi habitación viendo una película romántica, me seguían pareciendo igual de tontas que a los ocho años, pero al menos ya no me daban asco las escenas más íntimas. Por Eduardo no me preocupaba, resultó ser un galán en cuanto cumplió los doce, se dejó el flequillo, las pecas de su rostro se volvieron adorables ante los ojos de las demás chicas, era más alto que el resto y aparentaba dieseis. Incluso Sandra le pidió una cita. Eduardo fue tan bueno que grabó ese momento para mostrármelo y reírnos de la cara de indignación que puso Sandra cuando él la rechazó.

Sin embargo, Brandon no se quedaba atrás. A pesar de odiarlo, debía reconocer que estaba a la altura de mi amigo. Y como por arte de magia había crecido más de lo normal, me sacaba cabeza y media.

Al final, Brandon había regresado a la Academia Westfield con una beca, cosa que alegró mucho a Judith quien se sintió muy orgullosa. Daniela ya había salido de la escuela y había viajado a Londres para estudiar en una Universidad de allí.

Gaby había crecido bastante también, en realidad, todos eran más altos que yo. Nos parecíamos en algo, con la diferencia que ella tenía el cabello más corto que el mío. Era la única que me apoyaba para detener las locuras de Yess y Sam. Ellas seguían igual, cuando se enteraron que besé a Eduardo fueron inmediatamente a molestar a Gaby. No sé cómo lo logró mi prima, pero se las quitó de encima en dos días.

— ¿Brandon con “novio”? —preguntó Eduardo. Lo golpeé en la cabeza con otra almohada.

—Sabes a lo que me refiero —le dije.

—Sí, lo sé. Me pregunto por qué no tendrá novia todavía, te debe estar esperando —en ese momento se cayó de la cama. Le di una patada en las costillas que le quitó la respiración e hizo que rodara hasta el suelo.

No era la primera vez que hablábamos de este tema, por extraño que sonara, Eduardo tenía una obsesión con emparejarme con Brandon, al igual que Yess, Sam, mamá y papá. Anahi nos ignoraba y Karen seguía en su mundo, así que al menos por parte de ellas no recibía ninguna burla.

Marry Me (Brandon Meza y tú.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora