Amor y desepcion. Laughing JackxJason the Toy make (yaoi)

Cierto lugar

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Se quedaron en silencio sin mirarse a los ojos, Jack estaba sosteniendo celosamente su mano que había sido anteriormente arrebatada mientras que Jason intentaba poner en orden sus ideas.

-quiero decir...- comenzó Jason -...conozco otro lugar que tal vez te guste-

-"que debería hacer, parece bueno"- pensó Laughing Jack para después dar un paso hacia adelante con decisión -esta bien- dijo sin mas encarando al pelirrojo que lo miro sorprendido.

-bueno ven, esta algo alejado del bosque, pero no esta en contacto con las ciudades- dijo para empezar a caminar seguido por el pelinegro.

-"Slender siempre dijo que debo cuidarme de algunos creepys, ¿el sera uno de ellos? pero parece que quiere ser amable"- miro su mano para después sonrojarse levemente y dándose cuenta de eso golpeo sus mejillas a modo de calmarse.

-¿y que hacias en el cementerio?- le dirigió una mirada ya mas relajado el oji-verde.

-bueno, no tenia nada que hacer y el cielo se ve mas despejado ahí- comento mirando hacia arriba.

-oh pues si es por eso, el lugar a donde vamos es mas que perfecto- dijo sonriendo contagiando al otro.

Continuaron caminando en silencio pasando por una parte mas frondosa del bosque que les costo un poco pasar ya que había mucha vegetación y varios ríos.

-¿ya casi llegamos?- pregunto el descolorido con un tono cansado.

-si, ya casi- le extendió la mano para evitar que cayera por las tantas raíces que cubran el suelo, Jack la tomo tímidamente.

-bueno y ¿como conoces este lugar? -

-aquí fui echo- dijo sin mirarlo.

Llegaron a un pequeño pueblo que mas parecía una villa con un cementerio, y unos contados edificios altos: como hospitales y escuelas. Jack miro todo atento sin creer que esto este aquí sin que nadie se entere.

-¿como nadie encuentra estas cosas?- dijo comenzando a entrar a la villa.

Camino por las calles que dividían unas casas maso menos conservadas.

-bueno, escuche que Zalgo quiere hospedar a unos creepys aquí, y tiene todo alrededor vigilado para evitar la entrada de humanos- dijo Jason por su interrogante anterior -"ahora que lo pienso tal ves aquí en en donde vendrían los escogidos antes de ser llevados al inframundo"- su semblante se oscureció por este pensamiento.

-Jason- escucho como su nombre era pronunciado por primera ves por esa voz suave, giro la mirada al dueño encontrando un rostro curioso -¿estas bien?, te quedaste callado de repente-

Sonrió para disimular -descuida solo recuerdos- mintió cambiando de actitud, incitando al pelinegro para sonreír también.

Se la pasaron toda la noche explorando el lugar, curioseando en todas las casas asta una que les gusto mas, la recorrieron por dentro y subieron al techo a ver el amanecer.

-¿esto estaba poblado antes?- pregunto el oji-plata sentado junto a Jason.

-si, cuando fui creado me designaron para una niña, la verdad fue divertido, ahí empece a matar, vivían muchas personas pero las mate a casi todas... las que quedaron se fueron muy lejos de aquí para abandonar todo-

-¿y donde vivía la niña?-

-aquí- asentó la palma de la mano en el tejado -se convirtió en una linda muñeca aunque creo que la perdí, fue ase tiempo- dijo indiferente.

Se quedaron en silencio, estos ya se habían vuelto costumbre a lo largo de la visita al pueblo. Todo el tiempo que Laughing Jack paso con Jason sintió esa extraña sensación que ya había aprendido a aceptar pero esta era mas incomoda lo obligaba a no apartarse de su lado solo porque lo hacia sentir bien.

Jason seguía deliberándose si lo que hacia estaba bien, no debía estar con Jack aunque no entendía que lo llevo a mostrarle ese lugar, no era muy importante para el de todas formas pero algo le dijo que le gustaría al pelinegro. La verdad no tenia nada de malo que fueran conocidos o incluso amigos, después de todo el debía averiguar su paradero y mantenerlo vigilado y que mejor forma que como un amigo.

Incluso podría cuidarlo para que no haga tonterías, eso seria un problema con su condición si es que conoce a alguien sentimentalmente, siente un tirón de molestia en el estomago al pensar eso, el cual ignora.

-"si, esta decidido, voy a vigilar bien a Jack como su amigo"- pensó sonriendo con desicion, esto llamo la atención del otro que ladeo la cabeza con curiosidad.

-"¿en que pensara?, parece algo bueno"- dirige su mirada al lento amanecer que apenas se ve por los grandes arboles del bosque -"que hermoso, el amanecer aquí es mucho mejor que en Londres... amanecer..."- ahí un recuerdo le vino a la mente.

Recuerdo de Laughing Jack

"Se encontraba en la habitación de Sally dibujando en la mesita que estaba en el medio de esta, Sally se encontraba en su derecha describiéndole lo que había soñado la noche anterior para que el lo dibujara, mientras Jack hacia lo posible por hacerlo bien.

En ese momento tocan la puerta para después ser abierta mostrando al del traje que se acerco no sin antes saludar a la pequeña.

-recuerda que necesito que cuides de Sally después del amanecer- dijo Slenderman cargando a la niña.

-si si- dijo el dibujando muy concentrado un poni verde con alas de caramelo que le pidió Sally.

Fin del recuerdo

-¡ahh cierto!- dijo casi gritando, tomando por sorpresa a su acompañante.

-¿que pasa?- pregunto algo asustado con el comportamiento del otro, siguiendo mientras bajaban del techo.

-¡Lo olvide, tengo que cuidar a Sally!- contesto apresurándose a la salida del pueblo.

-¡Espera!- dijo tomándole del brazo para detenerlo al poder alcanzarlo, Jack se giro sorprendido al notar ser detenido nuevamente con ese tono de voz.

-tengo que irme- se intento escusar.

-¿cuando te puedo ver de nuevo?- dijo sin pensar

-¿que?- contesto el oji-plata algo colorado de las mejillas.

-"¿que?"- se repitió así mismo-"¿que estas haciendo Jason? eso fue atrevido asta para ti"-se reprimió a si mismo.

-bueno yo... - estaba mudo, era la primera vez que alguien como Jason le decía algo así, mas parecía que le pedía una segunda cita.

-¿que te parece si nos vemos mañana aquí al atardecer?- propuso el pelirrojo al notar confundido o mas bien en shock al payaso.

-em... si- dijo casi en un susurro.

Al sentir el agarre flojo mesio su mano soltando un -adiós- para después soltarse y correr con todas sus fuerzas a todo lo que daban su pulmones, corrió sin percatarse a quien pasaba de largo sin siquiera saludar.

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